Descansar del método anticonceptivo, ¿sí o no?
Escrito y verificado por el médico Nelton Abdon Ramos Rojas
Los métodos anticonceptivos son clave para la salud mundial. Previenen el contagio de enfermedades de transmisión sexual. Además, constituyen métodos efectivos para el control de la natalidad a escala planetaria. Deben ser usados por tanto por mujeres como por hombres sexualmente activos.
La elección del método anticonceptivo está condicionada por la situación y la personalidad de la pareja que decide protegerse. Los humanos nos reproducimos de forma natural a través del acto sexual una vez alcanzada la edad biológica para engendrar hijos.
Ahora bien, cómo elegir uno entre tal variedad. En este artículo, te damos algunas pistas que te serán de gran ayuda para determinar cuál es el que se adapta a tus necesidades. También te explicaremos si es necesario descansar del método anticonceptivo y en qué casos hacerlo.
Los humanos controlamos nuestra reproducción mediante el uso de anticonceptivos. De esta forma, existen diferentes métodos para evitar o prevenir el embarazo. Así, dependiendo del criterio, los anticonceptivos se clasifican en: hormonales, artificiales o naturales, orales o inyectados. También existen los de emergencia.
He aquí, pues, una somera descripción de los más frecuentemente utilizados:
- Los hormonales son ingeridos por las mujeres. Se los conoce comúnmente como “la píldora”.
- Los anticonceptivos artificiales son las barreras mecánicas que impiden que los espermatozides lleguen al interior del útero. Ejemplos de ellos son el condón, las espumas espermáticas y las quirúrgicas.
- Los anticonceptivos naturales son los que consideran el ritmo menstrual y sus variantes.
- Más recientemente, existe el anticonceptivo para hombres. Consiste en una inyección que reduce el número de espermatozoides a niveles mínimos. Sus efectos son reversibles.
Ahora bien, para la elección de un método anticonceptivo, lo ideal es que cada persona lo elija de acuerdo con su propia situación.
Criterios para valorar los métodos anticonceptivos disponibles en la actualidad
Para la elección de uno entre la variedad de métodos anticonceptivos que existen, deben tenerse en cuenta, además, estos criterios:
- Eficacia: representa el riesgo de que una mujer se embarace aunque ella o su pareja estén usando un método anticonceptivo.
- Seguridad: se debe garantizar la salud de las mujeres; mucho más en aquellas que padezcan alguna enfermedad o trastorno que pudiera limitar su uso.
- Aceptabilidad: lo que para algunas personas puede ser una ventaja, para otras puede ser un inconveniente. Cada persona debe elegir el método que se ajusta mejor a sus necesidades.
- Facilidad de uso: mientas más fácil sea de usar, más probable es que se lo utilice en forma correcta.
- Disponibilidad: algunos métodos anticonceptivos son subvencionados por el sistema sanitario.
- Reversibilidad: también es importante conocer si los efectos inhibidores del método son reversibles. Muchas personas cuentan y desean recuperar la fertilidad después de suspender su uso.
- Costo: el costo de los anticonceptivos depende que los jóvenes, en tanto es el sector de la población con menor poder adquisitivo y más activo sexualmente hablando, puedan acceder a ellos.
Clasificación de los métodos anticonceptivos
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Métodos temporales
Son reversibles; o sea, que si se suspende su uso, la mujer podría quedar embarazada. Pueden ser mecánicos o químicos, como los métodos de barrera y los hormonales, respectivamente.
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Métodos definitivos
Los métodos anticonceptivos definitivos son irreversibles. Una vez puesto en marcha, la pareja no podrá concebir. Los métodos definitivos son quirúrgicos y pueden llevarse a cabo tanto en el hombre (vasectomía) como en la mujer (ligadura de trompas).
Tipos de anticonceptivos
1. Anticonceptivos de barrera
- Preservativo: no presenta ningún tipo de contraindicación. Es uno de los anticonceptivos más eficaces y el mejor para prevenir enfermedades de transmisión sexual (ETS).
- Espermicida: actúa como barrera química. Aniquila a los espermatozoides antes de que estos lleguen al útero.
- Preservativo femenino: protege contra los embarazos no deseados y las ETS.
- Diafragma: es una cúpula elástica de silicona. Se coloca frente al cuello uterino. No cubre la mucosa de la vagina, por lo que no es efectiva para evitar las ETS.
- Esponja vaginal: es un dispositivo de espuma de poliuretano con espermicida. Se retira pasadas 6 horas de la última relación sexual. Tiene el inconveniente de que no previene las ETS.
2. Anticonceptivos hormonales
- Píldora: debe ser utilizada bajo prescripción médica. Si se la toma con la regularidad requerida, es un método muy eficaz para evitar los embarazos no deseados, pero puede tener efectos secundarios.
- Minipíldora progestágeno: se creó por los efectos secundarios que causaba la píldora debido a los estrógenos. Se debe tomar todos los días a la misma hora.
- Píldora del día después (PDS): por su alto contenido hormonal solo se debe tomar en casos puntales y siempre antes de las 72 horas de haber tenido lugar la relación sexual.
- Adhesivo anticonceptivo: es un adhesivo que se coloca en la piel y se sustituye cada 7 días.
- Anillo vaginal: es un anillo que libera estrógeno y progesterona. Su duración es de 3 semanas.
- Anticonceptivo inyectable: sus ventajas y efectos secundarios son similares a los de la píldora.
- Implante anticonceptivo: es un anticonceptivo altamente eficaz. Se trata de una implantación subcutánea, consiste en un pequeño bastoncillo de plástico que libera hormonas. Tiene una duración de 3 años. No protege contra las ETS.
3. Anticonceptivos permanentes
- Vasectomía: es una sencilla cirugía por la cual se corta el conducto deferente que lleva los espermatozoides.
- Ligadura de trompas: se realiza mediante una intervención quirúrgica o por vía endoscópica. Consiste en anudar o bien, cortar las trompas de falopio. De esta forma, se impide que el óvulo llegue a ser fecundado por el espermatozoide.
4. Métodos alternativos naturales
No se consideran seguros, ni son recomendables.
- Método del calendario menstrual: consiste en estimar los días de ovulación de la mujer y evitar tener relaciones sexuales e ellos.
- Coito interrumpido: consiste en retirar el pene antes de eyacular. Pero, si el hombre no lo retira a tiempo, el líquido preseminal, que contiene pequeñas cantidades de esperma, podría hacer que la mujer quedara embarazada.
- Moco cervical: días antes de comenzar la ovulación, el moco cervical se vuelve más elástico. El moco cervical señala, pues, el periodo fértil de la mujer.
- Lactancia materna: las mujeres en periodo de lactancia, por lo general, no ovulan, por lo que es casi imposible que queden embarazadas. Sin embargo, esto no siempre es así, por lo que este método comporta ciertos riesgos que deben ser tenidos en cuenta.
¿Es perjudicial el uso prolongado de los anticonceptivos?
Hasta ahora, no existe ninguna evidencia de que sea perjudicial el uso prolongado de la píldora anticonceptiva. Al contrario, estas disminuyen la posibilidad de tener un embarazo ectópico o extrauterino.
Asimismo, los anticonceptivos orales no se acumulan en el cuerpo de la mujer. Por ello, tampoco es necesario descansar del uso de la píldora mientras se quiera evitar el embarazo.
Una mujer sana puede tomar pastillas anticonceptivas siempre que lo recomiende su médico. Y puede hacerlo desde su primera menstruación (menarquia) hasta la última (menopausia), sin necesidad de interrumpir la toma si ese fuera su deseo.
Procurándose un examen ginecológico anual, la mujer puede cuidarse con pastillas anticonceptivas durante toda su vida fértil mientras desee evitar el embarazo.
De esta forma, la necesidad de hacer descansos durante la toma de pastillas anticonceptivas es solo un mito, pues no encuentra basamento en la literatura médica producida hasta la fecha. Por otra parte, dejar de tomar la píldora no hará que la mujer aumente de peso de forma significativa, según sugiere este estudio de la Universidad de Columbia. Aunque esta es otra de las creencias más extendidas en torno al tema, no existe evidencia científica que la pruebe.
Riesgos de realizar descansos en la toma de pastillas anticonceptivas
- La mujer pierde la protección anticonceptiva. Conviene insistir: las píldoras no causan esterilidad.
- Se ve obligada a utilizar otro método anticonceptivo de menor eficacia.
- Este nuevo método puede no serle familiar y utilizarlo de forma incorrecta o inconsistente.
- En ciertas ocasiones, la mujer no sabe o no puede negociar con su compañero la utilización del preservativo.
- Reiniciar la toma de pastillas anticonceptivas puede volver a presentar las reacciones adversas que ya habían desaparecido.
- Hay mujeres que suspenden las pastillas y pasan periodos de amenorrea (falta de regla). Esto tiende a confundirse con el embarazo. También dificulta realizar el cálculo de la ovulación.
En resumen, tomar pastillas anticonceptivas por períodos prolongados es seguro mientras se desee evitar el embarazo. El anticonceptivo no tiene límite de tiempo de prescripción siempre que se realicen los exámenes ginecológicos anuales recomendados y no se presente ninguna patología durante el tratamiento que recomiende el cese de su administración.
A veces, se dan casos aislados y el médico puede recomendar hacer descansos que interrumpan el tratamiento anticonceptivo o cambiar la marca de estos. El descanso solo serviría para aumentar las probabilidades de tener un embarazo no planificado. El consumo de la píldora y la aparición de efectos secundarios dependen de la subjetividad de cada mujer.
Solo es necesario descansar si, pasados los 2 o 3 años de tomar las pastillas anticonceptivas, empiezas a estar apática, cansada, mareada, de mal humor y sin ganas de tener o mantener relaciones sexuales. Lo mínimo es dejar que tu cuerpo tenga otra vez una a dos menstruaciones por sí mismo.
Efectos secundarios que podrías tener al tomar la píldora por muchos años
Según afirma este estudio realizado por la Universidad de Valladolid, algunos efectos secundarios a largo plazo (que pueden estar relacionadas con la pausa o el abandono del tratamiento) pueden ser:
- Hipertensión.
- Fuertes migrañas.
- Estado anímico ansioso o depresivo.
- Incremento de infecciones vaginales como la candidiasis.
- Aumento de peso
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