El cuello, ¿qué huesos y cartílagos lo forman?

Escrito y verificado por el médico Leonardo Biolatto

Escrito por Leonardo Biolatto

Última actualización: 06 agosto, 2023

El cuello es la parte del cuerpo que hace de transición entre el tronco y la cabeza. Se trata de una estructura de vital importancia, por la que transcurren vasos sanguíneos y nervios que son necesarios para nuestra supervivencia.

En primera instancia, podríamos decir que es una zona del cuerpo delgada y flexible que permite la movilidad de la cabeza. Y si bien no lo parece, es una zona vulnerable, ya que cualquier lesión en ella puede dañar el riego sanguíneo del cerebro o sus transmisiones nerviosas.

El cuello es una estructura más compleja de lo que parece a simple vista y, de hecho, es una de las más complejas de los mamíferos. Está formado por una serie de huesos, cartílagos que los articulan, músculos, vasos y nervios.

¿Cómo delimitamos el cuello?

Para facilitar el estudio del cuello, se han establecido una serie de límites superficiales que lo definen.

El cuello comienza en el borde inferior de la mandíbula y el hueso occipital, que es la base del cráneo. Desde ahí, se extiende hasta las clavículas y el esternón por delante. En la parte posterior, el cuello llega hasta la vértebra C7.

Esta estructura contiene muchos elementos importantes que confluyen en un espacio muy pequeño. Entre ellos destacan los siguientes:

• faringe,
• laringe,
• tráquea,
• arterias carótidas,
• numerosos nervios.

A continuación vamos a explicar cuál es el armazón que protege todas estas partes.

¿Cuáles son los huesos del cuello?

El esqueleto del cuello está compuesto por vértebras cervicales, el hueso hioides, las clavículas y el esternón. La parte cervical de la columna, es decir, el cuello, está formado por siete vértebras.

Además, existen articulaciones intervertebrales, que son las que le otorgan flexibilidad y movimiento. De hecho, también es una estructura sensible a los golpes y que suele sufrir dolores.

Vértebras cervicales

Las vértebras no son todas iguales entre sí. Como hemos mencionado, el cuello está formado por siete vértebras. Desde la tercera a la sexta son todas iguales. Presentan un cuerpo vertebral y apófisis espinosa, que es la parte posterior de la vértebra; tienen una cara superior cóncava y una inferior convexa y son pequeñas en relación con el resto y un poco achatadas.

La primera vértebra se denomina atlas. Es un hueso con forma de anillo arriñonado, sin cuerpo ni apófisis. Está formada por dos masas laterales que se conectan por arcos, de ahí su forma de anillo. Es la vértebra que contacta con el hueso occipital.

La segunda vértebra o C2 se denomina axis. Lo que la diferencia del resto de las vértebras cervicales es su apófisis. Es la llamada apófisis odontoides, que es una proyección de su cuerpo en forma de clavija.

Por último, la vértebra C7 se diferencia del resto también en su apófisis. Es una apófisis espinosa, como las de las vértebras C3 a C6, pero no es bífida. Además, es más larga que las otras cervicales y, por ese rango distintivo, también se la denomina prominente.

Hueso hioides

El hioides es un hueso móvil que se sitúa en la parte anterior del cuello. Está a nivel de la tercera vértebra, entre la mandíbula y el cartílago tiroides. Curiosamente, no se articula con ningún otro hueso. Lo sostienen una serie de ligamentos que van hasta los huesos temporales del cráneo, llamados ligamentos estilohiodeos. Además, está anclado al cartílago tiroides.

¿Cuáles son los cartílagos y ligamentos del cuello?

En primer lugar, debemos mencionar el cartílago tiroides, el cricoides y la epiglotis. Forman la parte delantera del cuello, siendo parte de la laringe y permitiendo la respiración.

Por otro lado, las articulaciones cervicales están formadas por los discos que se interponen entre las vértebras y por una serie de ligamentos. Los discos intervertebrales tienen una parte central llamada núcleo pulposo y otro externo llamado anillo fibroso.

El ligamento longitudinal anterior une las vértebras por su parte delantera. Del mismo modo, existe un ligamento longitudinal posterior. El ligamento amarillo conecta las articulaciones de dos vértebras seguidas por su parte posterior.

Los ligamentos intertransversos e interespinosos conectan las vértebras entre sus apófisis. Por último, también encontramos el ligamento supraespinoso, que en su parte más alta forma el ligamento nucal.

Una estructura bastante compleja

Como hemos podido ver, el cuello es una parte del cuerpo muy compleja que, para ser comprendida, debe ser estudiada en profundidad. Sus siete vértebras, con sus correspondientes ligamentos y discos intervertebrales, son las que permiten que sea una estructura flexible.