Consejos para combatir el hígado graso
El hígado es el órgano más grande del cuerpo humano. Su principal función es ayudar a digerir los alimentos, almacenar energía y eliminar las toxinas sobrantes. Así, la enfermedad del hígado graso es una afección causada por una acumulación excesiva de grasa en el hígado; existen dos posibles variantes de la enfermedad:
- Enfermedad del hígado graso no alcohólico.
- Enfermedad del hígado graso por alcohol (esteatosis hepática alcohólica)
El hígado graso es una afección bastante común entre la población, sobre todo en países desarrollados. De hecho, está considerada como una de las enfermedades hepáticas más habituales. Vivir con ella es algo complejo y doloroso. Provoca cansancio, hinchazón y pesadez abdominal entre otros síntomas desagradables.
De ahí la importancia de prevenirla, y si se padece, aprender a tratarla para obtener una mejor calidad de vida. A continuación, desarrollamos las principales características del hígado graso y nos centramos en posibles medidas para ayudar a combatirlo.
Causas del hígado graso
Tal como explican los profesionales de Medline Plus, no existen factores claros que determinen con exactitud el fenómeno del hígado graso. Si bien, la mayoría de los expertos lo atribuyen a un abanico bastante amplio de causas entre las que se encuentran las siguientes:
- Personas con diabetes tipo 2 y prediabetes son más propensas a desarrollarlo.
- También las personas con obesidad, de mediana edad o mayores (aunque los niños también pueden sufrirla).
- Las personas con altos niveles de grasas en la sangre, como colesterol y triglicéridos y presión arterial alta pueden desarrollarla más fácilmente.
- Las personas que están tomando ciertos medicamentos, como los corticoides, o algunas medicinas contra el cáncer también pueden ser propensos.
- Si tienen ciertos trastornos metabólicos, incluyendo síndrome metabólico, también.
- Quienes tienen determinadas infecciones (como la hepatitis C), o han estado expuestos a algunas toxinas.
Combatir el hígado graso
En primer lugar, el tratamiento de la enfermedad del hígado graso por alcohol es dejar de beber alcohol. Este paso es obvio y fundamental, y no siempre resulta sencillo. Muchas personas pueden necesitar ayuda para lograrlo. Para ello, es muy recomendable acudir a un terapeuta o participar en un programa de rehabilitación por consumo de alcohol, de la mano de un profesional puede ser más sencillo dejar el alcohol. También hay medicamentos que pueden ayudar, ya sea reduciendo la adicción o haciendo que se sienta mal si consume alcohol.
En cambio, si estamos ante un caso de hígado graso no alcohólico, los profesionales habitualmente recomiendan perder peso para combatir la enfermedad. Esto se debe a que al bajar de peso se puede reducir la grasa, la inflamación y la fibrosis en el hígado.
A día de hoy aún no hay medicamentos que hayan sido aprobados para tratar el hígado graso de forma directa. Algunos estudios están buscando la posibilidad de que sean eficaces determinados medicamentos para la diabetes o la vitamina E, pero se necesita una mayor investigación, aún no hay nada demostrado.
Tanto la enfermedad del hígado graso relacionado con el alcohol como el problema del hígado graso no alcohólico (esteatohepatitis no alcohólica) pueden conducir a cirrosis si estas no se tratan adecuadamente y a tiempo. Si la cirrosis no se soluciona, el problema puede acarrear una insuficiencia hepática, lo que es posible que necesite un trasplante de hígado para ser curado.
¿Existen tratamientos naturales que ayuden a combatir el problema?
No existen evidencias científicas que avalen directamente el uso de la medicina natural en el tratamiento del hígado grado. Si bien, sí es cierto que nuestra dieta, al igual que los hábitos de vida que llevemos día a día, serán fundamentales para prevenir y combatir el hígado graso. Hay que tener en cuenta que una buena salud está directamente relacionada con una alimentación sana.
En este sentido, algunas recomendaciones a incluir en tu dieta son:
- Fibra, que nos ofrece sensación de saciedad y controla el apetito.
- Pan integral, arroz y pasta integrales.
- Copos de avena o maíz natural para desayunar, sin azúcares.
- Incluye legumbres tres veces a las semana en tu dieta, y todas aquellas verduras de hoja verde. También es fundamental tomar mucha fruta
- Evita el azúcar. Como endulzante podemos utilizar la estevia. Es quizá lo único recomendable, puesto que ni la sacarosa ni la fructosa son adecuadas para el hígado graso. De ahí que incluso debamos prescindir del consumo diario de fruta por su alto nivel en azúcares.
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Es importante apostar por un cambio en los hábitos de vida cuando queremos prevenir o ayudar a combatir una enfermedad. La clave de una buena salud está en la alimentación, la vida activa y una actitud positiva.
Te podría interesar...Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
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