¿Dormir siempre del mismo lado podría deformar tu cara? Esto dice la ciencia

Te estabas mirando al espejo y notaste que un lado de tu rostro se ve distinto al otro. Tal vez un poco más caído, flácido o con pequeñas líneas. Lo que tal vez no imaginas es que la posición que adoptas al dormir puede estar relacionada con estos cambios. Si lo haces siempre del mismo lado, tus músculos y tejidos experimentan una presión constante que puede manifestarse con ligeras asimetrías.
No es que tu cara se deforme notoriamente, pero hay evidencia que sugiere que puede causar una pérdida de volumen facial unilateral, mejillas descolgadas y mayor presencia de arrugas finas. Y aunque no es algo que suceda de la noche a la mañana, con el paso del tiempo puede hacerse más visible. ¿Por qué sucede esto y cómo prevenirlo? ¡Descúbrelo!
El impacto del pillowing en la simetría del rostro
Desde hace algún tiempo, en redes sociales como TikTok e Instagram se habla de “pillowing” por su aparente relación con los cambios simétricos del rostro. Este término se refiere a la costumbre de dormir con la cara apoyada de forma constante solo sobre un lado de la almohada. Si bien parece inofensivo, hay evidencia que lo relaciona con alteraciones estéticas y problemas dentales.
Para ser más precisos, los estudios sugieren que dormir siempre del mismo lado causa una presión repetida que puede tener efectos acumulativos en la piel y los tejidos blandos. No es algo drástico, pero parece acentuar diferencias naturales en el rostro al afectar la distribución de la grasa subcutánea, la elasticidad de la piel y la función muscular.
Producto de esto puede que notes que una de tus mejillas luce más caída que la otra, que las líneas de expresión son más notorias o que el contorno facial se ve menos definido sobre el lado que recibe más presión. Con el tiempo, estos signos se vuelven más evidentes, sobre todo si sufres estrés constante y no tienes una rutina de cuidado de la piel.
Más allá de lo estético, hay evidencia de que este hábito también impacta la salud dental e influye en alteraciones en la mordida . Al ejercer fuerza solo de un lado, se puede producir una presión desigual que afecta la mandíbula y que también puede reflejarse en la asimetría facial.
Las posturas que más afectan el rostro al dormir
El dermatólogo Simón Scarano, reconocido por compartir vídeos sobre salud de la piel en su canal de YouTube, coincide en que dormir mal favorece la aparición de “arrugas del sueño” . Según explica, las posturas más perjudiciales son las que presionan la mejilla contra la almohada o dormir boca abajo. Estas generan una compresión continua sobre los tejidos faciales, que empeora si se mantiene la misma posición durante todo el periodo de descanso.
Ahora bien, más allá de la postura general, detalles como poner una mano debajo de la almohada o del rostro pueden influir. Al repetir estos gestos noche tras noche, la piel pierde elasticidad y se van formando pequeños pliegues. Las pieles más susceptibles son aquellas poco hidratadas, que no reciben protección solar o que tienen poco colágeno debido al consumo de tabaco.
Cómo evitar la asimetría facial durante el sueño
Las posibilidades terapéuticas para corregir la asimetría facial que se produce durante el sueño son más limitadas. Primero, porque la presión que causa estos cambios es gradual y se acumula con el tiempo, lo que hace más difícil revertir sus efectos cuando ya se hace evidente. También porque el tipo de afectación no siempre responde bien a tratamientos estéticos convencionales.
Por esta razón, los expertos recomiendan tomar medidas preventivas. La primera y más importante es procurar dormir boca arriba para que la piel no sufra tanta compresión ni tanto estiramiento. Pero como puede ser difícil controlar la postura toda la noche, también conviene poner en práctica lo siguiente:
- Alternar de lado al dormir, siempre que sea posible.
- Elegir una almohada con un diseño ergonómico que reduzca el contacto con la cara.
- Utilizar fundas de seda o satén, cuya superficie suave disminuye la fricción y presión sobre la piel al apoyarse.
- Evitar el consumo de tabaco, bebidas alcohólicas y exceso de cafeína, que hacen más vulnerables los tejidos cutáneos a estos cambios.
- Mantener una rutina diaria de hidratación y limpieza de la piel.
- Utilizar protector solar todos los días, y reaplicarlo cada dos horas.
- Incluir masajes y ejercicios faciales en tu rutina de skincare.
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No tienes que obsesionarte ni dormir con miedo de desarrollar más arrugas. Lo importante es que seas consciente de este hábito, que intentes variar tu postura tanto como puedas y que recuerdes priorizar aquellos cuidados que contribuyen a mantener tu piel nutrida, hidratada y firme.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.