Cómo puedes prevenir la disbiosis intestinal llevando una dieta equilibrada
Revisado y aprobado por el médico José Gerardo Rosciano Paganelli
La disbiosis intestinal es una enfermedad relacionada con un desequilibrio de las bacterias que se encuentran alojadas en los intestinos, en la llamada flora intestinal. Estas bacterias son favorables para la salud del individuo porque contribuyen a la digestión y la absorción de nutrientes. Además, favorecen la producción de vitamina B y K, fortaleciendo el sistema inmunitario del organismo.
¿Qué causa esta patología?
Las causas de esta patología suelen estar relacionadas con diversos factores como:
- Estrés.
- Sedentarismo.
- Insomnio.
- Alcoholismo.
- Tabaquismo.
- Consumo excesivo de antibióticos.
- Abuso de azúcares simples.
Todos son componentes relacionados con un estilo de vida inadecuado y de una mala alimentación, que terminan reduciendo la cantidad de bacterias beneficiosas. Estos cambios generados en la flora natural intestinal colocan a las personas en una posición vulnerable. De esa manera se incrementa el riesgo de padecer o agravar ciertas enfermedades: estreñimiento crónico, inflamación intestinal, proliferación de hongos, colon irritable, gases y fatiga general.
Es por ello que se vuelve tan importante el llevar a cabo una nutrición balanceada a través de una dieta equilibrada y hábitos de vida saludables, capaces de garantizar la salud física y mental. Partiendo de este principio, en las siguientes líneas te presentamos la fórmula alimenticia para prevenir la disbiosis intestinal.
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Dieta para la disbiosis intestinal
La flora intestinal natural está compuesta por más de 100 billones de bacterias. De ellas el 85% son saludables para el organismo. Éstas se alimentan y reproducen a partir del consumo de alimentos con alto contenido en hidratos de carbono, presentados en forma de fibra y almidón. Por lo tanto, se recomienda una dieta rica en alimentos prebióticos, antibióticos y probióticos.
Alimentos prebióticos
Son aquellos que el organismo no puede procesar. Ahora bien, por la fermentación de la fibra que contienen estimula el crecimiento de bacterias saludables, tal y como afirma una publicación en Gut Microbes. Todas aquellas que se encuentran en el intestino, favoreciendo su equilibrio. Entre estos alimentos encontramos:
- Alcachofa.
- Banana.
- Ajo.
- Cebolla.
- Patata.
- Avena.
- Trigo.
- Espárrago.
De acuerdo con las investigaciones realizadas en la Universidad Católica de Lovaina, en Bélgica, estos alimentos no solo tienen funciones en la zona intestinal. Los alimentos prebióticos también facilitan la absorción del calcio y otros minerales como el magnesio y el hierro.
De esa manera se puede mejorar la densidad ósea, se previene la osteoporosis y se favorece el perfil lipídico con la metabolización en el hígado. Por eso, disminuyen los niveles altos de triglicéridos.
Alimentos probióticos
Los probióticos son microorganismos vivos que se encuentran en el aparato digestivo. Siempre que se administren en las cantidades adecuadas, traerán beneficios para la salud. En el caso de los alimentos, nos referimos a aquellos que están compuestos por microorganismos que permanecen vivos en el interior del organismo y se adhieren a la mucosa intestinal para estimular los jugos digestivos que mejoran el proceso de digestión.
Además, son un estímulo para la alimentación y crecimiento de las bacterias saludables. Puedes consumirlos a través de las comidas fermentadas o suplementos como el yogur, la leche de vaca o cabra fermentada, aceitunas, chocolate negro, el repollo fermentado, entre otros.
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¿Cómo te beneficia el vino tinto?
Adicionalmente a estos tres tipos de alimentos para tratar la disbiosis intestinal, se recomienda el consumo de vino tinto por su contenido de polifenol. Éste podría favorecer la flora intestinal.
Varias investigaciones han determinado que los polifenoles ayudan a fortalecer el sistema inmunitario del individuo e inhibe la reproducción de las bacterias perjudiciales para el organismo.
Evita el exceso de proteínas
Por otro lado, es necesario tener cuidado con las dietas hiperproteicas. El alto consumo de proteínas podría estimular el aumento de las bacterias negativas en el sistema digestivo, lo que provoca una toxemia intestinal (dificultad para evacuar) y acorta el período de vida de las bacterias beneficiosas. De todos modos existe cierta controversia al respecto en la actualidad. Dietas de hasta 2 gramos de proteína/kg de peso se consideran seguras.
De acuerdo con datos del Instituto de Nutrición Celular Activa (INCA), la proteína no digerida es fermentada por las bacterias del colon con la consiguiente producción de tóxicos, tales como el amoníaco o amina. El amoníaco modifica la morfología y el metabolismo de las células intestinales. Esto reduce su vida útil y favorece el crecimiento de células intestinales cancerosas.
Modifica la dieta para prevenir la disbiosis intestinal
Como vimos, tienes varias alternativas para controlar y prevenir la disbiosis intestinal. Sin embargo, recuerda que siempre es necesaria la opinión de un profesional de la salud, que pueda orientarte de la mejor manera. De igual manera, es el médico el encargado de diagnosticar y tratar estas patologías.
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- Holscher HD., Dietary fiber and prebiotics and the gastrointestinal microbiota. Gut Microbes, 2017. 8 (2): 172-184.
- Gibson GR., From marine sediments to the human gut. Active Food Scientific Monitor, 2000.
- Ding S., Jing H., Fang J., Regulation of immune function by polyphenols. J Immunol Res, 2018.
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