Frutas adecuadas para combatir el hígado graso
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Tal y como su nombre lo indica, la enfermedad del hígado graso es una condición en la que se acumula grasa en este órgano. Se desconoce la razón exacta por la que algunas personas tienden a acumular grasa en el hígado, al menos cuando su catalizador no es el alcohol. Dentro de los cambios dietéticos puedes incluir frutas que combaten el hígado graso.
Una de las recomendaciones por parte de los especialistas a la hora de tratar esta enfermedad consiste en mejorar la alimentación y perder peso. De este modo, se puede reducir la grasa, la inflamación y la fibrosis en el hígado. Si se aborda de la mano de un especialista se puede revertir y evitar así complicaciones.
Más sobre el hígado graso
Una vez que se ha desarrollado la enfermedad del hígado graso, es fundamental seguir las pautas del médico según la tipología de alteración hepática que sea. Hay dos tipos principales:
- Hígado graso no alcohólico.
- Hígado graso por alcohol. Que también se denomina esteatosis hepática alcohólica.
Los síntomas principales suelen generar inflamaciones y cansancio. El paciente puede experimentar malestar general de forma que el tratamiento habitualmente obliga a cambiar los hábitos de vida. En el caso de que se generen complicaciones a largo plazo, el problema puede derivar en cirrosis hepática u otras enfermedades semejantes
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Los especialistas diagnostican hígado graso cuando el volumen de grasa hepática conforma en torno al 5 % (o más) del peso total del órgano. Las anomalías metabólicas, la ingesta de alcohol, ciertos problemas de salud y los desequilibrios nutricionales son algunos de sus catalizadores.
7 frutas recomendadas para tratar el hígado graso
Una dieta equilibrada es esencial para la salud en todo sentido. Por esto mismo, expertos e instituciones de todo el mundo, incluyendo la Organización Mundial de la Salud (OMS), hacen hincapié en la importancia de su buen mantenimiento.
Los investigadores consideran a los cambios en la dieta como parte del tratamiento principal para el hígado graso. También son una forma de prevenirlo, en especial en aquellas personas con predisposición a desarrollarlo.
Es importante señalar, siguiendo en todo momento a los especialistas, que el plan nutricional y los cambios reales se eligen de manera personalizada. Por tanto, las frutas para tratar el hígado graso que te enseñamos en breve no son un plan en sí mismo. Consulta con tu médico y con tu nutricionista para que juntos diseñen un programa específico para ti.
1. Manzana
Los profesionales suelen recomendar el consumo diario de al menos una manzana verde. Cuenta con la capacidad de ayudar a reducir el nivel de azúcar en sangre. Asimismo, esta es una fruta que puede ayudar a limpiar el hígado. En estudio realizado en cerdos se encontró que los polifenoles de manzana podrían disminuir la acumulación de grasa en el hígado.
Hay que tener en cuenta que las manzanas disponen de ácido málico, que según algunas hipótesis permite prevenir la aparición de piedras en el hígado y los riñones.
Por último, pero no menos importante, se debe saber que la piel de esta fruta resulta muy beneficiosa. Esta aporta más minerales capaces de atacar la grasa y eliminar los metales pesados del organismo. De acuerdo con una revisión, la manzana puede propiciar al perdida de peso en personas con obesidad, la cual, como ya sabemos, se asocia con la acumulación de grasa.
2. Cítricos
Se considera que los cítricos favorecen la depuración del hígado y fortalecer el sistema inmunitario gracias a sus propiedades antioxidantes, además de constituir una de las mejores fuentes de vitamina C. Los cítricos como el limón también son hepatoprotectores, así lo ha señalado un estudio.
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Existe una gran variedad de zumos en los que el sabor amargo de cítricos como el limón puede quedar disimulado, de forma que pueda consumirse sin problema.
3. Pomelo o toronja
El pomelo está compuesto por enzimas que estimulan el hígado, lo que puede ayudar a eliminar grasas y toxinas. También es fuente de ácido málico y carotenoides, dos elementos que fortalecen y contribuyen al mantenimiento del órgano.
Igualmente, cabe mencionar su alto contenido en naringenina, que nos permite descomponer los ácidos grasos acumulados en el hígado y expulsarlos. En una investigación se encontró que la toronja fresca se asocia con una pérdida de peso. Esto podría mejorar la reducción de grasa en el hígado. Recordemos que a las personas con hígado graso se les recomienda perder peso.
4. Aguacate
Hay que tener en cuenta que las virtudes del aguacate radican en el ácido oleico, un tipo de ácido graso monoinsaturado con muchas propiedades. Este tipo de ácido ayuda a reducir los niveles de colesterol. Además hemos de recordar que dispone de fibra, que ayuda a saciar el apetito y en el proceso reduce el nivel de glucosa en sangre.
Una investigación realizada en ratas encontró que el aceite de aguacate alivia la enfermedad del hígado graso al mejorar la función mitocondrial, el estrés oxidativo y la inflamación en ratas
5. Papaya
La papaya es una fruta con alto contenido de antioxidantes y vitamina C que ayudan a prevenir la acumulación de grasa en los vasos sanguíneos y el corazón. De igual forma, estudios afirman que este fruto es de gran utilidad en la prevención y tratamiento del hígado graso no alcohólico. Además, la misma favorece a la reducción del colesterol y los triglicéridos hepáticos.
6. Kiwi
El kiwi tiene una alta concentración de pirroloquinolinquinona (PQQ). Se trata de un antioxidante de reciente descubrimiento que permite frenar la progresión de la enfermedad por hígado graso. Este compuesto también puede consumirse como suplemento de la alimentación. No obstante, el kiwi es una fuente natural con menos riesgos para la salud.
7. Frutos secos
Como lo son las almendras, las avellanas, los cacahuates, las castañas, las nueces y demás. Un trabajo publicado en World Journal of Gastroenterology en 2015 encontró que el consumo de nueces mejora la función hepática de pacientes con la enfermedad. De igual modo, un estudio publicado en Liver International en 2019 sugirió que el consumo de maní puede prevenir el hígado graso en adultos.
Todo ello nos puede ayudar diariamente a mantener una nutrición adecuada con la que cuidar el organismo y el hígado. De este modo, pueden eliminarse poco a poco las células dañinas que se almacenen en el órgano, optimizando sus funciones básicas. La ingesta adecuada de agua es imprescindible como complemento del tratamiento principal.
Alimentos que debes evitar si tienes hígado graso
Ya sabes qué frutas debes comer si tienes hígado graso, ¿pero qué sucede con aquellos alimentos que debes evitar? En efecto, poca utilidad tiene que eleves la ingesta de frutas y verduras si no tienes en cuenta los grupos que incentivan más y más la enfermedad. En principio, debes evitar lo siguiente:
- Reduce o elimina los alimentos con azúcar añadido (dulces, galletas, gaseosas y demás).
- Elimina por completo la ingesta de alcohol.
- Reduce en tu dieta la cantidad de carbohidratos que consumes (pan, arroz, pasta, patata y otros).
- Evita las carnes procesadas y los alimentos ultraprocesados en general.
- Regula la ingesta de sal.
- Regula la ingesta de carnes rojas.
- Evita o elimina por completo las frituras.
Como ya te hemos advertido, el plan real lo deben diseñar los especialistas con base en tu caso particular. Además de tener en cuenta esto, y de incluir las frutas para tratar el hígado graso, también debes bajar de peso si así proceso. El ejercicio y la actividad física te ayudarán entonces a evitar complicaciones a medio y largo plazo.
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