Cuerpo endomorfo: claves para tus entrenamientos y dieta
Escrito y verificado por la farmacéutica Sara Viruega
Si hacemos una clasificación de las personas de acuerdo a la forma de su físico, uno de los tipos que encontramos es el cuerpo endomorfo. Tiene unas características que lo diferencian de otros, como son el cuerpo ectoformo o mesoformo.
A continuación te contaremos algunas claves de los entrenamientos y dietas que puedes seguir para mantenerte en forma si este es tu caso.
¿Cómo es un cuerpo endomorfo?
Las personas con cuerpo endomorfo se conocen por su tendencia a ganar peso y grasa. Además, suelen tener dificultad a la hora de generar masa muscular. Algunas de sus características típicas son las siguientes:
- Cuerpos con piernas y brazos más cortos.
- Poca musculatura y zonas con un acúmulo de grasa.
- Huesos anchos; es decir, huesos grandes y algo más pesados.
- Cintura y caderas anchas, sobre todo en las mujeres.
- Cara y cabeza con forma redondeada.
Lo que ocurre es que estos cuerpos tienden al ahorro. Esto, de forma evolutiva, ha supuesto siempre una ventaja. En épocas de escasez de alimento, el metabolismo lento y la capacidad de almacenar y generar depósitos de grasa daban a las personas con este tipo de cuerpo mayor posibilidad de sobrevivir.
Sin embargo, en la actualidad, en sociedades en las que abundan los alimentos procesados y ricos en hidratos de carbono, tener este tipo de cuerpo ya no presenta tantas ventajas. Las personas endomorfas tienden a acumular todo el exceso de alimento en forma de depósitos de grasa.
Aún así, también tienen algunas cualidades positivas. Los cuerpos endomorfos tienen cierta dificultad para ganar masa muscular. Sin embargo, una vez que consiguen generar músculo, no les resulta difícil mantenerlo. Esto es así porque, dada la tendencia a acumular grasa, no necesitan recurrir a las reservas musculares.
El entrenamiento del cuerpo endomorfo
La vida sedentaria no es recomendable ni saludable para ninguno de los tipos de cuerpos. Sin embargo, en el caso de los endomorfos, esto es más acentuado aún. Debido a su metabolismo lento y a la facilidad para almacenar grasa, la dieta y el ejercicio serán de suma importancia en estos casos.
Si no se lleva a cabo un estilo de vida saludable, es fácil que las personas con este tipo de cuerpo acaben sufriendo enfermedades como la obesidad. Además de la obesidad, aparecerán todos los problemas de salud derivados de un ritmo de vida sedentario, como los problemas cardiovasculares o la diabetes.
Lo importante para los cuerpos endomorfos es activar el metabolismo e intentar evitar que este vuelva a su natural ritmo lento. Esto se va a conseguir, primero, ejercitando y generando masa muscular.
El músculo consume mucha más energía que las reservas de grasa. Por esto, cuanto más masa muscular presente un cuerpo, más energía gastará su metabolismo basal y menos probabilidad habrá de que se produzcan almacenes de grasa.
Para ello, se recomiendan ejercicios funcionales en los que se combina la fuerza y el trabajo cardiovascular. Así, se trabaja el sistema cardiopulmonar y se queman calorías a la vez que se genera masa muscular para mantener el metabolismo algo más acelerado.
Algunos de estos entrenamientos pueden ser, por ejemplo, rutinas de entrenamiento por intervalos de alta intensidad (HIIT) o sesiones de Tabata. También es recomendable combinar estas sesiones con entrenamientos de musculatura con peso para potenciar algo más la fuerza.
¿Cuál es la dieta recomendada?
Como hemos comentado, el cuerpo endomorfo estaba diseñado para sobrevivir en épocas de escasez. Cuanta mayor sea la escasez de calorías, más activará su mecanismo de reserva. Esto quiere decir, que ralentizará su metabolismo todo lo posible y almacenará todo lo posible en forma de grasa.
Por ello, las dietas muy restrictivas en calorías sólo harán que cualquier cosa que comamos se acabe almacenando. Las proteínas y las grasas son más saciantes que los carbohidratos. Lo recomendable para este tipo de cuerpos es llevar una dieta escasa en hidratos de carbono y basadas en proteínas y grasas saludables.
Además, no se benefician ni de muchas comidas diarias ni de ayunos prolongados. Lo ideal será realizar 2 o 3 comidas al día con pocos azúcares y ricas en proteínas. Por supuesto, la dieta debe ser variada y equilibrada en cuanto a alimentos y proporciones.
Es posible mantener a raya al cuerpo endomorfo
Aunque la tendencia sea la acumulación de grasa y la poca masa muscular, esto no es excusa para que los cuerpos endomorfos se den por vencidos y se alejen de un estilo de vida saludable. Si se mantiene una dieta equilibrada, baja en carbohidratos y más rica en proteínas, se conseguirá mantener a raya los acúmulos de grasa no deseados.
Por supuesto, seguir una dieta equilibrada no es suficiente. El ejercicio siempre es recomendable y necesario. En este caso, se priorizarán ejercicios de fuerza en los que se potencie la ganancia de músculo y se combinarán con ejercicios aeróbicos que consigan quemar las calorías almacenadas.
Siguiendo estas recomendaciones, es posible evitar que tener un cuerpo endomorfo se convierta en un problema de salud. ¡No te des por vencido!
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