Dieta alta en grasas y riesgo de cáncer colorrectal
Escrito y verificado por la nutricionista Florencia Villafañe
¿Sabías que una dieta alta en grasas puede aumentar el riesgo de cáncer colorrectal? De los factores que predisponen el desarrollo de esta patología oncológica, la alimentación es el único modificable. Por ello, es fundamental aprender a prevenirlo a partir de pautas nutritivas.
Así pues, en el año 2018 se estimaron 3,9 millones de casos de diferentes tipos de cáncer en Europa, de los cuales el de colon fue uno de los principales. Sigue leyendo y descubre más sobre este tema.
El cáncer colorrectal y la dieta alta en grasas
Entre los factores que contribuyen a la aparición de esta enfermedad, la dieta tiene un papel fundamental. En este sentido, las grasas saturadas son el principal componente relacionado con el aumento del riesgo.
Numerosos estudios epidemiológicos las han implicado de forma directa al desarrollo de ciertos tipos de cánceres, en especial de mama, colon, recto, próstata y ovarios. Siempre lo que determina la incidencia final es la calidad de la grasa, mas allá de su aporte calórico. Se tiende a pensar que lo malo del lípido es que nos haría aumentar de peso, sin embargo, no es donde hay que poner el hincapié.
Se han propuesto hipótesis para explicar los mecanismos del efecto promotor de las grasas en el cáncer colorrectal. Entre ellas se incluyen el incremento de la concentración de cocarcinógenos, como los ácidos biliares secundarios en el colon, por parte de los ácidos grasos omega 6. Estos inducen la multiplicación celular y generan una respuesta inflamatoria local.
Las grasas saturadas son las que más influyen, ya que estimulan la formación tumoral durante las fases de iniciación de la misma. Estudios demostraron que la administración de una dieta con alto contenido de dichos compuestos, prevalente en los países occidentales, produce lesiones en el colon.
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Prevención del cáncer colorrectal con la dieta
En varias investigaciones se ha observado una menor incidencia de diversos tipos de cánceres en el área mediterránea europea en comparación con el norte de Europa y Estados Unidos. Esto se debe a que la grasa mayoritaria en los países del Mediterráneo es el aceite de oliva, en el que predomina el ácido oleico. En cambio, en los otros, es frecuente la de tipo poliinsaturada omega 6.
También se ha evidenciado el efecto protector del consumo elevado de fibra alimentaria en el desarrollo del cáncer colorrectal. Un estudio publicado en 2018 encontró una reducción del 42 % en la probabilidad de padecerlo entre aquellos asiduos consumidores de todo tipo de fibras, tanto las provenientes de cereales, como las vegetales.
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¿Qué puede provocar este tipo de cáncer?
La aparición del cáncer colorrectal provoca alteraciones en dichos órganos del final del tubo digestivo. Con ello, el metabolismo de los alimentos puede verse dificultado. Te detallamos cuáles son las características más comunes en quienes padecen la patología:
- Hay cambios en los hábitos intestinales, como estreñimiento, diarrea o heces estrechas. Estas modificaciones oscilan entre momentos de constipación y otros de alta frecuencia de deposiciones.
- Presencia de sangre en las heces, que en algunas ocasiones pueden verse de color negro o marrón oscuro.
- Sangrado del recto, en forma de pequeñas gotitas rojas, sobre todo cuando el cáncer está en la región baja.
- Sensación de que el intestino está lleno, aún después de defecar.
- Calambres o dolor abdominal. El mismo es intermitente y sin un ritmo particular que permita distinguirlo de otros dolores clínicos. Se presta a confusión con el colon irritable, los divertículos y los pólipos benignos complicados.
- Fatiga y pérdida de peso inexplicable.
- Anemia, como hallazgo secundario y accidental. En una analítica de sangre se detecta la baja cantidad de glóbulos rojos o de hemoglobina, y tras investigar en profundidad se llega a encontrar la pérdida en el sistema digestivo.
El cáncer de colon es prevenible y curable
La Organización Panamericada de la Salud (OPS) indica que en la región de las Américas el cáncer de colon y recto ocupan el cuarto lugar entre las causas de muerte por tumores. Cada año, 96 000 pacientes que lo tienen fallecen. Dicha entidad asevera que este tipo de cáncer se puede prevenir mediante la reducción de los factores de riesgo y la prevención secundaria.
En adición, se recomienda empezar el control en la población de riesgo, es decir a partir de los 50 años, y continuar a intervalos regulares hasta los 75. Las pruebas de tamizaje disponibles para cáncer colorrectal incluyen el examen de sangre oculta en las heces, la sigmoidoscopia y la colonoscopia.
La mejor prevención de esta patología es una dieta rica en fibra dietética y baja en grasas saturadas provenientes de las carnes rojas y sus derivados. A ello se debe sumar el ejercicio físico y la reducción del peso.
Esto permite identificar comportamientos que pueden ser modificados de forma preventiva, en particular en pacientes que reúnen mayores factores de riesgo, como ser la obesidad y la grasa abdominal. Una consulta nutricional no está de más para establecer parámetros a la hora de fijar horarios, tipos y modalidades de consumo de los alimentos.
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