6 diferencias entre las cintas de correr curvas y planas

¿Estás pensando entrenar en cintas de correr? Te enseñamos cuáles son las diferencias entre modelos curvos y planos para que aprendas cuál te conviene más.
6 diferencias entre las cintas de correr curvas y planas
Leonardo Biolatto

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto.

Última actualización: 24 mayo, 2023

Las cintas de correr son una gran alternativa para hacer ejercicio aeróbico sin recorrer grandes distancias. En general, para este tipo de actividades requieres moverte en el espacio (ya sea ciclismo, runningjogging). Las cintas permiten potenciar tu capacidad aeróbica en un solo espacio. Si quieres utilizarla en tu rutina, te presentamos 6 diferencias entre las cintas de correr curvas y las planas.

En general, estas son las dos opciones que tienes a la mano al momento de comprar o utilizar una. Quizá te parezca en un principio que su diferencia es solo estética o funcional, pero desde ya te adelantamos que los beneficios y los músculos que trabajas también difieren. Veamos qué diferencias existen entre cintas de correr curvas y planas y cuál de las dos es mejor para ti.

Diferencias entre las cintas de correr curvas y planas

Utilizar una cinta de correr tiene muchas ventajas. Muchas veces no disponemos de los espacios necesarios para correr o no nos queremos exponer a todas las variables negativas que se conjugan al salir a entrenar al aire libre (altas/bajas temperaturas, quemaduras solares, cambios en el terreno que pueden provocar caídas). En estos casos, son la mejor alternativa que podemos usar.

Sin embargo, cuando consideramos un par de modelos, nos percatamos de que existen dos que dominan el mercado actual: los de diseño curvo y plano. Para que puedas aprovecharlas a tu favor, a continuación te apuntamos 6 diferencias entre cintas de correr curvas y planas.



1. El impulso se obtiene por vías diferentes

Una de las principales diferencias entre las cintas de correr curvas y planas radica en la manera en que se logra el impulso. En el modelo tradicional se hace a través de un motor. De esta manera, puedes graduar la velocidad a la que deseas correr y solo debes adaptarte a ella corriendo a menor o mayor velocidad.

Por el contrario, en las cintas de correr curvas eres tú quien genera el impulso. No existe un motor con comandos que te permita ajustar la velocidad a determinados kilómetros por hora. Eres tú, a través del impulso de tus piernas, quien hace girar la cinta.

Cintas de correr.
Las cintas de correr con motor necesitan que ajustemos la velocidad según sus comandos.

2. La técnica no es igual

Debido al detalle que acabamos de explicar, la técnica para usar una cinta de correr curva es diferente a una plana. Si estás acostumbrado a las cintas tradicionales, utilizar una curva te parece todo un reto. El equilibrio, la coordinación y el esfuerzo es mucho mayor.

Esto se debe tanto a su diseño como al método de propulsión. La inclinación de su superficie te permite imitar mejor la técnica que utilizas en una carrera real. El hecho de que debas ser tú quien haga el impulso, también implica una cadencia óptima para impedir que la marcha se detenga. Además, algunas incluyen manillares ajustables a diferentes ángulos y alturas para favorecer la propulsión.



3. Quemas más calorías con las cintas de correr curvas que con las planas

De acuerdo con un estudio publicado en 2016 en Acta Kinesiologiae, correr en cintas curvas no motorizadas implica un aumento de la frecuencia cardíaca de hasta un 22 % en contraste con hacerlo en pista o en una cinta plana. Esto se traduce, a su vez, en un aumento de la carga calórica por el mismo tiempo de entrenamiento.

De esto dan cuenta las investigaciones sobre la intensidad metabólica de los atletas que usan una u otra cinta de correr. En promedio, se piensa que la quema de calorías puede aumentar hasta un 30 % con respecto a la cinta plana. Esto, por supuesto, mientras se mantenga la intensidad.

4. Trabajas menos tu resistencia en cintas planas

La resistencia se define como tu capacidad para mantener cierta actividad, ritmo o esfuerzo durante el mayor tiempo posible. Al entrenar en una cinta de correr plana, esta cualidad se potencia, ya que debes ser tú quien mantenga el funcionamiento y la velocidad de locomoción.

Esto no sucede en una cinta convencional, ya que solo te limitas a seguir el ritmo que impone el motor. Como es natural, las cintas curvas cuentan con una pantalla en la que puedes ver la velocidad de carrera. Debes poner todo de ti para no reducir esta velocidad, tal como lo harías en una carrera al aire libre. Por supuesto, esto tiene un impacto directo en tu resistencia.

5. El ritmo disiente

A pesar de lo que te acabamos de apuntar, ten en cuenta que las cintas de correr curvas te permiten controlar el ritmo a tu antojo. Puedes mantenerlo durante toda la sesión de entrenamiento, por supuesto, aunque también regularlo para así incluir rutinas de HIIT de manera más funcional.

Aunque nada te impide entrenar de esta manera en una cinta de correr plana, lo cierto es que regular la velocidad o el ritmo con la marcha es mucho más fácil que hacerlo con base en un tablero de control. Evitas la descoordinación, detenerte o simplemente perder la concentración.

6. Se involucran músculos diferentes

Los investigadores están de acuerdo en que la activación de un mayor número de grupos musculares es una característica de correr en cintas curvas. De manera general, todos los grupos se activan con un mayor esfuerzo, aunque en especial aquellos que forman parte de la cadena posterior.

De esta manera, tus pantorrillas, tus glúteos e isquiotibiales se involucrarán de forma más activa durante la sesión. Si buscas trabajar estas zonas con mayor énfasis, entonces las cintas curvas pueden ser una alternativa interesante.

Activar músculos en cinta de correr.
Se activan más grupos musculares en las cintas curvas que en las planas, sobre todo de la cadena posterior.

¿Debo entrenar en cintas de correr curvas o planas?

Dados los criterios que acabamos de apuntar, podrías pensar que correr en una cinta curva es mejor para ti. Sin embargo, todo depende de tus objetivos, la experiencia, la resistencia y las condiciones físicas. En definitiva, si es la primera vez que corres en una de ellas, te parecerá que su mecanismo de acción es muy exigente.

Ten en cuenta, además, que mientras más grande sea su superficie, más difícil será para ti impulsarla. Si te gusta hacer sesiones de más de media hora, puede que el esfuerzo esté muy por encima de tus expectativas. Por ello, siempre es mejor que aprendas a correr en una cinta plana.

Hacerlo es muy diferente a correr al aire libre. Mantener el ritmo, ajustarte al espacio y aprender la coordinación de brazos y piernas toma un par de semanas. Es mucho más fácil, entonces, correr en un modelo curvo cuando ya has asimilado todos estos valores.

En cuanto a las diferencias entre cintas de correr planas y curvas, recuerda que, aunque en verdad son significativas, se manifiestan casi de manera exclusiva cuando entrenas a alta intensidad. Si lo que quieres es mantener tu peso, hacer actividad física, desestresarte o simplemente tener una vida saludable, cualquiera de las dos te servirá.


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