Cuidar la tiroides: la alimentación que la favorece
Si fuiste diagnosticado de algún problema relacionado con la glándula tiroidea, en este artículo te enseñaremos qué alimentos te ayudarán a cuidar la tiroides y cuáles debes evitar para mantener estos trastornos controlados.
Al cumplir una alimentación balanceada y equilibrada no solo mantendremos la salud. También conservaremos una buena condición física y conseguiremos el peso que nos hemos planteado. Por eso es importante que sepas qué comer para cuidar tu tiroides.
Antes de mencionar cuál es la dieta que más favorece a tu tiroides, te explicaremos un poco sobre esta glándula, en qué consiste el hipotiroidismo y cuáles son las principales causas que generan los problemas tiroideos.
¿Qué es la tiroides?
La Asociación Americana de la Tiroides (ATA, por sus siglas en inglés) define la tiroides como una glándula que tiene aspecto de mariposa y se encuentra en la zona frontal del cuello.
Su función principal es formar las hormonas tiroideas, llevarlas al torrente sanguíneo y distribuirlas a todos los tejidos que constituyen el organismo. Asimismo, estas hormonas permiten que el cuerpo realice las siguientes funciones:
- Manejar la energía.
- Mantener la temperatura corporal.
- Asegurar el correcto funcionamiento de órganos como el corazón, cerebro, músculos.
Lee este artículo: Anatomía de la tiroides
¿En qué consiste el hipotiroidismo?
La ATA asegura que el hipotiroidismo es el reflejo de una glándula tiroides hipoactiva. Esto significa que dicho folículo no tiene la capacidad de generar suficiente hormona tiroidea para que al organismo funcione de forma correcta, según evidencia un artículo publicado en la revista Lancet.
Las personas que padecen esta enfermedad presentan un descenso de la secreción de hormonas tiroideas en la sangre. También una disminución de la actividad funcional de las glándulas tiroideas.
¿Cuáles son sus causas?
De acuerdo con la ATA, las causas más frecuentes de la aparición del hipotiroidismo son las siguientes.
Enfermedad autoinmunitaria
En ciertas personas, el sistema inmune que defiende de manera natural al cuerpo contra las infecciones extrañas, como los virus o las bacterias, puede confundir a las células tiroideas y a sus moléculas con organismos invasores. Así, las ataca y destruye. Esto ocasiona que no existan suficientes células y moléculas que puedan producir la cantidad correcta de hormona tiroidea que necesita el cuerpo para funcionar con normalidad.
Este caso está más presente en mujeres que en hombres. Puede empezar de manera espontánea o desarrollarse paulatinamente con el paso de varios años. Las enfermedades más comunes son la tiroiditis atrófica y la tiroiditis de Hashimoto, tal y como afirma un estudio publicado en la revista JAMA.
Eliminación de la tiroides quirúrgicamente
Las personas que tienen cáncer de tiroides, nódulos tiroideos o enfermedad de Graves, deben recurrir a esta cirugía. Se puede extraer una parte o toda la glándula tiroides.
Al eliminarse completamente, el paciente desarrollará hipotiroidismo. Sin embargo, si permanece intacta, aunque sea una parte, puede generar la suficiente hormona tiroidea como para mantener los niveles sanguinos en el rango usual.
Tratamiento radiactivo
Los individuos que padecen algunas de las condiciones mencionadas en el punto anterior son sometidos a tratamientos con yodo radiactivo, con el objetivo de destruir la glándula tiroides. Además, aquellas personas de sufren la enfermedad de Hodgkin o cánceres en la cabeza o el cuello, son tratados con radiación. En consecuencia, tienden a perder una parte o toda la función tiroidea.
Otras causas
Las células tiroideas pueden no producir suficiente hormona tiroidea debido a las siguientes causas:
- Hipotiroidismo congénito.
- Tiroiditis.
- Medicamentos con litio.
- Interferón alfa.
- Amiodarona o interleucina 2.
- También por demasiado o poco yodo, daños en la glándula pituitaria o hipófisis y trastornos infiltrativos raros en la tiroides.
¿Cuál es la alimentación que debo seguir para cuidar la tiroides?
Si fuiste diagnosticado con problemas de hipotiroidismo, una condición que padece el 10 % de la población mundial, los especialistas te recomiendan seguir una dieta balanceada que te ayude a cuidar la tiroides. Ten en cuenta las siguientes características.
Consumir yodo
El cuerpo necesita del yodo para producir las hormonas tiroideas. Por desgracia, no lo puede generar de manera natural. Así pues, es necesario que en tu régimen alimentario incluyas a este oligoelemento que regula la energía del cuerpo y su crecimiento.Las opciones ricas en todo son los pescados del mar, los mariscos y las algas. Estas últimas puedes utilizarlas en ensaladas, sopas o sushi, por nombrar algunos platos. Con una dosis al día es suficiente, pues consumir demasiado yodo puede generar un efecto adverso.
Ingerir lácteos
Padecer trastornos tiroideos debilita los huesos. Por esa razón es recomendable ingerir yogur, leche y queso, fuentes que te ayudarán a fortalecerlos y a cuidar la tiroides. También se aconseja la exposición frecuente a la luz solar, para de este modo estimular la síntesis endógena de vitamina D.
Beber té
Al tomar infusiones de bálsamo de limón o té verde, el cuerpo obtendrá antioxidantes que ayudarán a calmar la hiperactividad de la glándula tiroidea.
Asimismo, el consumo adecuado de fresas, pollo y nueces también son muy recomendables para personas que padecen algún problema en las glándulas tiroideas.
Alimentos que debes evitar
Es recomendable evitar el consumo de comidas procesadas, refinadas o enriquecidas en grasas que son dañinas para la salud.
Además, es aconsejable disminuir la ingesta de soja, pues genera fitoestrógenos que, aunque favorecen la regulación del colesterol, pueden obstaculizar la producción de la tiroxina, pues impiden que el yodo se fije en el organismo.
Vigila la alimentación para cuidar la tiroides
Realizar pequeños cambios en la alimentación puede resultar beneficioso a la hora de mejorar y prevenir los problemas de tiroides. Para ello se recomienda un adecuado consumo de yodo, mantener los niveles de calcio a raya y la exposición frecuente a la luz solar.
No obstante, si sospechas que padeces algún problema relacionado con la salud de este glándula, acude al especialista.
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- Chaker L., Bianco AC., Jonklaas J., Peeters RP., Hypothyroidism. Lancet, 2017.
- Biondi B., Cappola AR., Cooper DS., Subclinical hypothyroidism: a review. JAMA, 2019. 322 (2): 153-160.
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