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¿Cuáles son las poses de yoga más difíciles?

4 minutos
Existen algunas poses de yoga que pueden resultar difíciles de realizar. Si no tenemos experiencia es importante tener cuidado y evitarlas, puesto que podríamos lesionarnos si no las ejecutamos bien.
¿Cuáles son las poses de yoga más difíciles?
Última actualización: 13 octubre, 2023

Hay algunas poses de yoga más difíciles que otras. Tanto que no todas las personas son capaces de realizarlas en un primer momento.

Claro está que, con la práctica, todo puede aprenderse. Es necesario mencionar que estamos refiriéndonos a hacer estas posturas de una manera que se considera casi perfecta.

Las poses de yoga más difíciles

A continuación vamos a tratar algunas de las poses de yoga más difíciles (para principiantes). Como comentábamos antes, esto no quiere decir que sean imposibles de hacer, sino que requieren de tiempo para poder realizarlas sin que haya un riesgo de lesión tan alto.

Por ende, si apenas has empezado con el yoga, no te agobies. Con el tiempo, podrás ir dominando nuevas posturas, así como también ganar dominio de tu cuerpo, en términos de equilibrio, fuerza y resistencia.

1. Poses de yoga más difíciles: postura de equilibrio sentada

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Esta es una de las poses de yoga más difíciles. Consiste en sentarnos en cuclillas, con las manos juntas a la altura del pecho, e intentar llevar una pierna estirada hacia delante. La pierna debe de estar paralela al suelo y la espalda tiene que mantenerse recta.

No es una postura muy cómoda y hay que tener un gran control del equilibrio. Además, no es una pose apta para principiantes.

En ocasiones, la pierna en lugar de estirarse, puede descansar encima de la otra. En este caso, la postura se asemejará a la posición de loto, pero con un pie en cuclillas que nos está sosteniendo.

Ver también: 5 diferencias entre el yoga y el pilates

2. Tittibhasana

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La manera de llevarla a cabo es poniéndonos en cuclillas, con las palmas de las manos apoyadas sobre el suelo.

Los brazos pueden estar ligeramente flexionados y vamos a arrimar las rodillas hacia los antebrazos. El peso del cuerpo debe recaer en los brazos y manos. Cuando nos sintamos seguros, estiraremos las piernas hacia el frente.

Esta postura requiere no solo de equilibrio, sino también de fuerza. Los brazos deben sostener el cuerpo para que este no se desplome y para que pueda mantener las piernas en la posición buscada.

3. Urdhva Dhanurasana (la rueda)

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Se puede practicar la Urdhva Dhanurasana con ayuda de un balón suizo.

Aunque esta postura de yoga parezca no entrañar una dificultad elevada, lo cierto es que es bastante incómoda al principio. Antes de llevarla a cabo debemos estar tumbados boca arriba.

En esta posición, apoyaremos las palmas de las manos sobre el suelo y ejerceremos fuerza hacia arriba para elevar el cuerpo. Intentaremos, a continuación, llevar las piernas hacia las manos buscando la forma deseada.

Existe una variante de esta postura que es la media rueda, mucho más intensa. Se trata de, en lugar de mantener los brazos estirados, apoyarlos en un ángulo de 90 grados, dejando que los antebrazos descansen en el suelo.

4. Shirshasana

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Una variante de esta postura es la llamada “salamba sirsasana” que es la que se retrata en esta foto.

Esta cuarta de las poses de yoga más difíciles no es más que “el pino”. Una postura en la que tenemos que jugar con el equilibrio y la concentración para mantenerla.

Para realizarla nos situaremos en la posición de Balasana, solo que entrelazaremos las manos y las pondremos encima de la cabeza. Tras esto, elevaremos las piernas como en una montaña y caminaremos hacia adelante.

A medida que la columna se vaya elevando, pondremos la cabeza sobre el suelo sujetada por las manos e intentaremos elevar las piernas.

Al principio, es recomendable hacerla con un apoyo (una espaldera o una pared): así nos aseguraremos de no caernos.

Cuando nos hemos familiarizado con esta postura podemos mover las piernas en diferentes posiciones e, incluso, crear una especie de letra “C” con el cuerpo. Las posibilidades son infinitas.

Después, cuando ya no tengamos ningún problema en realizar esta pose, podemos hacerla con los brazos estirados.

5. Bakasana

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La última de las poses de yoga más difíciles es similar a la postura del equilibrio sentada, solo que, en este caso, las piernas se mantendrán flexionadas y apoyadas en la parte de atrás.

Todas estas posturas pueden resultar complicadas de hacer y requieren de una muy buena base de yoga para llevarlas a cabo con éxito.

Es necesario, al principio, practicarlas con cierta seguridad. Y es que es importante tener en cuenta que su dificultad puede llevarnos a lesionarnos con facilidad.

¿Alguna vez has intentado realizar alguna de estas posturas? ¿Estás en yoga avanzado o en principiante? El yoga es una práctica muy beneficiosa y perfeccionar las posturas nos permitirá conseguir un mayor equilibrio, concentración y fuerza.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Stephens, M. (2012). Yoga Sequencing: designing transformative yoga classes. North Atlantic Books.
  • Staples, J. K. (2018). Yoga: Postures, Breathing, and Meditation. Fundamentals of Complementary, Alternative, and Integrative Medicine-E-Book, 267.
  • Cuomo, N. C. (2007). Integrated yoga: Yoga with a sensory integrative approach. Jessica Kingsley Publishers.

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