Dieta recomendada para pacientes con párkinson
Escrito y verificado por la nutricionista Anna Vilarrasa
La alimentación está en la base de una mejor salud y calidad de vida, tanto en la prevención de enfermedades como para aquellas personas que ya sufren algún trastorno. En el tema que nos ocupa es importante remarcar que no existe una dieta recomendada para pacientes con párkinson, pero un régimen adecuado puede ayudar a mejorar muchos de los síntomas.
La enfermedad de Parkinson es una afección neurológica progresiva. Se desarrolla cuando las células del cerebro dejan de funcionar de forma correcta y aparece la imposibilidad de producir dopamina. Como consecuencia, se hacen presentes algunos síntomas concretos como temblores, lentitud de movimientos y rigidez muscular.
Se trata del segundo problema de salud con más prevalencia entre la población de edad avanzada, por detrás del alzhéimer. Hoy en día afecta a unos 6 millones de personas en todo el mundo. En su origen tienen un papel destacado la genética y los factores ambientales. De aquí la importancia de la nutrición y la dieta para pacientes con párkinson.
La enfermedad de Parkinson y la dieta
Cuando una persona está afectada por este trastorno, hacer cambios en las rutinas alimentarias puede mejorar los síntomas y la calidad de vida. Mantener una dieta saludable y balanceada promueve un mejor estado de salud y bienestar, tanto en estos casos como en la población en general.
En esta patología concreta, estudios epidemiológicos han demostrado que el consumo de alimentos antioxidantes y ricos en omega 3 pueden tener un efecto protector. También algunas bebidas como el té o el café.
En cambio, es mejor evitar otros que se han relacionado con un peor desarrollo de la enfermedad, como los lácteos o las grasas saturadas. En el siguiente apartado lo especificamos con más detalle.
¿Cómo es la dieta recomendada para pacientes con párkinson?
Dentro de las características de una dieta saludable existen algunos alimentos que es necesario potenciar y otros que es mejor evitar o disminuir su consumo. Tanto la Michael J. Fox Foundation for Parkinson’s Research como la American Parkinson Disease Association establecen que un buen modelo alimentario en estos casos es la dieta mediterránea.
Es necesaria más investigación para establecer la relación concreta con la reducción de la incidencia de párkinson. Sin embargo, este patrón está relacionado con una mejor salud en general y del cerebro en particular. Estas son sus líneas básicas y los alimentos más recomendados.
Controlar el nivel total y la calidad de los lípidos
Hay que evitar en especial aquellas grasas de peor calidad o más dañinas, como son las hidrogenadas. Así mismo, moderar el consumo de saturadas.
En cambio, los ácidos grasos omega 3 que aportan sobre todo el pescado azul, el lino y las nueces pueden tener un efecto protector de la función cerebral. El aceite de oliva virgen es la grasa prioritaria tanto para cocinar como para aliñar.
Potenciar los hidratos de carbono complejos
Este objetivo se consigue con dietas ricas en granos integrales, legumbres, patatas o moniatos. Estos alimentos aportan vitaminas y minerales y disminuyen la necesidad de picar entre horas. Cuanto más presentes estén, menor será la ingesta de alimentos procesados o bollería, que no están recomendados.
Rica en frutas y verduras frescas
Estos son alimentos que hay que promover de forma particular porque son ricas en antioxidantes y en fibra. Se ha comprobado que su efecto positivo se puede asociar a una prevención del deterioro cognitivo y al enlentecimiento de la aparición de enfermedades neurodegenerativas.
Proteínas de calidad
Una ración de proteína en cada comida es necesaria para mantener en buen estado la musculatura, que puede verse afectada por la reducción de la movilidad. Las fuentes de elección serán el pescado (sobre todo el azul) que aporta los saludables ácidos grasos omega 3, los huevos y la carne magra. También son de especial importancia las legumbres, que pueden tomarse en sustitución de la carne roja.
Evitar los lácteos
Como ya se ha comentado, los lácteos pueden ser uno de los alimentos a evitar. Aunque los expertos recomiendan más análisis para determinar el porqué de la relación, existe una asociación entre el consumo de leche y el riesgo de párkinson. Este se observa en concreto para la leche desnatada o baja en grasas.
La alimentación y los efectos secundarios de la enfermedad
Existen algunas situaciones y manifestaciones que son comunes en muchas personas que padecen la enfermedad de párkinson. En estos casos, el abordaje alimentario es el primer paso para solucionarlo, con la puesta en práctica de algunas pautas sencillas recomendadas de nuevo por los expertos de la Michael J. Fox Foundation.
Estreñimiento
Hay que asegurar un aporte suficiente de fibra en la dieta con alimentos integrales, frutas, verduras y frutos secos a diario. También es necesario beber suficiente agua. Los líquidos calientes por la mañana pueden favorecer las deposiciones.
Descubre: 7 maneras de aumentar el consumo de fibra para tratar el estreñimiento
Disfagia
Se trata de una dificultad para deglutir que suele estar bastante ligada a esta enfermedad. Hay que tenerlo en cuenta, pues puede derivar en problemas de desnutrición, deshidratación o incluso neumonías por aspiración.
Como se indica en la Guía de nutrición para personas con disfagia de la confederación ASPACE, en estos casos puede ser de ayuda lo siguiente:
- Hacer pequeñas comidas y a menudo. Tener buena postura y estar concentrados durante este rato.
- Los alimentos tienen que ser homogéneos, evitar grumos y espinas. La consistencia ideal es jugosa y blanda.
- Hay que evitar algunas texturas que aumentan el riesgo de atragantamiento. Entre ellas están los alimentos resbaladizos, los que desprenden agua al comer o las mezclas de líquidos y sólidos.
- Puede ser necesario emplear espesantes para las bebidas.
Presión arterial baja
Para tratar de evitar la hipotensión, se puede aumentar la ingesta de líquidos y recurrir a alimentos ligeramente salados, como encurtidos, aceitunas o sal de mesa. Sin embargo, es necesario que aquellas personas que padecen problemas del corazón consulten también con su médico.
Hay que evitar la cafeína y el alcohol, pues conllevan un riesgo de deshidratación que no es conveniente. Comer a menudo y raciones pequeñas ayuda a disminuir las fluctuaciones bruscas de presión arterial.
Lee más: La hipotensión, ¿cómo subir los valores de forma saludable?
Ejemplo de dieta semanal para pacientes con párkinson
Esta pauta que proponemos es para una semana y ofrece una idea global de cómo estructurar un menú saludable. No obstante, no se puede interpretar como un modelo específico para tratar la enfermedad. Es necesario adaptarla a las necesidades y características de cada persona y consultar con el médico las posibles interacciones.
Día 1
- Desayuno: tostada de pan integral con aguacate.
- Comida: brócoli con patata y tortilla.
- Cena: crema de zanahorias y sardinas con ajo y perejil.
Día 2
- Desayuno: fruta con crema de avellana y yogur.
- Comida: judías tiernas con zanahoria y lentejas estofadas.
- Cena: verduras salteadas con arroz integral y pollo.
Día 3
- Desayuno: tostada integral con tomate y anchoas.
- Comida: escalivada y merluza al horno con boniato.
- Cena: gazpacho y revuelto de espárragos y guisantes.
Día 4
- Desayuno: tostada integral con queso fresco y compota de manzana.
- Comida: espinacas con piñones y garbanzos.
- Cena: ensalada con maíz y caballa. Pavo a la plancha.
Día 5
- Desayuno: copos de avena con nueces y 1 yogur.
- Comida: ensalada de alubias blancas y jurel al horno.
- Cena: calabaza asada con vinagreta y tortilla con pan tostado.
Día 6
- Desayuno: fruta con crema de avellana y yogur.
- Comida: ensalada verde y pollo asado con patatas.
- Cena: crema de puerros y humus.
Día 7
- Desayuno: copos de avena con nueces y fruta.
- Comida: macarrones con salsa de tomate y sepia a la plancha con champiñones.
- Cena: menestra de verduras y conejo.
Para el postre se puede elegir fruta fresca o en compota (sin azúcar) o bien yogur natural entero. Igual que a media mañana y por la tarde, cuando también se puede comer un puñado de frutos secos. Hay que aplicar los consejos particulares en caso de padecer síntomas como estreñimiento, disfagia o presión arterial baja.
La mejor dieta para pacientes con párkinson es una pauta saludable
La dieta para el párkinson debe estar formada de manera principal por frutas y verduras frescas, frutos secos, pescado azul, aceite de oliva, legumbres y granos integrales. Es necesario acompañarla de una ingesta importante de agua y tener en cuenta todos los consejos que son de utilidad en los malestares que pueden aparecer a lo largo de la enfermedad.
Además, es fundamental que la dieta vaya acompañada por un estilo de vida y unos hábitos sanos. Se aconseja evitar el alcohol y el tabaco y hacer ejercicio físico. Siempre dentro de las posibilidades de cada uno y en contacto con la naturaleza.
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