Carpaccio de piña con helado: deliciosa receta

Escrito y verificado por el nutricionista Saúl Sánchez Arias

Escrito por Saúl Sánchez Arias

Última actualización: 06 julio, 2023

El carpaccio de piña con helado supone un postre sencillo de preparar y con un interesante perfil nutritivo, ya que esta fruta contiene una serie de encimas que facilitan la digestión de los alimentos. Se trata de uno de los comestibles exóticos más consumidos en los países occidentales y se puede encontrar tanto fresco como en conserva.

Antes de comenzar, hay que destacar que las frutas deben suponer parte importante de la dieta  regular. Cuentan en su interior con fitoquímicos que desarrollan un efecto antioxidante, lo que podría ayudar a prevenir el desarrollo de patologías complejas. También son capaces de aportar una dosis significativa de vitaminas, sobre todo de tipo hidrosoluble.

Ingredientes del «carpaccio» de piña con helado

Si quieres preparar un exquisito carpaccio de piña con helado, necesitarás los siguientes ingredientes:

• 1/4 de piña natural.
• 1/2 litro de helado de vainilla.
• 4 cucharadas de azúcar.
• 25 gramos de avellanas picadas.
• Hojas de menta.

Ten en cuenta que es posible variar el sabor del helado para conseguir resultados finales distintos. Te recomendamos el de vainilla, pero también es posible preparar el postre con helado de pistacho o de avellana. Eso sí, es recomendable que el elegido sea de buena calidad, preparado con leche ecológica y con un contenido en azúcares simples adecuado.

Muchos helados industriales concentran en su interior demasiados carbohidratos simples para enmascarar los defectos de la leche que se utiliza para su elaboración al no ser esta de la más alta gama.

Tampoco conviene que la porción de grasa por medio de la nata sea excesiva. Siempre será interesante encontrar un perfil equilibrado que permita percibir los sabores del fruto seco o de la vainilla.

Paso a paso

1. Pela la piña y córtala en lonchas muy finas. Esta es una de las claves de la receta: cuando más delgados sean los trozos de piña, mejor será el resultado final. 
2. Coloca azúcar en un colador y espolvorea por encima de manera uniforme. Es necesario que toda la piña se cubra de azúcar.
3. El siguiente paso es delicado: necesitarás un soplete de cocina para caramelizar el azúcar que se acaba de incorporar y conseguir, así, una capa superficial crujiente.
4. Una vez hecho esto, espolvorea las avellanas y la menta picadas.
5. Incorpora una bola de helado generosa en el medio de la fuente y consume antes de que esta se derrita.

Contraindicaciones de la receta

Es importante mencionar que esta receta puede no ser adecuada para algunas personas; por ejemplo, para aquellas que han desarrollado algún tipo de patología metabólica, como la diabetes de tipo 2.

En este caso, el consumo de azúcares simples podría generar un impacto significativo a nivel pancreático y provocar estrés en dicho órgano. Resulta mucho más adecuado moderar el aporte de carbohidratos, según un estudio publicado en Nutrients.

Por otra parte, las personas con sobrepeso u obesidad también deberían tener precaución a la hora de incluir esta clase de preparaciones en la dieta. Normalmente, suele existir una resistencia a la insulina cuando los niveles de grasa corporal exceden cierto límite, lo que provoca que los glúcidos no sean correctamente metabolizados y utilizados por el organismo.

No obstante, todo esto no quiere decir que dicho postre no se pueda incluir en el contexto de una dieta saludable. Las personas sin patologías metabólicas podrán disfrutar del carpaccio de piña sin remordimientos.

Por supuesto, este postre debería incluirse siempre dentro del marco de una pauta equilibrada y variada. Será determinante promocionar la práctica de ejercicio físico de forma regular para estimular la utilización de los azúcares consumidos.

Beneficios de la piña

Antes de despedir la receta, descubre los principales beneficios de la piña para la salud. Se trata de una fruta que cuenta en su interior con muchos elementos capaces de mejorar el funcionamiento del organismo.

Mejora el tránsito intestinal

La piña resulta una fuente de fibra. Esta sustancia ha demostrado ser clave para mejorar el tránsito intestinal y para evitar situaciones de estreñimiento. Además, las enzimas de la piña contribuirán a una mejor digestión de los alimentos, lo que permitirá un paso más sencillo del bolo a lo largo del intestino.

Ayuda a prevenir el envejecimiento

Por otra parte, la piña contiene fitoquímicos. La mayor parte de estas sustancias cuentan con un elevado poder antioxidante y, por lo tanto, neutralizan la formación de los radicales libres y su posterior acumulación en los tejidos del organismo.

De este modo, se puede prevenir el envejecimiento y, también, un gran número de patologías complejas ligadas al mismo, como lo evidencia una investigación publicada en Clinical Interventions in Aging.

Reduce el dolor en las articulaciones

Muchas de las enzimas de la piña, así como los fitoquímicos, generan un efecto antiinflamatorio en el organismo. Esto resulta beneficioso a la hora de aliviar problemas y dolores a nivel articular o muscular.

La inclusión de la fruta en la dieta, junto con el consumo de ciertas especias culinarias como la cúrcuma, podría ser de gran ayuda en el tratamiento coadyuvante de ciertos tipos de dolor crónico ligado al sistema musculoesquelético.

Prepara «carpaccio» de piña con helado

Como has visto, es realmente sencillo preparar un exquisito carpaccio de piña con helado. El único paso que conlleva un poco más de dificultad es el del soplete, sobre todo porque mucha gente no dispone de este elemento en el hogar. Sin embargo, se puede adquirir en casi cualquier superficie comercial. Cuenta con muchas aplicaciones diferentes en el contexto de la repostería y de la cocina.

Ahora bien, ten en cuenta que para conseguir un óptimo estado de salud será necesario combinar una dieta adecuada con otros buenos hábitos. Entre ellos, destaca la práctica de actividad física de forma regular, así como un correcto descanso. Asimismo, será necesario dormir al menos 7 horas cada noche para que los procesos de recuperación del organismo se lleven a cabo de forma satisfactoria.