Cómo enseñar al niño a no procrastinar
Escrito y verificado por el psicólogo Bernardo Peña
Cómo enseñar al niño a no dejar para mañana lo que puede hacer hoy es una de las principales preocupaciones de los padres. Esta conducta, que puede llegar a convertirse en hábito, se denomina procrastinación. Solemos dejar para después las tareas que asumimos como tediosas o aquellas que relacionamos con sacrificios, cambios o dolor.
Esta es una actitud bastante común, pero no debemos sucumbir en ella. Aunque todos en algún momento hemos procrastinado es importante buscar herramientas que te muestren como enseñar al niño a evitar esta conducta. Además, reemplazarla con prácticas más productivas.
No es fácil, ya que la tendencia es hacia la conservación de la energía y el mínimo esfuerzo. Sin embargo, muchas veces en nuestras vidas tenemos que aprender a obligarnos a empezar.
Curiosamente, una vez nos hemos obligado y estamos inmersos en nuestra tarea u objetivo, enseguida nos “engancha” y nos motiva. El momento en el cual nos resistimos a la abulia y nos centramos en la acción, es muy reforzante a nivel personal.
Cómo enseñar al niño a evitar la procrastinación
El mejor método de enseñanza siempre ha sido educar con el ejemplo. No puedes pedir al niño que deje de holgazanear si tú lo haces. Acá vamos a mencionar algunos consejos de cómo enseñar al niño a prevenir la procrastinación.
Establece lapsos de tiempo específicos por actividad
Enseñar al niño a tener y cumplir horarios es de vital importancia para su futuro. Ya que tendrá que enfrentarse con situaciones que no deben ser pospuestas. Una hora para hacer los deberes escolares, otra para jugar, un tiempo para descansar y así con cada actividad.
Fomenta buenos hábitos
Instruir a tu hijo en los buenos hábitos es otra manera de educarlo. Establece rutinas que le permitan conocer la importancia de cumplir con los compromisos adquiridos en el tiempo previsto. Se le puede indicar que primero hará los deberes y luego podrá jugar, o que debe preparar su mochila antes de ir a acostarse. Estos tipos de instrucciones facilitan la convivencia y promueven la armonía familiar.
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Escucha a tu hijo
Si tu hijo demuestra poco o ningún interés en la actividad encomendada puede deberse a que tenga otras preferencias. Es idóneo que converses con tu hijo sobre sus sueños y pasiones, para saber si lo que está realizando brindará aportes de valor a su crecimiento. Así podrás asegurarte que no asuma compromisos más allá de sus posibilidades. Y también lo podrás acompañar realizando actividades en familia que les hagan felices.
Enseña el valor de la paciencia
Recompensar al niño tan pronto pide algo no le ayuda a apreciar el valor de las cosas y se acostumbrará a la satisfacción inmediata. Por lo tanto, si no aprenden a ser pacientes tampoco sabrán cómo enfrentar las frustraciones de no poder satisfacer sus deseos.
Promueve el buen uso de los aparatos electrónicos y el Internet
La distracción que ofrece el Internet y los aparatos electrónicos, como los móviles y la televisión, puede ejercer una influencia negativa en el niño a la hora de realizar los deberes escolares u otras actividades que sean de menor agrado. En el mismo orden de ideas de la primera recomendación. Establecer horarios para navegar por internet o disfrutar de su programa favorito servirá para evitar la procrastinación.
Divide las tareas extensas
Algunas veces nos invade la ansiedad cuando la tarea que debemos enfrentar es extensa, lo que puede significar que también sea o se vuelva tediosa. Este tipo de actividades pueden abrumar al niño, hacerle sentir miedo de asumir el reto y terminar posponiéndolo. Entonces, es recomendable iniciar las grandes tareas poco a poco y dividirla en etapas.
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Consideraciones adicionales
La educación del niño es un proceso continuo e infinito, y el tiempo que le dediques promoverá la formación de un adulto capaz y asertivo. Si bien la realización de tareas múltiples (multitasking) es una práctica muy común en la actualidad, está comprobado que el ser humano no puede hacer bien más de dos tareas a la vez.
En tal sentido, debes conocer cómo enseñar al niño a evitar la realización de tareas simultáneas y las distracciones, ya que pueden terminar convirtiéndose en enemigas de la concentración. De esta manera, podrás evitar la procrastinación.
Establece un lugar de trabajo libre de distracciones y evita dotar al niño de aparatos electrónicos, como reproductores de música, tabletas o teléfonos móviles que inciten al pequeño a entretenerse y no ejecutar las tareas encomendadas.
En algunos casos muy específicos, las tareas simultáneas pudieran ser beneficiosas. No obstante, por lo general resultan ser un derroche innecesario de tiempo y energía que no derivan en nada provechoso. Ya que generalmente se trata de actividades realizadas sin objetivos claros. Por tanto, resulta ideal enseñar a tu hijo a realizar una tarea a la vez.
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