Consejos de higiene si usas baños públicos

Los baños públicos podría decirse que, en el imaginario colectivo, son lugares llenos de gérmenes y donde es posible contagiarse muchas enfermedades.

De hecho, los baños públicos suelen ser un lugar sucio y descuidado en muchos casos. Incluso, hay personas que prefieren esperar a llegar a casa antes que ir al baño en cualquier lado.

Sin embargo, no siempre podemos aguantar tanto tiempo, y los debemos utilizar sí o sí. Además, no es bueno para la salud dejar pasar mucho sin orinar. Esto podría causar una infección urinaria, daños en la vejiga, cistitis, etc.

En este artículo te daremos algunos consejos para que puedas evitar algunas complicaciones típicas de los baños públicos descuidados.

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Baños públicos, caldo de cultivo de gérmenes

Existen muchos mitos en relación al uso de los baños públicos. Si bien, aquellos que están limpios reducen las probabilidades de contagiarse una enfermedad infecciosa, es necesario tomar ciertos recaudos.

En general, se estima que casi la mitad de las bacterias en baños públicos sería de origen fecal y otra mitad estaría asociada a la piel. Esto se aplica a los asientos de los inodoros y a los dispensadores de jabón.

Hay ciertas bacterias que son más habituales de encontrar en los baños públicos, por ejemplo, el E-coli, la salmonela, el estreptococo o el campylobacter.

A diferencia de lo que consideran algunos, en un baño público no se contagian enfermedades virales ya que los virus no pueden sobrevivir fuera del organismo.

Esto significa que en un baño público es casi imposible contagiarse enfermedades como el VIH, Hepatitis C, Virus del Papiloma Humano o Herpes. La única manera de contagio es si el infectado tiene una herida abierta y queda sangre en el sanitario. La siguiente persona que ingrese al baño debería también tener una lastimadura que justo entre en contacto con el fluido. No es imposible, pero si muy poco probable.

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Consejos para usar el baño público

Presta atención a los siguientes consejos para usar los baños públicos:

1. Limpia el asiento del retrete

Toma un poco de papel higiénico e higieniza el asiento. En algunas tiendas y farmacias venden una cubierta desechable que se coloca encima para evitar sentarse directamente en contacto con la superficie.

2. No bajes mucho tus pantalones

Es preciso que no lleguen a tocar el piso. Déjalos entre las rodillas y los tobillos. De esta manera evitarás que tomen contacto con la suciedad del suelo que está cerca del retrete.

3. No uses baños muy sucios

Si al ingresar al baño público te das cuenta de que hace mucho tiempo no lo limpian, o el retrete tiene superficies mojadas o sucias, busca otra opción para orinar.

4. Nunca te sientes sobre el asiento

Puede ser un poco difícil hacer equilibrio y no cansarse. Sin embargo, es imprescindible para evitar entrar en contacto con el retrete. Si no puedes mantenerte con las rodillas semiflexionadas, puedes apoyarte en la pared o la puerta (siempre y cuando veas que no está sucia).

5. Prueba si funciona la cadena

Antes de orinar es recomendable verificar si la cadena sirve y si su tiraje es completo. Algunos no tienen el agua suficiente como para “llevarse” todos los desechos o quizás los desperdicios se eleven hacia la superficie porque la cañería está tapada. En ninguno de los dos casos se recomienda usar el retrete.

6. Arroja las toallas sanitarias y papel en el basurero

Es una precaución que debes tener cuando estás con la menstruación y usas un baño público. Envuelve las toallas sanitarias en papel higiénico y tíralas en el cubo de la basura, nunca en el retrete ya que esto trae problemas medioambientales y se pueden además atascar las tuberías.

7. Usa papel higiénico en todo momento

También puede ser un pañuelo de papel. Empléalo para manipular cualquier elemento que haya en el baño público, desde la llave de la puerta (sobre todo la interna) al botón o cadena.

Si quieres levantar el asiento también usa un papel higiénico. Nunca toques con tus manos o dedos directamente.

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8. No apoyes tus pertenencias en el suelo

Puedes fijarte antes de entrar al baño si tiene un gancho para colgar el bolso, la chaqueta o lo que tengas. Si vas acompañada, sería bueno que te sujetaran las cosas mientras vas al baño.

El suelo es donde más se puede acumular suciedad y bacterias, por más que dejes tu bolso lejos del retrete.

9. No te quedes mucho tiempo en el compartimento

Una vez que terminas de orinar tarda lo mínimo posible para salir del baño. Los gérmenes y bacterias que rondan el aire pueden ingresar por la nariz o la boca.

10. Lávate las manos

Aunque hayas empleado papel higiénico para tocar todo, no salgas del baño sin antes limpiar bien tus manos con jabón durante unos 20 segundos. Si el sanitario cuenta con agua caliente será mejor que la uses, ya que varios estudios certifican que tiene más capacidad de eliminar gérmenes.

11. Usa un jabón propio

Los dispensadores de jabón líquido no son lo más higiénico que existe, ya que la mayoría de las personas los tocan una vez que salen del baño. Si bien el siguiente acto será lavarte, si puedes lleva tu propio jabón en el bolso.

Además te asegurarás de tener con qué limpiarte las manos en cualquier momento, por ejemplo si se ha acabado el del sanitario.

12. Seca tus manos con papel

Es verdad que se necesitan bastantes toallas de papel para secar el agua, pero son más recomendables que las secadoras de agua caliente. Las secadoras son menos higiénicas debido a que las bacterias se acumulan, según este estudio, en zonas calientes. Si puedes, lleva tus propias toallas o pañuelos de papel.

13. Usa alcohol en gel

Por más que te hayas lavado las manos, sería bueno que reforzaras la limpieza. El alcohol en gel es algo que no puede faltarte. Además de en este caso lo puedes usar después de utilizar el transporte público, antes de comer, etc.