¿Cuál es la diferencia entre prebióticos y probióticos?
Escrito y verificado por la nutricionista Anna Vilarrasa
Aunque ambos son beneficiosos para la salud, prebióticos y probióticos no son lo mismo. Sus funciones específicas varían y hasta su naturaleza también.
Lo que sí tienen en común es que inciden e impactan en la microbiota intestinal. Este es el conjunto de microorganismos que habitan la luz del intestino y que forman una comunidad compleja y dinámica, con funciones en el sistema digestivo, participación en la síntesis de vitaminas y otros compuestos, y modulación del sistema inmunitario.
En concreto, los probióticos son microorganismos vivos que proporcionan beneficios para la salud al ser consumidos en cantidades adecuadas. Por otro lado, los prebióticos son sustancias no digeribles para el humano, que estimulan el crecimiento y la actividad de la microbiota. Pero analicemos más a detalle la diferencia entre prebióticos y probióticos.
¿Qué son los prebióticos? El alimento de nuestra flora intestinal
Los prebióticos son sustancias que los humanos no podemos digerir ni asimilar en el intestino. Al atravesar el tubo digestivo, promueven el crecimiento y la actividad de los microorganismos que viven allí. Por eso se dice que son el «alimento» de la microbiota.
Para que una sustancia sea considerada como prebiótico debe cumplir los siguientes criterios:
- Resistir el ácido del estómago.
- No ser absorbida en el intestino.
- Ser fermentable a través de procesos metabólicos de la microbiota.
- Generar beneficios en el huésped.
Los prebióticos más estudiados son distintos tipos de fibras presentes en los alimentos vegetales. En especial, los fructooligosacáridos (FOS), los galactooligosacáridos (GOS), la pectina, el almidón resistente y la inulina.
Los prebióticos, tras la fermentación por la microbiota, generan compuestos útiles para el organismo. Entre ellos, los ácidos grasos de cadena corta (AGCC).
Varios de estos ácidos han demostrado tener diversos efectos positivos en el funcionamiento del cuerpo humano. Por eso, los prebióticos también se investigan como opciones terapéuticas para tratar enfermedades del sistema digestivo, según indica una publicación científica de Gastroenterology Clinics of North America.
¿Cuáles son las fuentes de los prebióticos?
Un alimento prebiótico será, de modo general, el que tenga fibra soluble fermentable. Los distintos tipos de fibras pueden encontrarse en diversos productos.
La inulina, por ejemplo, es abundante en los espárragos, los cereales integrales, los plátanos y los puerros. También se la comercializa como suplemento y es un ingrediente de algunos productos comerciales procesados.
El almidón resistente está en las patatas hervidas y refrigeradas, el arroz integral y las legumbres. La pectina en las manzanas, los albaricoques y las judías verdes. Como tiene la capacidad de formar geles, se incluye en la fabricación de mermeladas y jaleas.
Otros alimentos prebióticos son los que contienen polifenoles, como el cacao o los frutos rojos. Y cumplen una función similar las grasas del aceite de oliva y del pescado azul.
¿Qué son los probióticos? Microorganismos para la salud humana
El término probiótico significa «en favor de la vida». La definición más aceptada para ellos fue formulada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). De acuerdo con estas instituciones, se trata de microorganismos vivos que, cuando son administrados en cantidades adecuadas, confieren un beneficio para la salud del huésped.
La principal diferencia entre prebióticos y probióticos está en que con estos últimos ya no hablamos de alimentar a las bacterias que están en la flora intestinal, sino de aportar las bacterias mismas. Esto se podrá realizar mediante alimentos o suplementos formulados en un laboratorio.
El consumo de probióticos tiene beneficios para la salud humana en el abordaje de situaciones y circunstancias de enfermedad. Por ejemplo, mejoran los síntomas en las personas con celiaquía o con enfermedad inflamatoria intestinal. También han demostrado proteger al hígado y evitar complicaciones asociadas a las enfermedades hepáticas. Se indican en trastornos vaginales y para contribuir a la lactancia materna.
En los trastornos digestivos son muy útiles. Se utilizan en el tratamiento de las diarreas del viajero y las pseudomembranosas. Podrían ayudar al sistema inmunitario de los pacientes con padecimientos alérgicos y en el contexto de las patologías metabólicas, como la diabetes.
¿Cuáles son las fuentes naturales de probióticos?
Un alimento es un probiótico cuando contiene microorganismos vivos beneficiosos para la salud humana. El yogur natural es uno de los más populares y con mayor distribución mundial. No obstante, hay otras opciones, como las siguientes:
De acuerdo con un estudio en Critical Reviews in Food Science and Nutrition, los alimentos probióticos naturales tienen la eficiencia suficiente para colocar microorganismos beneficiosos en la luz del intestino. Además, son más económicos que los suplementos comerciales.
¿Qué son los suplementos de probióticos?
Los suplementos con probióticos son formulaciones de laboratorio de colonias de bacterias y levaduras para ser ingeridas. Se cultivan y empaquetan de un modo particular, para ser tomados como un nutraceútico.
A la hora de elegir uno, lo primero a considerar es la cepa que lo forma. Luego, se debe evaluar la cantidad de unidades formadoras de colonias (UFC). Tanto el tipo de bacteria como la dosis determinan los resultados para la salud.
Siempre tendría que ser un profesional de la salud quien prescriba el probiótico, de acuerdo con la situación particular de quien consulta, sus padecimientos, el estado o no de disbiosis, determinarán la mejor cepa en ese momento. Más allá de que exista la posibilidad de adquirir un producto en venta libre, no es lo mismo ingerir cualquier cepa.
Repasamos las principales diferencias entre prebióticos y probióticos
- Origen: los probióticos son microorganismos vivos, mientras que los prebióticos son sustancias no digeribles.
- Fuentes alimenticias: los probióticos se encuentran en alimentos fermentados, mientras que los prebióticos provienen de alimentos ricos en fibras no digeribles.
- Acción: los probióticos restauran y mantienen el equilibrio de la microbiota intestinal, pasando a formar parte de ella, mientras que los prebióticos alimentan a las bacterias beneficiosas que ya viven en la microbiota.
Diferentes, pero beneficiosos en complemento
Juntos, probióticos y prebióticos, forman una combinación necesaria. De hecho, las empresas nutracéuticas están comercializando e investigando simbióticos para maximizar los beneficios.
Los papeles diversos que desempeñan son complementarios. Incorporar alimentos ricos en ambos en nuestra dieta es la clave para cultivar un equilibrio microbiano saludable. Piensa que de nada nos serviría aportar probióticos, si estos no son bien alimentados con los prebióticos.
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