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Dermatitis vulvar: síntomas y tratamiento

6 minutos
La zona íntima de la mujer puede ser propensa a sufrir diversas irritaciones, causadas por infecciones u otros factores. Sigue leyendo y te contamos más.
Dermatitis vulvar: síntomas y tratamiento
Leidy Mora Molina

Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina

Última actualización: 06 julio, 2023

La dermatitis vulvar es una irritación de la piel en la zona íntima, específicamente en los pliegues que rodean la entrada de la vagina. Se manifiesta con síntomas tales como ardor, enrojecimiento e, incluso, flujo.

Puede ser causada por diversos factores, tales como el contacto con sustancias irritantes contenidas en productos de higiene y, también, por infecciones, roce de la ropa y algunos medicamentos.

En muchos casos, no reviste gravedad. El tratamiento incluye el uso de crema y medicamentos orales, antibióticos, antimicóticos y antialérgicos, y algunas medidas caseras, bajo la supervisión de un profesional de la salud.

¿Qué es la dermatitis vulvar?

La dermatitis es una afección de la piel que cursa con inflamación, escozor o picazón, descamación y enrojecimientos. Puede aparecer en diversas áreas del cuerpo, tales como manos, piernas, pies, cara, cuello y abdomen.

Hay varios tipos de dermatitis, aunque, por lo general, se hace una distinción entre dos grandes grupos:

  • Dermatitis de contacto irritativa: causadas por sustancias irritantes, presentes en productos de limpieza o higiene, u otros. Los síntomas aparecen en la zona de piel afectada, y desaparecen paulatinamente, al cesar el contacto.
  • Dermatitis alérgica de contacto: aunque también se produce por el contacto con una sustancia (alérgeno), esto solo ocurre con las personas que son alérgicas a la misma y, a diferencia de la anterior, se puede extender a otras zonas del cuerpo.

En cuanto a la dermatitis vulvar, se emplea este término para referirse a la irritación, con inflamación, picazón y enrojecimiento, que se produce en la piel que rodea la abertura de la vagina.

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La irritación de la zona vulvar suele generar picazón y ardor.

Es oportuno señalar que en los pliegues de la vulva, la piel es sumamente sensible, además de caliente y permanece o debe permanecer húmeda. Todas estas condiciones la hacen más susceptibles de sufrir irritaciones o infecciones.

No hay cifras precisas en relación con la incidencia de esta afección. Pueden sufrirla mujeres de cualquier edad. Sin embargo, en ciertos períodos hay mayor posibilidad de que se presente; de manera particular, en la adolescencia, antes de la primera menstruación, y en la postmenopausia.


Para saber más, lee también: Vulvitis: síntomas y recomendaciones


Síntomas más comunes

En la dermatitis vulvar, los síntomas pueden variar con la causa; entre estos, se mencionan:

  • Prurito o picazón.
  • Ardor o irritación.
  • Enrojecimiento.
  • Erupción.
  • Dolor durante el sexo.
  • Malestar general (cuando hay infección).
  • Fiebre (sobre todo si se trata de ETS).
  • Secreción blanquecina (cuando hay hongos).
  • Ampollas (menos frecuente).

Causas de la dermatitis vulvar

Esta, al igual que otras irritaciones en la zona íntima, puede tener que ver con una infección, como por ejemplo, vaginitis. Dicha enfermedad se desarrolla cuando la microbiota de la zona ha sido alterada por un patógeno o por otras razones.

En segundo lugar, los síntomas están asociados con elementos que, al entrar en contacto con la vulva, causan irritación o alergia. Según las investigaciones, en gran parte de los casos, las pacientes con este problema tienen antecedentes atópicos.

Con respecto a las causas de la dermatitis vulvar, en general se señalan las siguientes:

  • Afecciones de la piel: psoriasis, eczema o eczema seborreico.
  • Liquen escleroso.
  • Infecciones por hongos: candidiasis y otras infecciones por levaduras.
  • Enfermedades de transmisión sexual.
  • Vaginitis y otras infecciones bacterianas.
  • Medicamentos hormonales.
  • Cambios y desajustes hormonales, particularmente en la menopausia.
  • Productos de higiene o detergentes para la ropa, con perfumes, sustancias irritantes o que afectan el equilibrio del pH de la piel.
  • Uso de lubricantes.
  • Higiene inadecuada o con demasiada frecuencia.
  • Roce de la ropa.
  • Contacto con tejidos sintéticos en personas sensibles.
  • Alergia al látex de los preservativos.
  • Exceso de humedad en la ropa íntima.
  • Cáncer de vulva.

Diagnóstico y tratamiento

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Si presentas síntomas de dermatitis vulvar, consulta con tu ginecólogo de confianza.

En algunos casos, los síntomas pueden desaparecer por sí solos, mejorando la higiene o evitando los elementos que causan la irritación. Cuando se hacen más intensos o persisten por una semana, es conveniente acudir al médico.

El diagnóstico, por lo común, se realiza mediante observación y anamnesis. Si hay síntomas de infección, se pueden hacer exámenes de orina y, en caso de que se sospeche de cáncer, es posible que se requiera de una biopsia de tejido.

Una vez que se conoce qué está ocasionando la irritación de la vulva, se determina el tratamiento, el cual, por supuesto, dependerá de dicha causa. En este orden de ideas, se pueden recetar algunos medicamentos, tales como antibióticos, antifúngicos o antialérgicos. Estos se pueden aplicar en forma de cremas o ungüentos, u oralmente.

Asimismo, hay otras medidas que se deben seguir en el hogar, tomando en consideración las recomendaciones del médico. Entre las mismas, destacan las siguientes:

  • Lavar una vez al día, con agua a temperatura ambiente, usando un jabón sin perfumes.
  • Secar bien el área, pero de una manera suave, sin frotar.
  • Usar humectantes o lubricantes si hay resequedad.
  • Aplicar compresas frías para reducir las molestias.
  • Abstenerse de mantener relaciones sexuales hasta que desaparezcan los síntomas.
  • Evitar rascarse; esto puede hacer que el malestar empeore.

Medidas de prevención

No siempre se puede prevenir la dermatitis vulvar; pero hay algunas medidas que se pueden tomar para disminuir las posibilidades de ocurrencia, sobre todo en las personas con tendencia a sufrir afecciones cutáneas.

A tales fines, se sugieren las siguientes acciones:

  • No hacerse lavados vaginales.
  • No aplicar aerosoles, talcos o productos en polvo.
  • Practicar sexo seguro, usando preservativo.
  • Usar ropa holgada, que transpire o absorba bien la humedad.
  • Para la ropa íntima, preferir tejidos naturales (algodón).
  • No lavar en exceso la zona vaginal.
  • Evitar el uso de jabones íntimos con sustancias irritantes.
  • No usar agua caliente para esta zona.
  • Cambiarse la ropa interior con frecuencia, sobre todo si está sudada después del ejercicio.
  • Lavarse las manos antes de tocar la zona íntima.
  • No compartir toallas ni ropa interior con amigas o miembros de la familia.

Señales de alerta

Hay que estar atentas a ciertas señales de alerta que podrían indicar algún problema más grave. Entre estos signos, merece la pena mencionar la fiebre con escalofríos, la secreción vaginal abundante o con mal olor, el ardor al orinar, la hinchazón notoria en el área de la vulva, la sensación de calor en la zona y la erupción que se extiende hacia otras partes.

Por último, una recomendación muy importante: hay que abstenerse de recurrir a remedios caseros que se puedan encontrar en páginas de Internet (sobre todo, lavados de la zona íntima). Ante cualquier duda, es mejor consultar con el médico.


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