Electroencefalograma: proceso, resultados y dudas comunes
Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina
El cerebro está formado por una amplia y compleja red de células especializadas llamadas neuronas. Se comunica a través de estímulos eléctricos que pueden ser analizados mediante el electroencefalograma.
La salud del cerebro humano y todo el sistema nervioso central (SNC) puede ser evaluada a través de un gran número de exámenes. De esta forma, es posible detectar a tiempo anomalías estructurales y trastornos del funcionamiento nervioso. La electroencefalografía, la tomografía y la resonancia magnética son algunas de las pruebas más comunes.
El electroencefalograma es el método de elección para el diagnóstico de las convulsiones y la epilepsia, según refieren especialistas. Esta herramienta médica ha permitido salvar millones de vidas. Su utilidad va más allá del diagnóstico.
¿Qué es el electroencefalograma?
Se trata de una técnica de exploración funcional que mide la actividad eléctrica del cerebro en tiempo real. Según estudios, Hans Berger en 1929 fue quien acuñó el término electroencefalograma (EEG) para describir el registro de las fluctuaciones eléctricas cerebrales captadas por unos electrodos fijados al cuero cabelludo.
Las neuronas están siempre activas, transmitiendo impulsos eléctricos por todo el SNC. El EEG capta y amplifica estas señales eléctricas, representándolas en líneas con ondulaciones que definen la actividad de las diferentes regiones del cerebro.
En la mayoría de los casos, el electroencefalograma se realiza en estado basal y sujeto a métodos de activación, como la hiperventilación o la estimulación visual. De hecho, algunos profesionales recomiendan obtener un registro cerebral detallado durante el sueño. Además, existen EEG de seguimiento de 24 horas.
Esta prueba ofrece como resultado patrones normales y anormales que permiten diagnosticar lesiones o trastornos característicos, como las convulsiones. Por tal motivo, es un estudio complementario muy utilizado en la consulta neurológica.
¿Por qué se realiza esta prueba?
Es de interés médico evaluar el estado de la actividad eléctrica cerebral en aquellas personas con sospecha de alteraciones nerviosas episódicas o persistentes. Dentro de las indicaciones más frecuentes del electroencefalograma se encuentran las siguientes:
- Alteración de las funciones superiores, como la memoria y la consciencia.
- Epilepsia u otros síndromes convulsivos.
- Trastornos del sueño, como el insomnio.
- Encefalitis y otras infecciones del SNC.
- Enfermedad cerebrovascular (ECV).
- Monitoreo durante cirugía cerebral.
- Traumatismo craneoencefálico.
- Tumores craneales.
- Alzhéimer.
De igual forma, el EEG es útil para confirmar la muerte cerebral en pacientes que se encuentren en coma profundo. Así mismo, ofrece datos de interés en la anestesia inducida por medicamentos.
Posibles riesgos y contraindicaciones
Por lo general, el electroencefalograma es una técnica bastante segura y no causa ningún tipo de dolor o reacción adversa. En ocasiones se emplean métodos controlados para inducir las convulsiones, como la estimulación con luz o la hiperventilación. No obstante, el especialista está capacitado para brindar atención médica en caso de ser necesario.
Preparativos para un electroencefalograma
Existen varias recomendaciones que deben seguirse antes de realizar un electroencefalograma. De esta forma, aseguramos que la prueba se concrete de forma correcta y sin errores en los resultados.
En este sentido, los preparativos para el EEG incluyen lo siguiente:
- Lavar el cabello la noche anterior o varias horas previas al estudio.
- Evitar usar acondicionadores, geles, aceites, cremas o lacas para el cabello, ya que pueden dificultar la adherencia de los electrodos.
- En caso de extensiones para el cabello, pedir instrucciones al proveedor de salud.
- No cambiar o suspender ningún medicamento habitual sin indicación. Consultar al médico para obtener mayor información.
- Evitar consumir alimentos o bebidas con cafeína 6 a 8 horas antes de la prueba.
- Dormir menos de lo habitual en caso de un EEG durante el sueño.
- No tomar energizantes u otros productos para mantenerse despierto, especialmente si hay que dormir durante la prueba.
¿Cómo se realiza el electroencefalograma?
Esta prueba es llevada adelante por un técnico profesional en electroencefalografías en un centro médico, consultorio privado o laboratorio. El mismo será el encargado de guiar al paciente en todo el proceso de forma segura y sencilla.
Durante la prueba
La persona a evaluar se debe acostar en una camilla o silla reclinable. Luego, un técnico se encargará de medir los diferentes diámetros del cráneo y marcar los puntos donde se colocarán los electrodos. Estos discos no producen ningún tipo de dolor y son los encargados de registrar la actividad cerebral.
En general, los electrodos son colocados en el cuero cabelludo usando un adhesivo especial. A veces, se emplean gorros que incluyen los electrodos. Estos últimos estarán conectados por cables a un instrumento que captará y amplificará la señal eléctrica.
Durante la prueba, la persona evaluada debe permanecer relajada y con los ojos cerrados. En ocasiones, el técnico puede solicitar que abra y cierre los parpados, respire rápida y profundamente, realice algún cálculo o mire una luz brillante. Además, también se puede solicitar que el paciente duerma durante la evaluación.
En la mayoría de los casos, se capturan en vídeo los movimientos del cuerpo durante el EEG. De esta manera, el médico puede combinar el registro de ondas cerebrales con dichas imágenes para obtener un diagnóstico más certero.
Por otro lado, se puede indicar un EEG ambulatorio en aquellas personas que requieran un monitoreo más prolongado. Esta unidad acompañará al paciente durante todo el día y llevará el registro eléctrico cerebral mientras se realizan las actividades habituales.
Después de la prueba
El electroencefalograma básico suele durar 20 a 40 minutos, una vez los electrodos estén en posición. Sin embargo, como mencionamos antes, algunas pruebas pueden requerir que el paciente duerma, lo que alarga el examen.
Al finalizar el EEG, el técnico retirará los electrodos del cuero cabelludo. Algunas personas pueden requerir sedantes para inducir el sueño, por lo que será necesario que algún amigo o familiar lo acompañe a casa luego de la evaluación. En caso de no ingerir ningún tipo de sedante, se pueden retomar las actividades diarias con normalidad.
Resultados del electroencefalograma
Esta prueba ofrece un registro impreso de la actividad cerebral, representada por ondas que se dibujan con diferentes frecuencias y amplitudes. Las características del EEG varían de acuerdo al estado de consciencia. En este sentido, las ondas suelen ser más rápidas cuando el paciente está despierto y más lentas durante las fases del sueño.
Los profesionales de salud son los únicos capacitados para interpretar un electroencefalograma y ofrecer un diagnóstico certero. En general, la presencia de ondas amplias y puntiagudas podrían indicar un síndrome convulsivo, como la epilepsia. Los sangrados, los tumores y los infartos cerebrales son otras causas comunes de hallazgos anormales.
Ante cualquier inquietud, no dudes en consultar con un médico especialista en neurología.
EEG: una herramienta útil para valorar el estado cerebral
El electroencefalograma es una prueba segura y de gran utilidad para evaluar la salud del cerebro y todo el sistema nervioso central. El diagnóstico temprano de enfermedades neurológicas mejora la calidad de vida muchas personas y evita complicaciones a largo plazo. Su práctica e interpretación es exclusiva de los profesionales de la salud.
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