Descubre un componente esencial para combatir la anemia

Escrito y verificado por el médico Nelton Abdon Ramos Rojas

Escrito por Valeria Sabater

Última actualización: 06 julio, 2023

¿Te preguntas cuáles son las claves para combatir la anemia? Primero debes saber cuál es su causa. Muchas veces, la anemia no se debe solamente a una falta de hierro en nuestra sangre o a un sangrado excesivo durante la menstruación.

Hay ocasiones en que esta enfermedad está determinada por un déficit de vitamina B12.  Es lo que se conoce como anemia macrocítica, determinada por el déficit de este componente.

Lo que ocurre básicamente es que nuestro organismo carece del nivel de glóbulos rojos que necesitamos, y en consecuencia, el oxígeno no llega a los tejidos corporales.

Te ofrecemos más datos en este artículo para combatir la anemia de modo natural. No obstante, recuerda siempre que es importante contar con las orientaciones de tu médico.

Síntomas del déficit de vitamina B12

La vitamina B12 es esencial para disponer no sólo de un nivel saludable de glóbulos rojos en nuestra sangre sino que, además, es un elemento básico para nuestro cerebro. Existen estudios que relacionan niveles bajos de vitamina B12 con desórdenes cognitivos. Además participa en las siguientes funciones:

• Ayuda a la formación de glóbulos rojos.
• Interviene en multitud de procesos metabólicos.
• Ayuda a cuidar del sistema nervioso central.

Gracias a ella disponemos de una memoria ágil, rendimos más intelectualmente y disfrutamos de una mayor energía. No obstante, veamos ahora cómo podemos notar en nuestro día a día que estamos sufriendo un déficit de esta vitamina.

Toma nota:

• Tener la piel muy pálida.
• Estar casi siempre cansada y sin ganas de hacer cosas.
• Fatigarnos al momento de hacer un esfuerzo.
• Sufrir épocas de diarrea o estreñimiento.
• Pasar semanas en que no tenemos hambre.
• Problemas de concentración.
• Dificultad respiratoria, sobre todo durante el ejercicio.
• Se nos inflaman las encías y sangran.
• Hormigueos en manos y pies.
• Anemia.

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Cuando el déficit en vitamina B12 es muy elevado (algo que es frecuente entre los ancianos, por ejemplo), puede ocurrir lo siguiente:

• Confusión o cambio en el estado anímico o mental, pudiendo llegar en casos extremos a posibles demencias.
• Depresiones.
• Pérdidas del equilibrio.
• Dolor en manos y pies.
• Problemas al caminar por la desorientación o los mareos.
• Pérdida de los reflejos.
• Confusión.
• Pérdida de la memoria.

De hecho, es relativamente común una disminución natural de los niveles de esta vitamina en la vejez, según un artículo publicado en la revista “PLoS ONE”.

Si bien pueden darse estados muy graves, todos estos síntomas son reversibles si los tratamos a tiempo y cubrimos esa falta de vitamina B12.

Causas de la falta de vitamina B12

Lo más habitual cuando tenemos un déficit de esta vitamina es que sintamos cansancio. Cuando vamos al médico y nos hacen un análisis, como es de esperar, nos informarán de que sufrimos anemia.

El médico quizá te recete un tratamiento a base de pastillas de hierro. Sin embargo, merece la pena además mejorar la alimentación elevando las dosis de vitamina B12.

Ahora bien pero, ¿qué hace que suframos la pérdida de esta vitamina?

• Iniciarnos en una dieta vegana sin informarnos antes o siguiendo unos consejos incorrectos que nos producen carencias vitamínicas.
• Haber tenido una alimentación incorrecta durante nuestra infancia.
• Padecer el síndrome de Crohn.
• Ser celíaco.
• Tener problemas de riñón.
• Consumir mucho café, ya que este puede interferir en la absorción de la vitamina.
• Tener problemas metabólicos que bloqueen su absorción.
• Tener problemas con el alcohol.
• Tomar muchos antiácidos.
• Sufrir desnutrición durante un embarazo.
• No comer de forma variada y equilibrada, o seguir, por ejemplo, dietas muy restrictivas.

Por estos motivos, la revista “Critical Reviews in Food Science and Nutrition” recomienda que los niños no lleven a cabo una dieta vegetariana. Ni siquiera de manera suplementada.

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Cantidad de vitamina B12 diaria necesaria

La cantidad diaria recomendada por médicos y nutricionistas es muy baja, de hecho es la misma que en otro tipo de vitaminas: 1o microgramos al día.

Esta cantidad considera un 50% de absorción, por tanto, aunque una parte se perdiera, nuestro cuerpo se quedaría con entre 3 y 5 microgramos.

Vitamina B12 para combatir la anemia

En lo primero que pensamos cuando sufrimos de anemia es en la necesidad de consumir más carne roja. Está claro que así elevaremos el nivel de hierro, pero puede traernos a su vez un aumento del nivel de colesterol, debido al aporte de grasas saturadas.

¿Cómo llevar entonces una dieta balanceada donde cubrir una carencia no nos traiga otra dolencia?

Para combatir la anemia lo mejor es alimentarse de forma consciente y, desde luego, siguiendo el consejo de médicos y nutricionistas.

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Nosotros, por nuestra parte, te recomendamos lo siguiente:

• Puedes consumir carne roja de modo puntual, una o dos veces a la semana. Uno de los alimentos más ricos en esta vitamina es el hígado de vaca, así como los riñones. La mejor idea es intentar elegir carnes magras con poca cantidad de grasa.

No obstante, si deseas evitar este tipo de fuentes animales, el mundo vegetal también te ofrece muchas opciones.

Aumentar la vitamina B12 para combatir la anemia

En las farmacias encontrarás también suplementos vitamínicos de este tipo, aunque es importante que consultes con tu médico la conveniencia de tomarla teniendo en cuenta tus circunstancias personales.

Entre los mejores alimentos para aumentar la ingesta de vitamina B12 para combatir la anemia encontramos:

• Los huevos
• El salmón
• El alga espirulina
• El germen de trigo y de soja
• La levadura de cerveza
• Alfalfa
• El tempeh
• El miso
• El alga nori
• Los champiñones
• La coliflor
• Las espinacas

¡Para tener en cuenta!

La anemia es una enfermedad relativamente común que cursa con cansancio crónico. Puede estar producida por un déficit de hierro o de vitamina B12. Para evitar este tipo de situaciones es recomendable llevar a cabo una dieta variada y equilibrada.

No restringir grupos de alimentos contribuirá a prevenir la aparición de esta enfermedad. De todos modos siempre existe la posibilidad de suplementar determinados nutrientes para evitar esta patología.