¿Cómo mejorar la concentración con remedios naturales?

Revisado y aprobado por el médico Carlos Fabián Avila

Escrito por Yamila Papa Pintor

Última actualización: 12 agosto, 2024

¿Estás teniendo problemas para centrarte en las tareas que realizas? ¿Te dispersas demasiado y te cuesta volver a prestar atención a una actividad? Para ayudarte, a continuación te comentamos cómo mejorar la concentración con remedios naturales.

Falta de concentración, un mal actual

Junto al estrés, podríamos decir que los problemas de focalización en el trabajo, estudio y la vida misma son algo más que frecuente. Esto se debe a varias razones.

En primer lugar, porque cada vez estamos más estimulados con la tecnología, las pantallas, las luces, los sonidos. En la ciudad no hay respiro para nuestra vista, nuestros oídos y nuestra mente, ya sea de día o de noche.

Por otra parte, la cantidad de tareas que hacemos cada día no son una buena combinación. Tenemos trabajos que nos exigen una gran cantidad de procesos en los que debemos pensar.

Seguro que te estarás preguntando, ¿qué tiene de malo pensar? En realidad, nada. Pero el problema radica en que no permitimos que nuestra mente descanse lo suficiente. Siempre está atiborrada de tareas y pensamientos y no la dejamos que tome vacaciones.

Porque, aunque estemos en la playa tumbados al sol, el cerebro sigue en la oficina, en los problemas, en los clientes, en el tránsito y en la hipoteca.

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¿Cuáles son los alimentos que nos ayudan a mejorar la concentración?

Comer sano tiene una gran relación con cómo nos sentimos, tanto en lo físico como en lo mental. Algunos alimentos que puedes consumir para estar más atento y enfocado en tus tareas son:

Panes y galletas de harina integral

No solo son más saludables que los de harina refinada (blanca), sino que además liberan un aminoácido llamado L-triptófano. Este es absorbido por el cerebro y ayuda a producir más cantidad de serotonina, un neurotransmisor que promueve la relajación y nos permite dormir y descansar mejor.

Si tu mente está calmada, podrá enfocarse en las tareas al otro día. En cambio, si no baja las revoluciones, nunca tendrá la capacidad para rendir lo suficiente. Consulta a tu nutricionista para cambiar los cereales blancos por los integrales a partir de ahora.

Pollo

Las proteínas que aporta el pollo (cuando no está frito) contribuyen a mantener la concentración todo el día. Cuando consumes este alimento a la plancha, al horno, al vapor o hervido, el organismo libera una proteína llamada L-tirosina, la cual permite sintetizar dos hormonas, la dopamina y la noradrenalina, que nos ayudan a pensar más rápida y claramente.

Huevos

Además de mejorar todo lo relacionado a la concentración y atención, los huevos ayudan a que el cerebro tenga memoria en el largo plazo. Esto se debe a la cantidad de proteínas de este alimento, las cuales se relacionan con las funciones cognitivas, según investigaciones. Podrás estar en más estado de alerta si consumes huevo regularmente; la cantidad exacta deberías consensuarla con el nutricionista.

Atención, que para que surta efecto tiene que estar hervido o dentro de una preparación (como puede ser una tortilla). No vale comerlo frito. Otros alimentos que tienen efectos similares (al menos en su contenido de proteínas) en el organismo en general y en la mente en particular, son los frijoles, la carne magra y el pescado.

Lácteos desnatados

Específicamente, la leche y el yogur son muy buenos para ayudar a mejorar la concentración en tus tareas. Hay estudios que han investigado la relación entre el consumo de lácteos y las funciones cognitivas, y esto ha permitido establecer una conexión entre ambos.

Además, debemos considerar que las proteínas que aportan los lácteos se digieren más lento que los hidratos de carbono y, como consecuencia, proveen tanto al cuerpo como al cerebro de más energía.

Nueces

En realidad, la mayoría de los frutos secos tienen propiedades que ayudan al cerebro. En el caso particular de las nueces, vale la pena destacar que permiten ganar en concentración (sobre todo a largo plazo) y, a la vez, responder más rápido a los requerimientos en el trabajo y en el estudio.

Si tienes que rendir un examen, por ejemplo, no dudes en comer un puñado de nueces antes de empezar a estudiar cada día y la noche anterior. Lo mismo si tienes que preparar algún informe importante en tu trabajo.

Aceite de oliva

Las grasas saludables son el tercer grupo, junto a las proteínas y a los hidratos de carbono, que favorecen las funciones cerebrales. Cambia el aceite de girasol o de maíz por el de oliva, para tus ensaladas y otras comidas.

Las grasas saludables también están presentes en ciertos pescados, como  el salmón o el atún. A su vez, estos alimentos son ricos en omega 3 y 6, que ayudan al cerebro a prevenir el declive de algunas de sus funciones, según estudios.

Aguacate

Este alimento sabroso, y al mismo tiempo saludable, tiene miles de propiedades y nos aporta las mismas grasas “buenas” que el aceite de oliva.

Es imprescindible que lo incluyamos en nuestra dieta diaria. Está comprobado que nos ayuda a estar más atentos y a mejorar la concentración en las tareas que desempeñamos cada día.

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¡Cuídate!

Por último, has de saber que existen ciertos ejercicios o técnicas que te podrían ayudar a mejorar la concentración:

• Hacer descansos cada dos o tres horas de trabajo.
• Estar en contacto con la naturaleza lo más posible.
• Meditar todas las mañanas durante 10 minutos.
• Cambia la rutina, los caminos que tomas para ir a cada lugar, las tareas que haces.
• Haz ejercicio físico para mejorar la capacidad cerebral.
• Disfruta de las cosas que te gustan: no todo es trabajar o estudiar.