Cómo aliviar el dolor de cabeza en verano
Escrito y verificado por el médico Leonardo Biolatto
El hecho de que el dolor de cabeza en verano es prácticamente una entidad médica, no deja lugar a dudas. La época estival se acompaña de mayores consultas por cefalea y de exacerbación de los episodios en personas migrañosas.
Encuestas realizadas en diversos países revelan que entre el 85-90 % de las personas refieren haber sufrido al menos una cefalea en el último año. Es así que la consulta por dolor de cabeza es la más frecuente en casi todos los servicios de salud.
No afecta por igual a varones que a mujeres. El 80 % de los varones ha tenido episodio de cefalea en el último año, pero entre las mujeres esa proporción asciende al 95 %. Del mismo modo la migraña afecta más a mujeres que a varones, estando presente en el 15 % de la población general.
Ahora bien, ¿por qué el verano es factor de riesgo para las cefaleas? Se supone que es una época para mayor relajación, para realizar actividades al aire libre, evitar el encierro, y con mejor clima. Justamente, son esas condiciones las que podrían actuar en combinación para provocar cefalea.
Vamos a ver algunos aspectos de esa multicausalidad que se esconde detrás del dolor de cabeza en verano.
Causas del dolor de cabeza en verano
Las cefaleas responden a varias causas. Salvo entidades patológicas puntuales que tienen una etiología clara, las cefaleas más prevalentes no son ocasionadas por un solo factor.
El dolor de cabeza en verano no es la excepción. No duele la cabeza por el mero hecho de ser verano. Duele porque se combinan en el mismo momento una serie de situaciones que dependen de la época del año. Una combinación habitual son los viajes con el cambio de hábitos con la exposición a la luz solar.
Calor
El calor, por supuesto, es una causal. En verano, con mayores temperaturas en el ambiente, el cuerpo desarrolla vasodilatación. Esto quiere decir que aumenta el calibre de los vasos sanguíneos para intercambiar energía calórica con el exterior y no sufrir un golpe de calor. Como efecto no deseado, la vasodilatación puede estar en la base etiológica de las migrañas.
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Consumo de alcohol y deshidratación
En verano hay también una mayor demanda de hidratación por parte del organismo, debido la temperatura ambiente. Ese requerimiento muchas veces es subsanado con alcohol durante los meses de calor. Pero el alcohol no hidrata, y la deshidratación sigue su curso, pudiendo provocar cefaleas.
Cambios en los horarios de sueño
Los cambios en las horas diurnas y nocturnas también pueden ser sustrato para empeoramientos de la migraña. Al haber más luminosidad durante el día, el cuerpo modifica sus hábitos y sus horarios de sueño. Es clásico que durante el verano se reduzcan las horas de descanso, inclusive llegando al insomnio.
Personas que no padecen insomnio regularmente lo manifiestan durante el verano. El trabajador se relaja, los niños no tienen que levantarse temprano, las pantallas están encendidas más tiempo, la vida social se incrementa, se consumen sustancias estimulantes. Con insomnio, las cefaleas aumentan.
Cómo prevenir el dolor de cabeza en verano
Veamos entonces qué medidas se pueden tomar para evitar la aparición del dolor de cabeza en verano. Todas son medidas simples. Y podemos dividirlas en dos objetivos:
- Para contrarrestar el calor veraniego.
- Para contrarrestar los hábitos estivales.
Medidas contra el calor para prevenir el dolor de cabeza en verano
- Cuidarse del sol: el sol del verano es percibido de forma más intensa por el cuerpo. Es necesario protegerse con gorros y preferir la ropa blanca. Los lentes de sol también son de utilidad. Si es posible, las actividades al aire libre deberían realizarse lejos de los horarios del mediodía, cuando la luz es más intensa.
- Evitar los cambios drásticos de temperatura: es costumbre en verano que los aires acondicionados funcionen muy potentes. Entrar y salir de lugares climatizados es un disparador para la cefalea.
- Mantener el fresco del hogar: dentro de la casa es preferible conservar el fresco que generar aire frío con los aires acondicionados. Son preferibles los ventiladores.
- Hidratarse: durante el verano el cuerpo requiere agua en mayor cantidad que lo habitual. Para evitar la deshidratación es recomendable ingerir líquidos a intervalos regulares y evitar bebidas deshidratantes como el alcohol.
Medidas contra los hábitos veraniegos
- Alimentarse saludablemente: se puede contribuir a la ingesta de líquidos con alimentos que aporten agua, como las frutas y las verduras. Para quienes padecen migraña es indicación evitar los alimentos que contienen sustancias asociadas a las cefaleas, como los embutidos o el chocolate.
- Descansar lo habitual: el cambio de rutinas parece ser una norma en el verano. Los especialistas coinciden en que la mejor práctica es intentar mantener los horarios de todo el año, con las mismas horas de sueño. Inclusive se puede añadir una siesta de hasta treinta minutos en el horario de mayor intensidad de la luz solar, contribuyendo a no exponerse en ese momento.
Resumiendo…
Durante el verano incrementa la exposición a una serie de factores que pueden incidir en la aparición de cefaleas. El aumento de temperatura, sumado a la deshidratación y al insomnio pueden explicar por qué aumenta este síntoma en esta época del año.
Por fortuna, hay una serie de cuidados y hábitos que se pueden aplicar desde casa tanto para prevenir su aparición como para calmar el dolor existente. ¡Tenlo en cuenta!
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