¿Cuánto demora la fecundación después del sexo?

La fecundación no es instantánea, sino que se puede producir incluso 3 días después de la eyaculación. Te lo explicamos en este artículo.
¿Cuánto demora la fecundación después del sexo?
Leonardo Biolatto

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto.

Escrito por Leonardo Biolatto

Última actualización: 25 mayo, 2023

La fecundación es el comienzo del embarazo. Es un proceso complejo que puede tener lugar tras el sexo. Sin embargo, a diferencia de lo que algunas personas piensan, no se produce justo después de la relación sexual.

La fecundación consiste en que un óvulo (que es el gameto femenino) se une a un espermatozoide (gameto masculino). Es decir, es el proceso por el que se combinan los genes de ambos progenitores y se genera una nueva célula llamada cigoto.

Existen muchas dudas y mitos sobre cómo se produce este hecho. Por ello, en este artículo te explicamos todo lo que debes saber sobre la fecundación, cuánto tiempo suele transcurrir hasta ella y cuándo comienzan los síntomas del embarazo.

¿Cómo ocurre la fecundación?

La fecundación, como hemos señalado en la introducción, es el proceso por el que el óvulo y el espermatozoide se fusionan dando lugar al cigoto. Aunque pueda parecer algo sencillo, en realidad requiere una serie de condiciones óptimas para producirse.

De hecho, tal y como explica un artículo de Southern California Center for Reproductive Medicine, la probabilidad de quedar embarazada oscila entre el 20 y el 25 %. Este dato se refiere a una situación en la que no se utilice ningún método anticonceptivo.

Esto se debe a que, aunque se lleve a cabo la fecundación, muchas veces no sigue adelante el proceso de gestación. Es importante saber que, para que tenga lugar, la mujer debe estar en un momento concreto del ciclo menstrual.

Así lo afirman los especialistas de Reproducción Asistida. Esto suele ocurrir en torno al día 14 del ciclo menstrual. Es cuando se produce la ovulación. No obstante, los espermatozoides pueden vivir hasta 3 días en el aparato genital femenino.

El óvulo, por su parte, solo sobrevive 24 horas tras la ovulación. De ahí que la fecundación tenga lugar en ese lapso de tiempo (1 día), aunque el acto sexual en sí puede haberse producido dos o tres días antes. En los siguientes apartados explicamos todas las fases de este proceso.

Búsqueda del óvulo para la fecundación

Durante el proceso de ovulación el óvulo es liberado desde el ovario hacia las trompas de Falopio. Los espermatozoides, por su parte, se desarrollan en los testículos de forma continua. Cuando se produce la eyaculación viajan inmersos en el semen.

Ascienden por la vagina hacia las trompas de Falopio. Allí tiene lugar un proceso que se denomina capacitación. Lo que ocurre es que los espermatozoides sufren una serie de modificaciones en su estructura y movilidad. De esta manera, adquieren la capacidad de penetrar en el óvulo.

Antes, justo tras la eyaculación, los espermatozoides son incapaces de hacerlo. Además, no todos experimentan estas transformaciones. Por eso se va reduciendo la probabilidad de que varios fecunden un mismo óvulo, ya que esto podría dar lugar a un cigoto inviable.

Espermatozoides que van a la fecundación.
Los espermatozoides necesitan atravesar una fase de capacitación para que sea viable la fecundación.

Encuentro del óvulo y el espermatozoide

Una vez se ha producido la capacitación, que tiene lugar en criptas del aparato genital femenino, el espermatozoide es liberado. Se dirige hacia el óvulo y tiene lugar la llamada reacción acrosomal.

Según explica un artículo del Instituto Bernabeu, esta reacción consiste en que se liberan ciertas enzimas que permiten que la cabeza del espermatozoide atraviese la membrana del ovocito. De esta forma, se fusionan los núcleos de ambas células y el material genético.

Durante esa reacción también se pone en marcha un mecanismo que impide que otros espermatozoides puedan atravesar la membrana. Como hemos señalado en el apartado anterior, esto es fundamental para que no haya problemas a nivel genético y recibe el nombre de bloqueo de la poliespermia.

Desplazamiento hacia el útero

Una vez se han fusionado el óvulo y el espermatozoidese forma una célula llamada cigoto. Contiene material genético de ambos progenitores. La fecundación tiene lugar, en la mayoría de los casos, en una de las trompas de Falopio.

Por eso el cigoto debe descender hacia el útero, que es el órgano en el que se desarrolla la gestación. Durante el trayecto el cigoto comienza a dividirse. Es decir, a partir de esa única célula se forma el embrión a partir de divisiones sucesivas de las células.

Al principio, las dos células procedentes del cigoto reciben el nombre de blastómeras. Al cuarto día tras la fecundación ya hay entre 12 y 16 blastómeras. Después se forma la mórula, que tiene una parte central que dará lugar al embrión. La capa de células más externa formará la placenta.

Parte final de la fecundación: implantación

La implantación es un paso indispensable para que el embrión pueda desarrollarse. Es el proceso por el que el embrión se adhiere al endometrio, que es la capa que reviste el útero.

Suele ocurrir entre 6 y 10 días después de la fecundación. Si no se consigue implantar, el embrión será expulsado con el siguiente periodo.

¿Cuándo empiezan los síntomas del embarazo?

El primer trimestre del embarazo se suele caracterizar por una serie de síntomas que, en cierto modo, avisan a la mujer de que está embarazada. El primer signo suele ser la ausencia o el retraso del periodo. Esto recibe el nombre de amenorrea.

La amenorrea se produce porque se incrementa la producción de ciertas hormonas para asegurar el desarrollo del embrión. Estas hormonas también provocan cambios en la sensibilidad y el tamaño de los senos, que suelen estar más hinchados.

Al comienzo de la gestación, una hormona llamada gonadotropina coriónica humana aumenta mucho su concentración. Es la que más se relaciona con las náuseas y los vómitos. De hecho, su concentración determina la intensidad de los síntomas.

Es curioso porque, en embarazos múltiples, esta hormona se incrementa más que en los de un único embrión. Por eso suelen ser embarazos más sintomáticos.

Otro signo común al comienzo del embarazo es que aumenta la frecuencia y la necesidad de orinar. También es usual que la mujer esté más cansada.

La náuseas del embarazo responden a la elevación hormonal que se produce por los cambios esperables en la gestación.

Positivo en la prueba tras la fecundación

En la actualidad existen diferentes métodos para confirmar la presencia o no de un embarazo. Sin embargo, todos ellos requieren que haya pasado cierto tiempo tras la fecundación.

Esto se debe a que las pruebas de embarazo suelen funcionar detectando si ha aumentado la concentración de gonadotropina coriónica humana en la orina. Esta hormona aumenta entre 6 y 14 días después de la fecundación.

En algunos casos se puede determinar esta sustancia en la sangre en lugar de la orina. Esta prueba en concreto no se puede hacer en casa, pero es más precisa.

Por lo tanto, lo que debemos tener presente es que hasta que no ha pasado cierto tiempo desde la fecundación es imposible determinar si existe o no embarazo. Además, las pruebas de embarazo pueden tener falsos negativos y positivos. Por eso siempre que haya duda, lo ideal es consultar con un especialista.

La fecundación no es un proceso instantáneo

Como hemos explicado, la fecundación es un proceso complejo que requiere condiciones óptimas. No se produce en el mismo momento en el que culmina el acto sexual. De hecho, es posible que se produzca 2 o 3 días después de la eyaculación.

Además, aunque se haya formado un cigoto, no siempre se desarrollará un embrión ni tendrá lugar un embarazo. Para que esto ocurra es fundamental que el proceso de implantación finalice de manera adecuada.


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