Dime qué te duele y te diré qué problema tienes
Revisado y aprobado por el médico Nelton Abdon Ramos Rojas
¿Sabías que el problema que más te resistes a abordar termina somatizándose en el cuerpo? Como bien dice el popular dicho: el cuerpo grita lo que la boca calla. Esto, por lo general, sucede cuando tu mente se cierra en banda para no enfrentar aquello que más temes o te incomoda.
Lo cierto es que cuanto más continúes ignorándolo, el cuerpo seguirá enviándote señales para decirte que hay algo en tu interior que debes sanar. ¿Te suena familia? ¿Estás experimentando algún dolor sin ninguna causa aparente? Te invitamos a leer este artículo para descubrir qué te quiere decir tu cuerpo. ¡Te sorprenderás!
Somatizar los problemas, una situación muy común
Para entender mejor lo que supone el hecho de callar una inquietud o malestar, veamos un ejemplo con un personaje ficticio. Ana es una mujer que, desde que empezó su primera relación, siempre reenganchó unas con otras para evitar estar sola.
A partir de su tercera relación, empezó a manifestar síntomas de ansiedad. Estos se manifestaron con dolor de cabeza, un nudo en la garganta, pero después fueron a más, por lo que llegó a padecer eccema e, incluso, dermatitis. En suma, somatizó su problema.
Somatizar es convertir los trastornos psíquicos en síntomas orgánicos y funcionales. Según una revisión publicada en Psychotherapy and Psychosomatics, esta condición puede ser transitoria o persistente y la concurrencia más común son los trastornos afectivos y de ansiedad.
Volvamos al ejemplo. Parecía que los síntomas físicos de Ana surgieron de repente y sin un desencadenante que pudiese identificar en primera instancia. De hecho, ella pensaba que quizás esas molestias eran producto de la herencia familiar o del estrés del trabajo. No obstante, nada de esto era lo que provocaba los síntomas.
Hasta que no se encontró en una relación que realmente la instaba a estar sola no empezó a profundizar en ella misma. Fue entonces cuando se dio cuenta de que su cuerpo estaba manifestando un problema de dependencia emocional, del que, al parecer ella no era consciente.
Cuando se siente dolor constante, miedo a perder y se vive con sufrimiento, el cuerpo nos alertará de diversas maneras –a través de síntomas– para hacer que cambiemos nuestra forma de proceder en los distintos escenarios. Todo ello con el objetivo de protegernos.
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Cada parte del cuerpo tiene mucho que decir
De acuerdo al lugar en el que se somatice el dolor, este nos estará alertando de una cosa u otra. Lo importante es saber que la respuesta a esa molestia puede estar en nuestro interior. Tan solo tenemos que escuchar a nuestro cuerpo, observar las situaciones, reflexionar y sacar las conclusiones pertinentes.
Sin embargo, si te encuentras muy perdido y quieres conocer una pequeña guía basada en la sabiduría popular, aquí te dejamos algunas señales que se manifiestan en el cuerpo para comunicar alguno de estos problemas que mencionamos a continuación.
- Molestias en la garganta: Hay cosas que tienes que decir, pero que reprimes.
- Gripe: Existe algo en tu vida que te disgusta y así liberas el cansancio ante ese problema.
- Dolor en los tobillos: Representa las resistencias que tienes en tu vida.
- Molestias estomacales: Dificultad para convivir y digerir las situaciones.
- Problemas de espalda: Falta de apoyo o cargar con cosas que no te corresponden.
- Dolor en los muslos: Te preocupa lo que los demás esperan de ti.
- Migrañas o dolor de cabeza: Aparecen cuando te someten las dudas.
- Presión arterial alta: El miedo te está arrinconando.
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Cuida tu mente para afrontar los problemas
La mente es poderosa, aunque es un órgano que se suele descuidar bastante. Esto puede tener graves consecuencias para la salud a largo plazo. Una gripe puede ser tan solo eso, pero también, como mencionamos, es posible que sea un indicio de algo que ocurre en tu interior y que necesitas sanar.
En la mente es donde se gestan las peores tormentas, donde los pensamientos rumiantes hacen su mejor labor: provocar ansiedad, desconectarte del presente y hacerte experimentar sufrimiento. Si cuidas tus pensamientos, tu cuerpo dejará de somatizar todo aquello que no eres capaz de soltar y superar.
Si consideras que tienes problemas para gestionar tus pensamientos y emociones, considera pedir ayuda y agendar una cita con el psicólogo. El profesional te ayudará a identificar el problema y a empoderarte para que puedas darle solución y sentirte mejor.
No te preocupes, es normal que a veces no tengas las herramientas necesarias para poner todo en orden en esa vorágine de creencias que tantas dificultades te causan en diversos ámbitos de tu vida. Cuando sea así, es el momento de cuidar tu salud y pedir una mano extra si así lo necesitas.
No olvides que tener una mente sana es muy importante para ser feliz. También, puedes probar algunas técnicas y prácticas de relajación. Intenta incorporar en tu rutina algunos ejercicios de respiración y prácticas como el yoga o el pilates. ¡Tu cuerpo te lo agradecerá!
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Lipowski ZJ. Somatization: the experience and communication of psychological distress as somatic symptoms. Psychother Psychosom. 1987;47(3-4):160-7. doi: 10.1159/000288013. PMID: 3333284.
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