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Cuándo y cómo podar los geranios para un crecimiento saludable

8 minutos
Retira las hojas y los tallos enfermos o muertos después de la etapa de crecimiento para estimular la producción de nuevos brotes de pelargonios. Conoce aquí la técnica adecuada.
Cuándo y cómo podar los geranios para un crecimiento saludable
Última actualización: 20 diciembre, 2024

Los geranios o pelargonios, originarios del sur de África, pertenecen al género Geranium, de la que hacen parte más de 400 especies. Los tipos más comunes son los geranios zonales, aromáticos y de hiedra.

Estas plantas son fáciles de cultivar, prosperan en climas templados, tienen preferencia por el suelo bien drenado y abundante luz solar directa. En condiciones óptimas y a cambio de unos cuantos cuidados necesarios, como riego regular, pueden crecer entre 30 y 60 centímetros por temporada y deleitarte con flores de colores vibrantes.

Si deseas fortalecer sus ramas y estimular la floración primaveral, te compartimos cuándo y cómo podar los geranios, desde la técnica adecuada hasta qué cuidados brindarles después de hacerlo.

1. Elige la mejor temporada para la poda

La elección de la época del año para la poda está sujeta al tipo de geranio, al clima donde se encuentren y a tus objetivos. Sin embargo, se considera beneficioso podarlos cuando ha culminado la etapa de crecimiento, es decir, a finales del verano o principios del otoño. Durante estas temporadas, se pueden retirar los tallos largos o dañados y flores secas, a fin de conservar la forma de la planta y prepararla para el invierno.

En las zonas con heladas muy fuertes, se recomienda recortar la planta a finales del invierno o principios de primavera, antes que se produzca el nuevo crecimiento. Esto te permitirá proteger al geranio de los daños causados por las inclemencias climáticas de la época.

Durante la floración, se recomienda evitar la poda, ya que puede ser causa de flores menos coloridas. 

2. Emplea las herramientas adecuadas

La elección de las herramientas está sujeta al tamaño de tus plantas. Por ejemplo, cuando se trata de geranios perennes de gran tamaño, se requiere una podadora manual; en cambio, las anuales se pueden podar con tijeras.

No obstante, dentro de las herramientas que necesitas, están tus dedos, unas tijeras (afiladas y esterilizadas) para garantizar cortes limpios, una horquilla, así como unos guantes de jardinería, que protegen tus manos de la savia y las espinas.

Es importante que después de cada uso, limpies las tijeras con alcohol isopropílico para evitar la proliferación de enfermedades.

3. Aplica la técnica de recorte correcta

Existen diferentes tipos de métodos para podar, de acuerdo al tipo de geranios que tengas en tu casa. Aun así, en general, la recomendación es llevar a cabo esta acción una vez al año, como mínimo.

A continuación, detallamos el paso a paso general para la poda de geranios:

  1. Evalúa la planta para identificar las ramas secas, enfermas o débiles de tu planta. Así podrás hacer un recorte más simétrico.
  2. Pellizca los brotes nuevos con tus dedos. Después, retira las flores muertas con las tijeras de podar.
  3. Recorta las ramas dañadas desde el punto donde se unen al tallo principal para promover el crecimiento de ramas laterales. Además, reduce el tamaño de las que están muy largas, si notas que la planta ha perdido su forma.
  4. Deshazte de las malas hierbas y los insectos. Revisa las hojas de la planta para identificar si tiene una infección por hongos.
  5. Corta los tallos de planta y asegúrate de dejar tres o cuatro de ellos con flores.
  6. Recorta el geranio a lo largo. La idea es que quede a unos 10 centímetros del suelo. Con ayuda de una horquilla, remueve la tierra de tus geranios.

Tipos de geranios

Como mencionamos al inicio de este apartado, la poda depende de la variedad del geranio. En vista de esto, te compartimos algunas precisiones para llevar a cabo el proceso de recorte:

  • Geranios perennes. Corta los tallos a unos 5 u 8 centímetros del suelo para estimular la producción de nuevos brotes.
  • Geranios anuales. Corta las flores marchitas y 2 o 3 centímetros del tallo. Además, repite el procedimiento con los más largos entre 5 y 10 centímetros de la base de la planta. Pellizca los brotes nuevos para eliminar 1 o 2 centímetros del extremo.
  • Geranios zonales. Poda ⅓  de la planta. Realiza el recorte de los brotes a unos 15 centímetros de la base de la planta para ayudar a mantener la vegetación y estimular el crecimiento tanto de nuevos brotes como de flores. Es importante retirar las hojas y flores dañadas o marchitas.
  • Geranios hiedra (gitanilla). Suelen crecer de forma extendida. Realiza un corte ligero para que preserven su porte rastrero y estimular su crecimiento. También es necesario retirar las hojas y flores muertas.
  • Geranios perfumados. A diferencia de los anteriores, requieren solo una poda ocasional para eliminar las hojas y flores marchitas.
Después de la poda, recuerda regar tus geranios y reproducir sus esquejes.

4. Fertiliza inmediatamente después de la poda

La fertilización es esencial después del recorte, para contribuir a su recuperación, estimular el crecimiento y una floración abundante. El proceso es bastante sencillo:

  • Aplica fertilizante equilibrado: Elige los que estén compuestos por nitrógeno, fósforo y potasio, para que la planta cuente con los nutrientes esenciales que requiere para su florecimiento.
  • Elige abonos orgánicos: Te aconsejamos decantarte por opciones como la harina de huesos, la emulsión de pescado, el compost o el humus de lombriz.
  • Fertiliza con frecuencia: La periodicidad recomendada es entre cuatro y ocho semanas, para que la planta cuente con una fuente constante de nutrientes durante la temporada de crecimiento.
  • Procura no exceder la cantidad: Si aplicas demasiado abono, los geranios pueden volverse muy exuberantes, pero tener menos cantidad de flores. Además, es clave seguir las instrucciones del fabricante.

5. Protege a la planta durante el invierno

Si habitas en una zona que es muy fría durante el invierno, traslada tus geranios al interior —antes de que se produzca la primera helada— y ubícalos cerca de una ventana por donde entre la luz solar. En este sentido, es importante que cuides que la temperatura se mantenga entre 10 y 15 °C (50 y 59 °F) durante esta estación.

Además, es necesario regar con moderación la planta para facilitar que pueda secarse en el sustrato y garantizar el drenaje. De esta manera, puedes disminuir el riesgo de que se pudran las raíces.

En caso de que tus geranios se encuentren en el jardín, el método más común es desenterrarlos en otoño y plantarlos en macetas para ubicarlos dentro de tu hogar. También puedes retirar la tierra de sus raíces y después almacenar las plantas en un sótano oscuro y seco para que entren en período de hibernación.

Si no tienes la posibilidad de trasplantarlos, puedes cubrirlos con tela para jardín o un plástico. Otra opción viable es proteger las raíces con corteza de árbol, compost y hojas secas.

¿Los geranios crecen mejor en maceta o en el suelo del jardín?

El cultivo puede realizarse de ambas formas. Si decides hacerlo en macetas, será más fácil trasladar tu planta; sin embargo, son más propensas a secarse más rápido, por lo que necesitan un riego más frecuente. En cambio, los que se plantan en el suelo desarrollan raíces más profundas, aunque son más susceptibles a las condiciones del clima y del suelo.

No pierdas de vista que ambas requieren de luz solar, riego regular y fertilización.

Recomendaciones adicionales

Los geranios son plantas nobles que derrochan belleza tanto en el interior como en el jardín de tu casa. Aunque no ameriten cuidados excesivos, es fundamental tomar en cuenta algunas acciones y previsiones para evitar que su crecimiento y salud se vean afectados:

  • Asegúrate de que el suelo sea rico en materia orgánica: El rango de pH ideal es entre 6,0 y 7,0.
  • Riégalas con regularidad en la mañana: Dos días a la semana es la frecuencia recomendada, para garantizar que la tierra permanezca húmeda y evitar un riego excesivo que podría generar la pudrición de las raíces. Además, la mañana es el momento ideal, para que sus hojas ya estén secas antes de la noche y así prevenir la aparición de hongos. Por otro lado, considera que los geranios pueden tolerar la sequía, pero la sequedad extrema y prolongada causaría que la planta no florezca o que sus hojas se marchiten.
  • Garantiza que tu planta reciba luz solar: Estas plantas florecen con vitalidad en áreas con seis a ocho horas de luz directa al día.
  • Presta atención a la temperatura: La más indicada oscila entre 15 y 24 °C (60 y 75 °F). En vista de esto, no sometas a tu planta a temperaturas extremas porque puede causarle estrés ambiental y hacer que sus hojas se tornen amarillas.
  • Inspecciona la planta de forma periódica para detectar plagas o enfermedades: Ten presente que los geranios son vulnerables a ciertas plagas, como pulgones, ácaros, orugas medidoras, moscas blancas, el taladro, trips, cochinillas, así como babosas y caracoles. Del mismo modo, pueden sufrir de enfermedades, como mildiú polvoroso, botritis, la podredumbre de raíz y el marchitamiento por Verticillium. Para protegerlas, puedes emplear un jabón insecticida, aceite de neem y eliminar hojas infectadas, aunque el tratamiento dependerá del estado de la planta.
  • Evita el hacinamiento y brinda una buena circulación de aire: De esta forma, minimizarás el riesgo de propagación de enfermedades.

Logra geranios exuberantes y con flores vibrantes con una poda adecuada

La poda es un procedimiento esencial para estimular el crecimiento y floración de los geranios. Para ello, debes contar con las herramientas adecuadas y hacer la gran poda en otoño o verano, después del período de crecimiento. Si vives en zonas muy frías, hazlo al final del invierno o principios de primavera.

Ten presente que después del recorte, es importante regar y fertilizar las plantas, así como protegerla de las bajas temperaturas durante el invierno. En sintonía con estas prácticas, es esencial garantizar que reciba luz solar y prestar atención a la temperatura.

 


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