Cómo aliviar los síntomas de la fibromialgia de manera natural
Revisado y aprobado por la médico Maricela Jiménez López
La fibromialgia afecta a un promedio de entre un 2 y un 5 % de la población, sobre todo mujeres de mediana edad. Esta enfermedad se caracteriza por la presencia de dolores en los músculos y en las articulaciones, aunque sin inflamarlos, a diferencia de la artritis.
En el siguiente artículo, te invitamos a conocer en qué consiste este trastorno y a qué alternativas naturales se puede recurrir para disminuir sus síntomas.
Características de la fibromialgia
Se trata de la enfermedad reumática más frecuente después de la artrosis. Es difícil de diagnosticar, pues el diagnóstico está basado en la sintomatología que presenta el paciente. Además, muchas veces los primeros síntomas no suelen ser contemplados porque pueden llegar a atribuirse a un mal movimiento, falta de sueño, un esfuerzo, entre otros.
La fibromialgia es un síndrome de dolor crónico y generalizado de tipo musculoesquelético en diferentes puntos sensibles del cuerpo. No obstante, en la actualidad, la fibromialgia ya no se diagnostica mediante el recuento de estos puntos sensibles, sino que se tienen en cuenta los síntomas principales.
Se localiza especialmente en zonas musculares sin mostrar daños aparentes en los estudios médicos. Aun así, el paciente presenta gran sensibilidad a cualquier contacto físico o cambio de temperatura.
Síntomas
La fibromialgia está asociada a una gran variedad de síntomas y a otras alteraciones psíquicas y reumatológicas. Muchos pacientes refieren agotamiento psíquico y físico durante muchos días y sin alivio aunque descansen. Entre ellos, se destacan:
- Rigidez matutina.
- Contracturas.
- Dolor abdominal.
- Calambres musculares.
- Sensación de hinchazón (subjetiva).
- Alteraciones en el sueño.
- Cansancio.
- Dolor de cabeza.
- Colon irritable.
- Dolores intensos en la menstruación.
- Sensibilidad en el estómago.
- Intolerancia a ciertos fármacos.
- Ojos y boca secos.
- Extremidades frías.
- Aumento de sudoración.
- Dolor en la mandíbula.
- Palpitaciones.
- Mareos.
- Problemas de concentración y memoria.
- Inestabilidad
- Depresión.
- Ansiedad.
- Hipocondría.
Causas
Se desconocen las causas de la fibromialgia, así como también las formas en que se produce. Sin embargo, existen ciertos indicios en relación con los mecanismos que podrían derivar en este trastorno:
- Desequilibrio en los neurotransmisores del sistema nervioso.
- Alteración en los niveles de ciertas sustancias responsables de procesos neuroquímicos.
- Disfunción en la llegada de flujo sanguíneo a ciertas estructuras cerebrales.
- Base o predisposición genética.
- Infecciones crónicas o víricas.
- Procesos inflamatorios.
- Enfermedades musculares.
- Cuadros depresivos.
Zonas más afectadas
El dolor constituye el síntoma principal y suele afectar a determinadas zonas. Entre ellas, se cuentan el origen de las extremidades, alrededor de la columna vertebral, la cervical, los brazos, los hombros, la región lumbar, las caderas o los muslos.
Intensidad
Este dolor persistente suele ir acompañado de rigidez. Esta rigidez puede notarse sobre todo durante las primeras horas de la mañana. Es probable que mejore levemente a lo largo del día, pero que vuelva a empeorar durante el atardecer y la noche. También se agrava ante los siguientes panoramas:
- Si la persona permanece en una postura similar por períodos prolongados.
- Si la persona levanta pesos o se ve afectada por otras cargas físicas.
- Ante la presencia de cambios climáticos.
- Ante la activación emocional.
Leer más: Los puntos de dolor de la fibromialgia
Tratamiento
Si bien todavía no existe una cura universalmente aceptada para la fibromialgia, determinadas estrategias terapéuticas han demostrado ser eficaces para mitigar los síntomas y mejorar la calidad de vida. Entre ellas, se destacan:
- Educación del paciente sobre su cuadro clínico.
- Ejercicio físico.
- Disminución del nivel de estrés.
- Buenos hábitos de sueño.
- Terapias conductuales.
- Consumo de ciertos fármacos.
Aunque el tratamiento farmacológico puede resultar útil para aliviar algunos síntomas, los pacientes no suelen lograr una mejoría significativa si no adoptan las estrategias no farmacológicas. Por este motivo, presentamos algunas alternativas naturales que pueden resultar beneficiosas.
Remedios caseros
Por sus propiedades relajantes, ciertas hierbas y plantas pueden contribuir a aliviar el dolor muscular y articular. Presentamos algunas recetas naturales:
- Prepara un té con dos cucharadas de tomillo seco y medio litro de agua. Bebe una taza a la mañana y otra en el momento que desees, o bien cuando los dolores comiencen a aparecer (a la tarde, por ejemplo).
- Con la misma infusión anterior de tomillo y agua, llena la tina y coloca agua caliente. Sumérgete durante 15 o 20 minutos (o hasta que el agua se enfríe).
- Embebe un paño o tela de algodón en vinagre de manzana y realiza refriegas en la zona dolorida y afectada por la fibromialgia.
- Hierve durante 5 minutos una taza de agua y 2 gramos de la corteza seca de sauce. Si no tienes este árbol en casa, puedes conseguirlo en las tiendas naturistas o dietéticas. Bebe entre 2 y 3 tazas por día, comenzando en el desayuno. El sauce tiene salicina, al igual que muchos analgésicos. Por lo tanto, se reducirá el dolor.
- Consume 2 cucharaditas de jengibre en polvo o rallado en un vaso de agua a temperatura ambiente. Bebe de manera inmediata. Repite otra vez en el día.
- Hierve una pequeña cucharada de flores de hierba de San Juan o Hipérico y una taza de agua por 5 minutos. Retira del fuego, deja enfriar y cuela. Bebe tibio y repite otra vez más en el día.
- Realiza una decocción de 100 gramos de cola de caballo seca en un litro de agua durante media hora. Retira del fuego, cuela y bebe dos tazas por día.
- Vierte en un litro de alcohol blanco de 45° 35 gramos de flores de caléndula (secas o no). Deja reposar durante 15 días bien tapado en un frasco de vidrio (Mientras tanto, usa otro de los remedios naturales contra la fibromialgia). Pasado este tiempo, embebe un algodón o paño y aplica en la zona afectada como compresa.
Algunos consejos alimentarios
Come alimentos ricos en magnesio
Algunas de las opciones son las espinacas, los espárragos, la lechuga, la levadura de cerveza y el germen de trigo.
Añade más selenio a tu dieta
Este nutriente se encuentra en la naranja, la manzana, el pepino, la calabaza, el ajo, la cebolla y las coles.
Consume más calcio
No solo los lácteos te aportarán calcio, sino también los vegetales de hoja verde, como la espinaca o la acelga.
Ingiere más cantidad de vitamina C
Si bien todo el mundo cree que las naranjas son la mayor fuente de esta vitamina, en realidad existen otros alimentos que también pueden ayudarte, como las fresas, los arándanos y las cerezas.
Como verás, entre las terapias no farmacológicas, las intervenciones nutricionales están adquiriendo mayor importancia. Entra en juego la educación nutricional, dietas específicas, suplementos nutricionales y estrategias para adelgazar. Adoptar hábitos saludables parece ser el camino para la reducción de los síntomas de la fibromialgia.
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