14 consejos que debes aplicar si llevas a tu perro a la playa

Uno de los primeros destinos en los que pensamos cuando llega el verano es el mar. Pero queremos que nuestras mascotas también disfruten durante las vacaciones. Así que decidimos llevar al perro a la playa.

Esto implica una gran responsabilidad en varios sentidos: con la salud y cuidado del animal, con los otros bañistas y con la conservación de los espacios públicos en general.

Esto no significa que debamos desechar la idea de llevar al perro a la playa. Podemos hacerlo, pero hay que tomar en cuenta diversas recomendaciones.

Antes de llevar al perro a la playa

Ya no tenemos que dejar a nuestras mascotas solas en casa o encargar de su cuidado a una guardería o a algún familiar. En estas vacaciones de verano podemos disfrutar del mar junto con nuestros mejores amigos peludos.

Claro que desde el momento en que tomamos la decisión de llevar al perro a la playa, hay que planificar en función de sus necesidades. No solo de las nuestras.

1. Playas aptas para perros

Lo primero a tomar en consideración es el destino. Debemos elegir una playa en la que se permita estar con mascotas. Por consiguiente, hay que investigar, consultar guías, llamar por teléfono.

Asimismo, se debe indagar acerca de las instalaciones y servicios con que cuentan, así como el reglamento de estos balnearios. Las normativas varían.

2. Perros aptos para la playa

Recuerda que, así como puede sucederte a ti, en algunas ocasiones llevar al perro a la playa no es la mejor opción. No es recomendable si tu mascota tiene irritaciones en la piel o heridas abiertas, susceptibles de infectarse o que pudiesen empeorar.

3. Equipaje para llevar al perro a la playa

Es momento de hacer el equipaje. Además de lo que necesitas para ti, debes preparar una maleta solo para tu mascota. He aquí una lista de las cosas a incluir sí o sí:

• Certificados de vacunación.
• Collar con identificación.
• Correa suficientemente larga.
• Envase con agua fresca.
• Comida.
• Protector para las almohadillas de sus patas.
• Bolsa para recoger los excrementos.
• Botiquín de primeros auxilios.

En algunas playas es obligatorio el uso del bozal. De ser necesario, tiene que ser uno grande, que le permita abrir la boca para jadear al respirar.

Consejos para estar en la playa con el perro

Una vez que llegan a la playa, vienen otros asuntos a los que debes prestar atención. Procura hacer más grata la estadía para todos.

4. Evita el exceso de sol

Cuando estamos solos, sin nuestra mascota, podemos ir para broncearnos. Pero al llevar al perro a la playa tenemos que pensar más bien en evitar el exceso de sol.

En tal sentido, no se debe exponer al animal en las horas en las que la luz es más intensa. Lo recomendable es que permanezca en la sombra entre las diez de la mañana y las cuatro de la tarde.

También puedes colocarle crema protectora en las zonas de la piel que no están cubiertas por pelaje. Por ejemplo, en la barriga. Hay unas cremas especiales para perros, pero puedes usar la tuya (siempre que el factor de protección sea 30 o más).

Asimismo, no hagas que el perro camine por la arena caliente en horas cercanas al mediodía. Las almohadillas de sus patas son sensibles.

5. Fresco e hidratado

Además de colocar la sombrilla para que esté a la sombra durante las horas más calientes, puedes hacer un hueco, de modo el perro se acueste en la arena húmeda.

Recuerda la hidratación. Cada cierto tiempo coloca agua en su taza y dásela a beber.

6. Atento con el baño

Si bien los perros saben nadar de manera natural, hay que prestar atención cuando hay oleaje fuerte. No a todos les gusta meterse en el agua. Si el tuyo es así, no lo obligues a entrar al mar si no quiere.

7. No lo pierdas de vista

Mantén a tu perro cerca de ti y no lo pierdas de vista. Son varios los problemas que debes evitar siempre:

• Incomodar a otros bañistas: ya sea que los muerda, orine sus cosas o decida sacar un poco de tierra con las patas.
• Pelear con otros perros: recuerda que son animales territoriales y pueden tornarse agresivos cuando hay otro can cerca.
• Que se pierda o que te lo roben.

8. Precaución con otros animales

No se trata solo de los otros perros. Dentro de la playa puede haber medusas. Y los perros tienen muy sensible la piel en la zona de la barriga.

La toxicidad de las medusas varía de una especie a otra. Está atento a lo que veas moverse en el agua cuando tu perro esté nadando.

También en la arena hay otros animales que pueden llamar su atención y son los cangrejos. Para el perro puede ser un juego, pero el animal puede sentirse amenazado y usar sus tenazas.

9. Objetos en la arena

Los perros siempre andan husmeando, hurgando y curioseando. Les encanta escarbar. Hay que estar atentos a los residuos sólidos en las playas. En la arena se pueden esconder diversos peligros, como un trozo de metal oxidado o una botella rota.

Por otra parte, no sería extraño que , si tu mascota encuentra algo, decida tragárselo. He ahí el peligro: podría hallar algún alimento descompuesto o un desecho tóxico.

10. Juega con el perro

Llevar al perro a la playa significa compartir tiempo con él. En horas de poco sol y cuando tengan el espacio, sin molestar a otros, jueguen con una pelota o un frisbee. Entren al agua y naden juntos. Eso le encantará.

11. No olvides las heces del perro

Debemos dejar la playa tal como la encontramos: limpia. Así que, si tu perro decidió defecar, recoge los excrementos. Seguramente en la playa hay un contenedor para tales usos.

Después de llevar al perro a la playa

El viaje no termina al regresar. Si decidimos llevar al perro a la playa, debemos saber que todavía hacen falta algunos cuidados más.

12. El baño y el cuidado de la piel

La arena y la sal en el pelaje pueden irritar su piel. Tal vez en la playa haya duchas para ayudar a eliminar el exceso de estos minerales. Caso contrario, al llegar a casa hay que darle un buen baño.

13. Revisa sus orejas

Revísale bien las orejas. Comprueba que no tengan arena, sal, agua o algo que pueda desencadenar una reacción. Los perros pueden sufrir infecciones de oído en verano.

14. Dale el día libre

Después de llevar al perro a la playa regresamos agotados. Y el animal seguramente también está extenuado. Hay que dejarlo descansar. Ese día no lo saques a pasear.

Si el perro va a la playa es nuestra responsabilidad

Los amantes de los perros deseamos compartir con ellos todas las experiencias de la vida. Sin embargo, debemos saber que, aunque seamos amigos, no somos iguales y podemos tener gustos diferentes.

En este orden de ideas, recuerda que los perros tienen su temperamento y su carácter. Unos son juguetones, otros son huraños; a algunos les encanta pasear, otros prefieren estar en casa.

Por ende, si llevar al perro a la playa fue satisfactorio para él, podremos repetirlo. Sin embargo, si notamos que no le resultó agradable, fue incómodo o enfermó, debemos probar con otras opciones.