¿Cuáles son las causas del flujo rosado?
Escrito y verificado por la médica Mariel Mendoza
Excepto que haya otros síntomas, como dolor, fiebre o picor vaginal, es raro que las causas del flujo rosado sean problemas de salud. En realidad, casi siempre se trata de flujo normal mezclado con poca cantidad de sangre.
Por ello, es una circunstancia común en los días posteriores al final de la menstruación. También aparece en algunos embarazos, sobre todo al inicio, o como efecto adverso de las pastillas anticonceptivas. Inclusive, un pequeño desgarro o una lastimadura tras las relaciones sexuales podrían ocasionarlo. De una u otra manera, no suele ser preocupante.
Aun así, es importante reconocer las causas más severas y menos frecuentes de flujo rosado, como las infecciones vaginales. Por eso, aquí te presentamos una lista para que te informes y discutas con tu médico. Recuerda que siempre es preferible hacer una consulta para certificar el diagnóstico y recibir el asesoramiento oportuno.
1. Ovulación
Cuando un flujo color rosa se produce en la mitad de tu ciclo (2 semanas antes de la fecha estimada de menstruación, aproximadamente), lo más probable es que se corresponda con el momento de la ovulación. Por la liberación del óvulo desde un ovario, se rompe un folículo y una muy pequeña cantidad de sangre llega al útero.
Este sangrado escaso, al entrar en contacto con el flujo vaginal normal, genera la tonalidad. Es mucho más fácil de identificar en mujeres con ciclos regulares de 28 días. En aquellas con irregularidad menstrual puede dificultarse saber en qué momento sucede la ovulación.
Además, puede haber otros síntomas, como los siguientes:
- Sensibilidad mamaria
- Dolor en la parte baja del abdomen o espalda
- Cólicos abdominales (parecidos a los menstruales)
2. Comienzo o final de la menstruación
Si el flujo rosado aparece justo después de terminar la menstruación, se debe a la expulsión de algunos residuos de sangre que quedaron. Lo esperable sería que el color se torne más claro y transparente a medida que pasen los días.
El mismo fenómeno se observa al inicio de algunas menstruaciones. Sucede que hay poca sangre todavía y esta no llega a salir en su forma roja rutilante, por lo que se ve rosa.
Más que evaluar el color, lo que importa es la duración del sangrado y su cantidad. Un menor volumen total, durante todos los días correspondientes a la regla, será hipomenorrea. Al contrario, una regla prolongada o muy abundante será hipermenorrea. Ambas situaciones deben estudiarse con un médico.
3. Desequilibrios hormonales que causan flujo rosado
Las hormonas cambian su concentración sanguínea a lo largo de las etapas del ciclo menstrual. Entre ellas, unas de las más importantes son los estrógenos.
Pasada la mitad del ciclo, los niveles de estrógeno disminuyen y suben los de progesterona. Luego, cuando comienza descender la progesterona, si no hubo embarazo, podría descamarse parte del endometrio antes de tiempo, es decir, antes de la fecha prevista para la regla.
Lo mismo sucederá si alguna circunstancia provoca un desequilibrio hormonal no esperable. Por ejemplo, si llevas una alimentación restrictiva o haces ejercicio extenuante. También si atraviesas épocas de estrés intenso.
Lo que notarás es lo que se llama «falsas menstruaciones», con sangrados leves en cualquier momento del ciclo. El mismo efecto se atribuye a enfermedades endocrinas que no están bien controladas, como el hipotiroidismo.
4. Uso de anticonceptivos hormonales
No está claro que los anticonceptivos hormonales cambien la microbiota vaginal. En este sentido, atribuirle a las pastillas anticonceptivas la capacidad de generar flujo no es siempre del todo correcto.
Sin embargo, sí es cierto que un efecto secundario común es el sangrado irregular, sobre todo, al inicio del uso, durante los primeros 3 meses. Así, la aparición de flujo rosado es una posibilidad.
También hay que considerar el mal uso de estos métodos. Las mujeres que no toman ni se colocan la medicación en el tiempo indicado, o que olvidan una dosis, aumentan el riesgo de metrorragia y de aparición de pequeños o grandes sangrados en momentos no esperables.
5. Menopausia
Entre los síntomas habituales de la menopausia están el dolor al tener relaciones sexuales, la irritación con picor vaginal y el flujo. En general, se enmarcan en el llamado síndrome genitourinario, que tiende a presentarse en mujeres mayores de 50 años.
La disminución de los estrógenos circulantes puede llevar a una atrofia vaginal. Los tejidos de la vagina se vuelven más delgados y secos, por lo que sufren pequeños sangrados.
Sin embargo, lo más peligroso sería tener hiperplasia endometrial. Esta condición implica un engrosamiento del revestimiento del útero, que puede causar sangrado y, a mediano plazo, conducir a cáncer endometrial.
6. Relaciones sexuales
La fricción durante el sexo puede causar pequeñas irritaciones o microlesiones en la mucosa vaginal, lo que puede llevar a un ligero sangrado. Este será más evidente si, de forma concomitante, cursabas una infección.
También hay que considerar el efecto de algunos lubricantes que son irritantes. Al contacto con la mucosa de la vagina la inflaman y, horas o días después de su uso, podrían percibirse síntomas de malestar, junto con el leve sangrado.
7. Flujo rosado por una implantación embrionaria
Este flujo se produce justo después de la ovulación. Se debe a que se implantó un óvulo fecundado en el endometrio y ha dado comienzo el embarazo.
La implantación sucede, por lo general, entre el día 6 y 7 luego de la fertilización, es decir, de la relación sexual en la que hubo fecundación. Entonces, el flujo rosado quedará comprendido entre la mitad del ciclo y la fecha esperable de menstruación.
No dura mucho tiempo. En realidad, en menos de una semana desaparece.
8. Embarazo
Durante el embarazo, el cuello uterino se vuelve más sensible y puede sangrar ligeramente después de tener sexo o de un examen ginecológico. Este sangrado aparecerá de color rosa claro. Aunque es una situación benigna, siempre conviene tener una evaluación y un diagnóstico oportunos. Si bien son menos frecuentes, hay situaciones que revisten gravedad para la madre y para el feto.
Los sangrados de la etapa temprana de la gestación pueden iniciar leves y aumentar su volumen. Entonces, será clave considerar cómo evoluciona el flujo.
Más avanzada la gesta, dos situaciones con flujo rosado son la placenta previa y el desprendimiento de placenta. En la primera, la detección suele realizarse con ecografías. La segunda situación es grave y se acompaña de dolor con una rápida progresión a sangrado profuso.
Sobre el final de la gestación, la expulsión del tapón mucoso que adelanta el parto vuelve a ser una causa benigna de flujo de color rosa. La consistencia, en este caso, es viscosa.
9. Embarazo ectópico
Un embarazo ectópico ocurre cuando un óvulo fertilizado se implanta fuera del útero, generalmente, en una de las trompas de Falopio. El sangrado leve puede ser uno de los primeros síntomas. También podrá presentarse flujo marrón.
A medida que el embarazo ectópico progresa, el sangrado se vuelve rojo y abundante, intermitente o continuo. Los calambres abdominales acompañan a los síntomas.
La detección temprana evita complicaciones severas. Muchas veces, el único abordaje posible es operar para quitar la trompa de Falopio afectada.
10. Posparto
Los loquios son el flujo vaginal que ocurre después del parto. Es una parte normal del proceso de recuperación y se prolonga por 4 a 6 semanas.
En los primeros días del posparto, el flujo es rojo brillante. Puede contener sangre fresca, tejido y moco. Después de una semana, el flujo se hace rosado o se convierte en flujo marrón claro. Finalmente, se volverá blanco o amarillo y desaparecerá por completo.
11. Enfermedad pélvica inflamatoria (EPI)
La EPI es una infección que puede afectar el útero, las trompas de Falopio, los ovarios y otras estructuras en la pelvis. Suele ser causada por bacterias, las mismas que ocasionan infecciones de transmisión sexual (ITS), como clamidia y gonorrea.
Los síntomas de la EPI pueden variar de leves a graves e incluir lo siguiente:
- Fiebre
- Dolor al orinar
- Flujo vaginal anormal
- Sangrado vaginal irregular
- Dolor durante las relaciones sexuales
- Dolor abdominal bajo constante o intermitente
Se prescriben como tratamiento los antibióticos de amplio espectro. Y es importante combinar el abordaje con la pareja.
12. Aborto espontáneo que ocasiona flujo rosado
Es común que durante las primeras 12 semanas de gestación se produzca una pérdida espontánea. Al principio, habrá flujo rosado o marrón claro.
A medida que el aborto progresa, el flujo se vuelve más rojo y abundante. Puede incluir coágulos de sangre y tejido, a su vez, se intensificarán otros síntomas, como los calambres.
Si se sospecha esta situación, hay que acudir a un médico para realizar una ecografía. También buscar apoyo emocional, pues se trata de circunstancias traumáticas para la salud mental.
Tras el aborto, también es posible que reaparezca el flujo. De hecho, el sangrado posaborto es una de las complicaciones más frecuentes.
13. Infecciones vaginales
Las infecciones vaginales pueden producirse por hongos, bacterias o virus. El rosa es solo una posibilidad más entre todos los tipos de flujos que se pueden asociar a estas enfermedades.
Además, se harán notorios otros síntomas, como los siguientes:
- Fiebre
- Dispareunia
- Picor y ardor
- Mal olor del flujo
- Dolor abdominal bajo
La consistencia y la textura del flujo también varían de acuerdo al agente infeccioso. Por eso, es importante acudir siempre al ginecólogo ante la sospecha de una infección vaginal para realizar un cultivo.
¿Qué hacer si tengo flujo rosado?
En primer lugar, para buscar las causas y actuar en consecuencia, hay que evaluar tu situación:
- Si tuviste aborto espontáneo, puede ser parte del proceso.
- Si estás menstruando o terminaste de hacerlo, puede ser algo normal.
- En tu perimenopausia, vale una consulta para descartar problemas con el endometrio.
- ¿Tuviste relaciones sexuales recientes? Quizás hubo irritación o trauma durante el sexo.
- Si estás embarazada y hay otros síntomas, como dolor abdominal o sangrado franco, busca atención médica inmediata.
Ahora, revisa la duración y cantidad de tu flujo. Algo ocasional y ligero puede no ser motivo de preocupación, pero si es persistente o cambia de color, puede requerir una evaluación médica.
¿Cuándo acudir al ginecólogo?
Considera los siguientes signos de alarma para consultar al médico:
- Fiebre.
- Náuseas y vómitos.
- Mal olor del flujo, que puede ser signo de infección.
- Duración prolongada del flujo, por más de una semana.
- Sangrado intenso que requiere cambiar varias compresas o tampones en poco tiempo.
- Dolor abdominal o calambres que no se alivian con medidas físicas ni con cambios de posición.
Un flujo rosado es casi siempre benigno, pero vigílalo
El flujo rosado puede tener varias causas. Entre las comunes y benignas tenemos al mismo ciclo menstrual, el principio del embarazo, las lesiones por fricción durante el sexo y los cambios hormonales de la menopausia.
Sin embargo, hay signos de alarma para sospechar situaciones más graves. La detección de un sangrado abundante, de dolor en la pelvis o el abdomen, así como fiebre o mal olor del flujo, deberían llevarte a la consulta.
Observa la duración y la cantidad de tu flujo. Ante la duda, busca atención médica y recibirás un diagnóstico más preciso.
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