Celidonia mayor: propiedades medicinales y contraindicaciones

Revisado y aprobado por la farmacéutica Franciele Rohor de Souza

Escrito por Daniela Echeverri Castro

Última actualización: 25 mayo, 2023

La celidonia mayor, de nombre científico Chelidonium majus, es una planta perenne que pertenece a la familia Papaveraceae, misma de la cual hacen parte las amapolas y las fumarias. También se conoce con el nombre de ‘golondrina’, dado que procede del vocablo griego chelidon, que tiene este significado.

Es originaria de Europa y la cuenca mediterránea, pero su cultivo fue introducido en América por los colonizadores, quienes la consideraban un remedio contra las verrugas. En la actualidad, se emplea con fines farmacológicos, pero se advierte de sus riesgos potenciales. Veamos en detalle sus propiedades y contraindicaciones.

Características de la celidonia mayor

La celidonia mayor (Chelidonium majus) no se debe confundir con la celidonia menor (Ficaria verna, de la familia Ranunculus ficaria). Se trata de una herbácea perenne que puede alcanzar hasta 1 metro de altura y que tiende a crecer en herbazales, lugares sombreados y frescos, escombreras y viejos muros.

Cuenta con tallos erectos, ramificados y frágiles, además de grandes hojas (de hasta 30 centímetros), divididas en segmentos ovales o lobulados. Sus particulares flores amarillas aparecen en inflorescencias umbeliformes terminales, por lo general de mayo hasta octubre.

Asimismo, producen frutos dentro de una cápsula alargada que recuerda a una silicua, cuyo interior alberga pequeñas semillas de color negro. Toda la planta segrega un distintivo látex anaranjado, al que se le han dado aplicaciones medicinales. Las partes secas de su superficie (hojas), la raíz y el rizoma (tallo subterráneo) también tienen usos farmacológicos.

Aun así, su empleo debe ser prudente, pues tiene compuestos potencialmente tóxicos.

Propiedades medicinales de la celidonia mayor

En el pasado, todas las partes de la celidonia mayor —en especial su látex— eran empleadas como remedio para distintas afecciones y dolencias. Se aplicaba de forma tópica para tratar enfermedades cutáneas y problemas oculares. A nivel interno era un remedio para problemas digestivos, respiratorios y asociados a la inflamación.

De hecho, las investigaciones sobre la planta permitieron determinar que cuenta con sustancias de acción farmacológica, entre las que se destacan las siguientes:

• Alcaloides derivados de la fenantridina (chelidonina, cheleritrina y sanguinarina).
• Ácido chelidónico (gamma pirona dicarbónico).
• Derivados isoquinoléicos (protopina).
• Alfa y beta allocriptopina.
• Berberina.
• Coptisina.

Ahora mismo, las propiedades de C. majus se aprovechan en forma de extractos y compuestos purificados derivados, que se incluyen en fármacos y remedios homeopáticos. Se desaconseja el uso casero de la planta. 

Y aunque se ha reconocido su potencial antiinflamatorio, analgésico, antiespasmódico, antimicrobiano y antitumoral, existe controversia por el alto riesgo de efectos indeseados. ¿Qué propiedades medicinales se le atribuyen?

Malestar estomacal o dispepsia

Uno de los principales usos de la celidonia mayor tiene que ver con los trastornos digestivos. En concreto, se ha empleado como coadyuvante para calmar la distensión abdominal, los eructos, las náuseas y otras molestias asociadas a la dispepsia.

En una publicación de Iranian Red Crescent Medical Journal se incluye esta planta como aliada potencial para el tratamiento de la dispepsia funcional. Se encontró una mejoría de los síntomas del 60 % en el grupo que tomó C. majus en comparación con el 27,6 % del grupo de placebo. La duración del tratamiento fue de 6 semanas.

Un estudio más reciente sugiere que un producto específico que contiene celidonia mayor (Iberogast ®) y otras plantas medicinales (hojas de menta, manzanilla alemana, alcaravea, regaliz, melisa, angélica y cardo mariano) es un fitotratamiento seguro y bien tolerado para síntomas como los siguientes:

• Dolor de estómago.
• Reflujo ácido.
• Náuseas.
• Vómitos.

Como remedio homeopático, la celidonia mayor parece aportar beneficios en caso de dispepsia funcional y síndrome del intestino irritable. Aun así, se requieren estudios más completos.

No debe ingerirse la planta directamente; solo los complementos fabricados para tal fin.

Verrugas virales

El jugo lechoso que se obtiene de la celidonia mayor (es decir, su látex anaranjado) se emplea en la medicina popular y homeopática como complemento para facilitar la eliminación de las verrugas virales. ¿Funciona?

En un informe compartido a través de International Journal of Environmental Research and Public Health se informó que la savia de Chelidonium majus tiene potencial terapéutico contra las verrugas cutáneas.

Al aplicarse de forma externa, se considera segura. Aun así, se sugieren estudios para conocer si hay efectos por su absorción transdérmica.

Otra investigación divulgada en International Journal of Molecular Sciences expone que los alcaloides y las proteínas presentes en el látex de C. majus le confieren propiedades antivirales que actúan contra el virus del papiloma humano (VPH), causa común de las verrugas.

Otras aplicaciones medicinales

Debido a su concentración de compuestos activos —entre los que se destacan los alcaloides—, la celidonia mayor se ha vinculado a otros efectos en la salud. Sin embargo, cabe aclarar que las evidencias para estos usos son insuficientes y es un tema que se sigue discutiendo, debido a los riesgos que acarrea la ingesta de la planta.

Recopilando la información de uno de los capítulos del libro Meyler’s Side Effects of Drugs, otros usos tradicionales de Chelidonium majus son los siguientes:

• Tiña.
• Asma.
• Ictericia.
• Tos ferina.
• Bronquitis.
• Callosidades.
• Cálculos biliares.

Sumado a lo anterior, la planta se ha vinculado a efectos contra los periodos menstruales irregulares, la presión arterial alta, la pérdida del apetito y el dolor de muelas, entre otras condiciones. La falta de evidencias conlleva un uso prudente en todos estos casos.

Riesgos y contraindicaciones de la celidonia mayor

Dado su alto contenido de alcaloides, la ingesta de celidonia mayor está desaconsejada. El uso artesanal de la planta no se considera seguro, ya que se ha evidenciado que puede causar daño hepático. De ahí gran parte de la controversia en torno a la planta, pues en el pasado se le atribuyeron beneficios para la salud del hígado.

Ahora bien, aunque se ha determinado que la aplicación del látex de celidonia es seguro en caso de verrugas, en algunas personas puede causar erupciones cutáneas alérgicas. De ser así, se recomienda enjuagar con abundante agua y suspender su empleo.

Por la falta de información fiable sobre su seguridad, la planta y sus derivados están contraindicados en los siguientes casos:

• Niños pequeños.
• Embarazo y lactancia.
• Enfermedades autoinmunes, como la esclerosis múltiple (EM), el lupus (lupus eritematoso sistémico, LES) y la artritis reumatoide (AR).
• Enfermedad hepática, incluida la hepatitis.
• Obstrucción del conducto biliar.

A su vez, se desaconseja su ingesta simultánea con medicamentos que elevan el riesgo de daño hepático, entre los que se destacan el paracetamol, la amiodarona, la carbamazepina, el fluconazol, la eritromicina y la lovastatina, entre otros.

¿Qué hay que recordar sobre la celidonia mayor?

En la medicina tradicional, la celidonia mayor se usó por mucho tiempo para el tratamiento de problemas cutáneos, molestias digestivas y algunos dolores. Tras varias investigaciones, se determinó que tiene potencial contra la dispepsia y las verrugas de la piel.

Pese a esto, varios informes apuntan a que su alto contenido de alcaloides puede derivar en efectos tóxicos, sobre todo a nivel hepático. Por tal motivo, su consumo casero está desaconsejado. En caso de tomar suplementos que contengan esta planta, conviene consultar previamente al médico.

En cuanto al empleo tópico de su látex, se ha informado que tiende ser seguro y bien tolerado cuando se aplica sobre verrugas y callosidades. Aun así, conviene hacer una pequeña prueba antes de aplicarlo en su totalidad. Si tras aplicar el remedio no se observan reacciones alérgicas, puede emplearse sin problema.