Cuadros vagales en el embarazo: qué son y cómo prevenirlos
Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina
Los cuadros vagales son un conjunto de síntomas que se presentan, sobre todo, a la mitad del embarazo. Aunque se les considera como una patología, no requieren de tratamiento y, en la mayoría de los casos, no tienen mayores consecuencias.
Cualquier persona puede presentar cuadros vagales en algún momento de su vida. Se estima que hasta el 20 % de la gente lo ha tenido alguna vez. Sin embargo, es más común en las mujeres embarazadas debido a los cambios fisiológicos que se dan durante la gestación.
En los cuadros vagales, hay diversos síntomas como sofoco, palidez, sensación de debilidad, sudor y visión borrosa. A veces, estos síntomas desembocan en una pérdida del conocimiento. El peligro está en la caída o en que se presente cuando se conduce el coche o en situaciones similares.
Qué son los cuadros vagales en el embarazo
A los cuadros vagales también se les conoce como «síncope vagal», «síncope vasovagal» o «síncope neurocardiogénico». Consiste en la aparición de una serie de síntomas iniciales, o pródomos, que muchas veces culminan con un desmayo.
Ocurren como consecuencia de una estimulación excesiva del nervio vago o vagal. Esto lleva a que se dilaten los vasos sanguíneos y se reduzcan la frecuencia cardíaca y la presión arterial. En esas condiciones, llega menos sangre al cerebro y se produce el síncope o desmayo.
Se podría decir que los cuadros vagales obedecen a una baja brusca de la presión arterial. No todas las mujeres embarazadas presentan cuadros vagales, pero este problema es, de todos modos, muy común. En algunas gestantes, llega a ser muy frecuente y severo.
Por qué se presentan
La ciencia no ha podido establecer una causa específica de los cuadros vagales. En todo caso, se cree que es más común en las personas que presentan una carga venosa periférica elevada. Esto es, en quienes tienen alguna condición que dificulta o hace más lento el retorno de la sangre al corazón y al cerebro.
En condiciones habituales, los cuadros vagales se presentan por motivos como los siguientes:
- Cambios súbitos de posición.
- Cambios de altitud.
- Estar de pie o sentado por mucho tiempo.
- Al hacer esfuerzos para orinar, defecar o toser.
- Estrés o ansiedad.
- Deshidratación.
- Hambre.
- Náuseas o vómitos.
- Alergias a ciertos medicamentos.
- Consumo de alcohol o drogas.
No obstante, los cuadros vagales son más frecuentes en las mujeres embarazadas por dos razones:
- Los cambios hormonales.
- Estasis venosa en extremidades inferiores. Hay dificultad en el retorno sanguíneo de las piernas.
Asimismo, hay una razón anatómica para que sea más fácil que se presente un síncope vasal durante el embarazo. Cuando la gestante está sentada por mucho tiempo, el peso de la barriga sobreestimula el nervio vagal. Como ya lo explicamos, esto precipita el cuadro.
Síntomas
Lo típico es que en los cuadros vagales haya un conjunto de síntomas, antes de que se produzca la pérdida de conocimiento o desmayo. Es muy importante conocer esos síntomas iniciales, ya que esto permite actuar a tiempo para evitar el síncope.
Los síntomas habituales son los siguientes:
- Sensación de calor.
- Sudoración fría y húmeda.
- Náuseas.
- Aturdimiento.
- Estrechamiento del campo visual (visión de túnel) o visión borrosa.
- Zumbido en los oídos.
- Taquicardia.
- Palidez.
- Sensación de debilidad.
- Fatiga.
Lo usual es que el desmayo se presente después de haber experimentado esos síntomas. La pérdida de conciencia es de corta duración y de recuperación espontánea, casi siempre en menos de un minuto.
Cómo prevenirlos
Hay algunas medidas básicas que ayudan a prevenir los cuadros vagales. Son útiles especialmente para aquellas gestantes que tienen mucha propensión a sufrirlos. Se trata de hábitos sencillos que bien vale la pena incorporar en la rutina diaria.
Lo que se debe hacer es lo siguiente:
- No permanecer mucho tiempo sentada. Tras un par de horas, conviene levantarse y caminar un poco.
- No permanecer mucho tiempo de pie. Cuando se sienta cansancio, lo indicado es sentarse por un momento o dar algunos pasos.
- Evitar los cambios bruscos de posición. Tanto al pararse como al sentarse o al levantarse de la cama, conviene hacerlo con lentitud, evitando el cambio repentino de posición.
- Mantener bien ventilados los espacios. Esto es más importante si hace calor.
- Comer algo cada tres horas. Una porción pequeña de alguna comida saludable evita incurrir en ayunos muy prolongados.
- Evitar los ambientes cargados.
- Respirar profundo por un par de minutos, si se experimenta estrés.
Qué hacer cuando hay síntomas
Es muy importante saber lo que se debe hacer cuando se presenten los primeros síntomas de los cuadros vagales. El objetivo es evitar que se presente un síncope o desmayo, ya que una caída podría ser muy peligrosa para una mujer embarazada.
Las medidas indicadas son las siguientes:
- Acostarse. Se debe hacer con suavidad, evitando movimientos rápidos. Lo mejor es levantar las piernas durante algunos minutos. Esto ayuda a que la sangre vuelva a subir, normalizando así el funcionamiento del corazón y del cerebro.
- Respirar profundamente. Lo adecuado es inspirar y expirar con lentitud, sin ninguna prisa. De lo contrario, se puede presentar una hiperventilación.
- Mantener la calma. Es importante permanecer tranquila. Si la gestante está sola, lo aconsejable es que pida ayuda mientras supera el episodio.
Consulta con tu médico si has padecido un síncope vagal
Al recuperar el conocimiento después de un desmayo provocado por los cuadros vagales, lo indicado es recostarse y no ponerse de pie hasta 15 o 30 minutos después del episodio. Las gestantes que presentan con frecuencia estos cuadros deberían abstenerse de conducir, ya que puede ser muy peligroso.
Aunque no hay un tratamiento específico para los cuadros vagales, lo más recomendable es que se le comente al médico de inmediato, después del primer episodio. Esto permitirá que se haga un seguimiento más detallado al caso.
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