Cuál es la mejor alimentación para ir al gimnasio

Los alimentos son la energía básica que usará el cuerpo para llevar a cabo todos los ejercicios, con lo cual ahora analizaremos qué alimentos son los más adecuados.
Cuál es la mejor alimentación para ir al gimnasio
Sergio Alonso Castrillejo

Revisado y aprobado por el farmacéutico Sergio Alonso Castrillejo.

Última actualización: 25 mayo, 2023

Si vas al gimnasio es porque has decidido llevar un estilo de vida saludable. Seguramente tu comida sea baja en grasas y azúcares. Pero muchas veces, a la hora de hacer ejercicio no sabemos qué es lo mejor para comer antes o después del deporte. Por ello, en este artículo te contamos cuál es la mejor alimentación para ir al gimnasio.

Cuidar nuestra dieta si somos personas activas puede ayudarnos a aumentar el rendimiento, definir la musculatura o perder peso. Además, alimentarnos con los suficientes nutrientes, antioxidantes y calorías para no desfallecer a la hora de hacer ejercicio es la clave.

La mejor alimentación para ir al gimnasio

La alimentación para ir al gimnasio depende de la situación.
En este aspecto, la planificación es fundamental.

Es una de las dudas más frecuentes que todos nos planteamos a la hora de ir a practicar algún tipo de actividad física. Ya que los alimentos son la energía básica que usará nuestro cuerpo para llevar a cabo todos los ejercicios, con lo cual ahora analizaremos qué alimentos son los más adecuados.

¿Qué comer antes?

Antes de una clase dirigida o bien de hacer uso de las máquinas en el gimnasio, debemos controlar bien la alimentación y no darnos atracones de comida.

Van perfectos los alimentos en pequeña cantidad pero que contengan las vitaminas necesarias para nutrirnos. Un ejemplo son los frutos secos, que llevan grasas saludables tal y como afirman los estudios actuales; avena con leche, un yogur o bien una fruta como un plátano.

Otra buena opción son los boles, ahora tan de moda, que llevan yogur, frutos secos y semillas, como la chía, que contienen omega 3 y proteínas. Para beber nos hidrataremos con agua. Es bueno beber medio litro de agua aproximadamente antes de empezar el entrenamiento, pero tampoco sin exagerar.

Antes de ir al gimnasio es mejor evitar alimentos ricos en grasa o azúcar. De este modo se reduce el riesgo de sufrir molestias gástricas que dificulten la práctica de ejercicio.

Te puede interesar leer: 11 trucos para no dejar el gimnasio tras el primer mes

¿Qué comer después?

Una vez hayamos acabado el entrenamiento, necesitamos hidratarnos y comer despacio. Podemos empezar con fruta y también frutos secos, para luego ya hacer una comida algo más completa a base de pescado, ensalada de arroz, pasta con semillas y tomates, lácteos, carnes, huevos y batidos de proteína.

Las proteínas resultan nutrientes esenciales para favorecer la recuperación del tejido. De acuerdo con una investigación publicada en la revista Nutrients, estas sustancias mejoran las adaptaciones del músculo al ejercicio.

Además, resulta importante garantizar el consumo de grasas saludables. Algunas de ellas, como las de la serie omega 3, han demostrado ser eficaces a la hora de modular la inflamación propia de una sesión de trabajo intensa. Al mismo tiempo hay que restringir el aporte de los lípidos de tipo trans, ya que estos nutrientes ejercen el efecto contrario, promocionando las cascadas inflamatorias.

Seguramente tendremos mucha sed, por lo que el agua será nuestra mejor opción contra la deshidratación. Si bien hay algunas bebidas isotónicas, que sin abusar nunca de ellas, pueden reponernos de nuestra gran actividad física.

La alimentación para ir al gimnasio debe ser saludable.
Las frutas son una excelente opción para comer justo después de entrenar.

Errores frecuentes en la alimentación para ir al gimnasio

Mucha gente comete algunos errores comunes en su dieta al introducirse en el mundo del fitness y la vida sana. Te presentamos algunos de ellos para que trates de impedirlos con éxito.

  • No aumentar las cantidades: si empezamos a hacer ejercicio todos los días, debemos ingerir más calorías que antes, aunque queramos perder peso.
  • Caer en los falsos light: cuando compremos en el supermercado, debemos estar atentos a las etiquetas de los productos, ya que muchos de ellos se venden como «sanos» cuando en realidad contienen grandes cantidades de azúcar.
  • No tener paciencia: si pensamos empezar a obtener resultados la primera semana y no lo conseguimos, nos entrarán ganas de abandonar la dieta. Por ello, hay que ser constantes.
  • Pensar que lo único necesario son los suplementos: las ayudas ergogénicas pueden incrementar el rendimiento o la capacidad de recuperación, pero siempre han de introducirse en el marco de una dieta adecuada. De lo contrario, no se experimentarán estos efectos.

Optimiza la dieta para ir al gimnasio

No caigas en estos errores que suelen cometer los principiantes en la dieta al iniciarse en el gimnasio y come correctamente desde el principio de la actividad física para progresar en el menor tiempo posible.

Por último, te recomendamos que si tienes más dudas sobre cuál es la mejor alimentación para ir al gimnasio, acudas al nutricionista. Este profesional podrá elaborar un menú a tu medida.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Gorzynik Debicka M., Przychodzen P., Cappello F., Kuban Jankowska A., et al., Potential health benefits of olive oil and plant polyphenols. Int J Mol Sci, 2018.
  • Davies RW., Carson BP., Jakeman PM., The effect of whey protein supplementation on the temporal recovery of muscle function following resistance training: a systematic review and meta anlysis. Nutrients, 2018.
  • Calder PC., Omega 3 fatty acids and inflammatory processes: from molecules to man. Biochem Soc Trans, 2017. 45 (5): 1105-1115.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.