Electricidad estática: ¿qué es y cuáles son sus riesgos para la salud?

Esa leve descarga que sientes al tocar un objeto se llama electricidad estática. Sigue leyendo y conoce cómo se produce, qué riesgos conlleva y cómo evitarlos.
Electricidad estática: ¿qué es y cuáles son sus riesgos para la salud?
Leidy Mora Molina

Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina.

Última actualización: 08 marzo, 2023

El fenómeno de la electricidad estática puede manifestarse en casi cualquier lugar y momento. Se produce cuando se han acumulado cargas en algún objeto y se disipan hacia otro que tiene menor carga, con el que entra en contacto.

En una fábrica, en la oficina, en la casa, al estrecharle la mano a alguien, al tocar el pomo de una puerta o al rozar una superficie, puede saltar de improviso una descarga, generando un sobresalto en las personas. A pesar de lo que muchos creen, la electricidad estática puede traer ciertos riesgos.

De manera directa, la descarga en sí no es peligrosa, pero puede estar asociada con circunstancias que sí lo son. Tal es el caso de una explosión o un incendio cuando hay materiales inflamables, o de un accidente laboral por el movimiento brusco.

¿Qué es la electricidad estática?

La estática es una forma de electricidad. Se produce por la acumulación de energía en un material determinado. Y es que, sean conductores o no, los cuerpos tienen la capacidad de absorber y retener un potencial eléctrico estacionario.

En la electricidad estática, los electrones se acumulan en los bordes del objeto. Por el contrario, cuando los electrones fluyen de un extremo hacia otro, la electricidad es dinámica. Esto último es lo que conocemos como corriente.

Según estudios, la estática se produce cuando dos elementos se frotan uno contra otro y luego se separan. Por ejemplo, las suelas de zapatos contra una alfombra; esto produce la transferencia de cargas hacia el material que tiene mayor tendencia a recibir electrones.

En ocasiones, se manifiesta en forma de descargas perceptibles. Esta última resulta mínima y no sobrepasa los 0,005 amperios. El cuerpo humano es un buen conductor de la electricidad y también un acumulador. Por curioso que parezca, puede almacenar una gran cantidad de energía. Si no llega a 4000 voltios, no experimentarás los «chispazos».

En este sentido, una revisión del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT) de España afirma que la acumulación de cargas en las personas depende de varios factores:

  • Movimiento en el entorno, ya que a mayor movimiento, mayor carga.
  • Ciertas características físicas de la persona, por ejemplo, sudoración excesiva o hiperhidrosis.
  • Contacto con cuerpos o materiales susceptibles de cargarse eléctricamente.
  • Cercanía a campos eléctricos generados por cuerpos ya cargados.
  • Humedad en el ambiente, por ejemplo, cuando el entorno es seco, es más factible la acumulación de cargas.
  • Vestimenta, ya que las fibras sintéticas, como el poliéster, favorecen a la acumulación de cargas.
  • Tipo de piso, puesto que es determinante en la conductividad. En este sentido, los suelos alfombrados favorecen la acumulación de cargas si son de fibra sintética.
Humedad en el ambiente favorece la electricidad estática.
La humedad ambiental afecta la acumulación de electricidad estática.


Cómo se produce la electricidad estática

Se considera que todos los elementos generan electricidad estática, sea cual sea su estado: sólido, líquido o gaseoso. De hecho, los rayos se deben a la liberación de las cargas acumuladas en los polos de las nubes debido a la fricción de las partículas en su interior.

Como se mencionó anteriormente, la electricidad estática se produce cuando dos cuerpos intercambian electrones. Es decir, tiene lugar un desequilibrio por diferencia de cargas que genera un campo electrostático, según la Universidad de Valencia. Esto puede ocurrir de varias maneras:

  • Por fricción o rozamiento entre materiales de diferente composición o naturaleza. Uno sede y el otro gana electrones. Esto se observa, por ejemplo, al rozar el cabello con un peine.
  • Carga por contacto: al acercarse dos objetos o mantener contacto entre sí, uno puede cargarse positiva o negativamente. En otras palabras, los electrones se mueven de un cuerpo al otro.

Entre los materiales con mayor capacidad para producir estática por fricción están el vidrio, nailon, poliéster, el poliuretano, los acrílicos, el teflón y cualquier objeto elaborado con estos materiales. Un estudio señala que los materiales textiles, como el poliéster, tienen gran tendencia a acumular cargas, generando inconvenientes, tanto en los procesos productivos como en su utilización como vestimenta.

La cantidad de electricidad estática producida por contacto es mucho menor que la que se genera por fricción. Sin embargo, el fenómeno puede manifestarse por igual.



Riesgos de la electricidad estática para la salud

Las descargas de electricidad estática son bajas en términos de amperaje, por lo que no resultan peligrosas para la salud en la mayoría de las personas. Al menos no de manera directa.

En muchos casos, no pasaremos de sentir una leve molestia parecida a un calambre, un pequeño espasmo o un ligero susto. Pero, en algunas personas se pueden manifestar ciertos síntomas que hacen presumir la existencia de una alergia a la electricidad, la cual, hasta el momento, es un misterio que sigue en estudio.

Por su parte, en los pacientes con marcapasos y otros dispositivos implantables, las descargas eléctricas pueden producir interferencias transitorias.  No hay evidencias suficientes para sugerir que las cargas electroestáticas representan algún riesgo directo para la salud; su peligro estaría asociado a la posibilidad de generar un accidente, ya sea laboral o doméstico.

Riesgos laborales

En el ámbito industrial, hay diversas actividades que pueden generar o acumular cantidades de carga eléctrica. Por ejemplo, la circulación de un fluido a alta velocidad por un ducto, el vaciado de granos en un silo, la pintura con atomizador a alta presión.

En tal sentido, en los ambientes de trabajo se observan diferentes situaciones de riesgo asociadas con la electricidad estática. Para comenzar, si el fenómeno se presenta con mucha frecuencia, se puede generar una sensación de incomodidad que derive en insatisfacción laboral.

Por otro lado, en determinadas labores, una descarga eléctrica conlleva riesgos. Tal como lo señala el INSHT de España, si la persona está realizando un trabajo en altura, puede significar una desatención o la realización un movimiento brusco que incrementa las posibilidades de una caída.

Aparte de ello, en ambientes con riesgo de incendio o explosión, donde hay gases o sustancias inflamables (butano, propano, gasolina, alcohol), así como materiales detonantes (pólvora, dinamita), una chispa eléctrica puede resultar en un accidente catastrófico, según señalan los expertos.

Riesgo de electricidad estática en la limpieza de un edificio.
La electricidad estática puede derivar en un accidente en los trabajos de altura, de manera indirecta.

Medidas preventivas

La primera y más importante medida debería ser eliminar la posibilidad de que se genere la electricidad estática. A tales fines, controlar las variables que contribuyen con la recombinación de las cargas es primordial en ámbitos laborales. Esto depende de varios factores:

  • Conductividad de los materiales: un aislante o un mal conductor no reduce la acumulación de cargas estáticas, en su caso, se deben preferir aquellos materiales disipativos y antiestáticos.
  • Materiales de la vestimenta: debe confeccionarse con tejidos antiestáticos, evitando los sintéticos, como la licra, el poliéster o el nailon. Se recomienda el algodón o la seda. Esto también aplica para cobertores o cualquier textil con el que entremos en contacto.
  • Aumentar la humedad relativa: esta medida hace que el aire disipe las cargas acumuladas, evitando así descargas inesperadas. Es especialmente útil en empresas de papel, textil, electrónica, automóviles, farmacéutica y pirotecnia.
  • Uso de suelos conductores antiestáticos.
  • Utilizar equipos de ionización de aire en los espacios de trabajo donde sea necesario.
  • Conectar a tierra los dispositivos eléctricos.

Tener cuidado con la electricidad estática en su justa medida

En una oficina o en el hogar, tocar objetos que producen descargas eléctricas suele constituir un motivo de queja o incomodidad. Sin embargo, este problema puede ir más allá de una simple molestia, ya que se pueden provocar movimientos que desencadenen accidentes domésticos o laborales.

En una fábrica o en un taller donde hay sustancias peligrosas (tóxicas, inflamables o explosivas), los riesgos pueden ser mayores. Por esta razón, se deben tomar las medidas correspondientes de prevención y protección de los trabajadores, de acuerdo con lo establecido en la Ley de cada país.

Es conveniente partir de un análisis y evaluación de los potenciales riesgos. Luego, se buscarán establecer las acciones y mecanismos necesarios para controlar y reducir los factores que generan las descargas. Por último, no hay que olvidar el factor humano. Junto a todas esas medidas, se debe brindar formación e información a los trabajadores sobre las normas de seguridad e higiene laboral.


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