Cómo hacer aceite de ajo en casa: receta y usos
Hacer aceite de ajo en casa nos permite tener a mano un producto versátil, ideal para condimentar platos y mejorar la salud. Este preparado, aunque no es tan popular como otros aceites, concentra nutrientes y propiedades que pueden contribuir a nuestro bienestar. ¿Aún no lo pruebas?
¿Qué es el aceite de ajo?
El aceite de ajo es un producto natural que podemos hacer en casa a partir de los bulbos de ajo y aceites saludables como el de oliva. Debido a su particular sabor, es un producto que podemos usar posteriormente para condimentar carnes, ensaladas, guisos y muchas otras recetas.
Asimismo, por su calidad nutricional y propiedades, también podemos usarlo como remedio complementario para mejorar nuestra salud. Si bien no tiene efectos “milagrosos” o similares, su consumo moderado puede contribuir a la prevención y tratamiento de algunas enfermedades.
Propiedades nutricionales del ajo
Como alimento, el ajo se valora por su interesante calidad nutricional. De acuerdo con información de la base de datos de alimentos publicada por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, el ajo contiene:
- Fibra
- Selenio
- Vitamina C
- Manganeso
- Vitamina B6
- En menor cantidad: calcio, cobre, potasio, fósforo, hierro y vitamina B1
Por otro lado, como lo muestra un artículo publicado en Avicenna Journal of Phytomedicine, el ajo tiene otros compuestos saludables, como la alicina, que tiene efectos inmunomoduladores, antimicrobianos, antioxidantes y antiinflamatorios.
Quizás te interese: Aprende a preparar esta deliciosa crema de ajo blanco
¿Cómo hacer aceite de ajo?
Como lo habíamos adelantado, para hacer aceite de ajo solo necesitamos bulbos frescos de ajo y aceite de oliva, preferiblemente extra virgen. Además, para mejores resultados, también proponemos usar un poco de zumo de limón recién exprimido.
Ingredientes
- 6 cabezas completas de ajo
- 2 tazas de aceite de oliva virgen extra (500 ml)
- ½ vaso de zumo de limón (100 ml)
Mira también:3 recetas fáciles de sopa de ajo
Preparación
- En primer lugar, debemos lavar bien los ajos con abundante agua tibia. Deja reposar por espacio de 20 minutos, sin remover.
- Pasado este lapso, procede a retirar la piel de cada bulbo, hasta dejar descubierto todo. Una vez hecho esto, colócalos en una bandeja pequeña y por el horno a 180ºC.
- Después, cocina los ajos por 15 minutos y luego deja que enfríen un poco.
- Vierte en un recipiente el contenido de la taza de zumo de limón y luego los ajos. El limón te ayudará a neutralizar un poco el fuerte olor de estos.
- A continuación, vierte también el aceite de oliva virgen extra en el recipiente y mezcla con los ajos.
- Vuelve a introducirlo todo de nuevo al horno, con la misma temperatura, durante 5 minutos.
- Finalmente, retira, deja que enfríe, cuela e introduce de nuevos los ajos al recipiente de cristal.
No te pierdas: Cómo reducir el colesterol con ajo: 3 remedios caseros
Usos del aceite de ajo
El producto que obtenemos combinando ajo con aceite de oliva podemos emplearlo para condimentar recetas. Sin embargo, más allá de esto, podemos aprovecharlo como aliado para promover la salud. Por supuesto, no es un tratamiento de primera línea para las enfermedades y tampoco un producto curativo.
Simplemente, incluido como parte de la dieta regular, resulta beneficioso. Por ejemplo, una revisión publicada en Nutrition Research Reviews sugiere que el ajo en polvo, el ajo envejecido y el aceite de ajo tienen efectos antiplaquetarios y anticoagulantes. Por eso, podrían contribuir a una mejor circulación sanguínea y una buena salud cardiovascular.
Entre tanto, una investigación en la revista médica Advances in Therapy señala que los suplementos con ajo pueden reducir el número de resfriados en un 63 % en comparación con un placebo. Esto, al parecer, gracias a su capacidad para estimular el sistema inmunitario.
También es un buen aliado para minimizar el impacto de los radicales libres en el organismo. La revista científica Journal of Nutrition sugiere que sus antioxidantes protegen el cuerpo contra el daño oxidativo, lo que disminuye el riesgo de envejecimiento prematuro y enfermedades.
Encontramos que hacer aceite de ajo va más allá de sus usos en la gastronomía. Su consumo moderado, por ejemplo una cucharadita diaria, contribuye a promover la salud. En cualquier caso, no es un tratamiento para las enfermedades, sino un coadyuvante para mantener el bienestar.
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Bayan L, Koulivand PH, Gorji A. Garlic: a review of potential therapeutic effects. Avicenna J Phytomed. 2014;4(1):1–14.
- Morales-González JA, Madrigal-Bujaidar E, Sánchez-Gutiérrez M, et al. Garlic (Allium sativum L.): A Brief Review of Its Antigenotoxic Effects. Foods. 2019;8(8):343. Published 2019 Aug 13. doi:10.3390/foods8080343
- Tsai, C. W., Chen, H. W., Sheen, L. Y., & Lii, C. K. (2012). Garlic: Health benefits and actions. BioMedicine (Netherlands). https://doi.org/10.1016/j.biomed.2011.12.002
- Rana, S. V., Pal, R., Vaiphei, K., Sharma, S. K., & Ola, R. P. (2011). Garlic in health and disease. Nutrition Research Reviews. https://doi.org/10.1017/S0954422410000338
- Amagase, H., Petesch, B. L., Matsuura, H., Kasuga, S., & Itakura, Y. (2001). Intake of Garlic and Its Bioactive Components. The Journal of Nutrition. https://doi.org/10.1093/jn/131.3.955s
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.