Enganches emocionales: ¿por qué se dan y cómo evitarlos?
Escrito y verificado por la psicóloga Elena Sanz
El amor es un sentimiento noble y elevado que hace tu vida más plena. Sin embargo, con frecuencia se etiqueta como amor a lo que no son más que enganches emocionales y relaciones desequilibradas que solo causan sufrimiento. ¿Por qué terminas envuelto en este tipo de dinámicas?, ¿puedes hacer algo para salir de ese doloroso círculo? A continuación, te contamos más al respecto.
Se ha encontrado que más del 49 % de las personas declaran sufrir de dependencia emocional; la proporción de mujeres es mucho más elevada que la de hombres. Estas cifras dejan en claro que las personas no siempre saben amar, que multitud de parejas viven instaladas en la insatisfacción cuando no en el abuso. Los enganches emocionales son una realidad muy presente; pero ¿cómo puedes combatirla?
¿Por qué se producen los enganches emocionales?
Desde fuera, puede resultar difícil entender por qué una persona permanece en una relación que le hace infeliz, que no cubre sus necesidades y que le causa tanto daño. Sin embargo, este tipo de vínculos nocivos cuentan con unas dinámicas que los hacen perpetuarse.
Generalmente, la pareja de la persona dependiente aplica lo que en psicología se conoce como «refuerzo intermitente»; esto es, ofrece atención, afecto, valoración y apoyo solo en ocasiones y de una forma impredecible e inconsistente.
Esto genera en la otra persona un enorme enganche emocional que le lleva a tolerar la indiferencia o los malos tratos con la esperanza de que en cualquier momento volverá a recibir ese refuerzo de amor.
Se ha estudiado ampliamente el efecto del refuerzo intermitente llegando a la conclusión de que es una de las técnicas más efectivas para mantener una conducta. Evidentemente, si la persona siempre tratase mal a su pareja, para esta sería sencillo abrir los ojos y abandonar la relación. Sin embargo, es esta falta de control entre lo bueno y lo malo lo que hace que quedes atrapado.
¿Qué personas pueden caer en este tipo de dinámicas?
Nadie está realmente exento de poder verse involucrado en estas relaciones dañinas, pero es cierto que hay personas más propensas y vulnerables. Por lo general, suelen presentar estas características:
- Presentan un estilo de apego ambivalente. En la infancia, su cuidador principal no supo satisfacer sus necesidades infantiles de forma consistente y, por el contrario, actuaba de forma impredecible, ofreciendo amor y contención en ocasiones y hostilidad en otras. Así, la persona vive en constante alerta en sus relaciones tratando de asegurarse de que recibirá lo que necesita, pero sin confiar en que sucederá.
- Son personas con una baja autoestima y un pobre autoconcepto. A nivel consciente o inconsciente, no se consideran merecedoras ni dignas de afecto y respeto; por esto, toleran lo intolerable.
- Tienen dificultades para hacer valer sus opiniones, sentimientos y necesidades. Presentan un gran miedo al rechazo, al abandono y a la soledad, y tienden a ser excesivamente complacientes.
- Vuelcan todo su tiempo y energía en la pareja, le dan hasta lo que no pide y tratan de «solucionarle la vida». Sin embargo, este comportamiento aparentemente altruista busca en realidad generar una deuda en el otro para exigirle que ofrezca el reconocimiento que el otro necesita.
¿Cómo evitar los enganches emocionales?
Para evitar los enganches emocionales hay que mover el foco del otro y colocarlo en uno mismo. Es imprescindible dejar de culpar a la pareja, salir de la posición de víctima y hacerse responsable: el trabajo ha de hacerse con uno mismo.
El objetivo es encontrar aquello que te lleva a elegir parejas egocéntricas, narcisistas y poco disponibles emocionalmente, y a mantenerte en relaciones que te causan sufrimiento. Algunas acciones que puedes tomar al respecto son las siguientes.
Reconocer el enganche emocional
A pesar de que puede ser doloroso, es importante reconocer que tienes un enganche emocional para poder tomar acciones al respecto. Así, presta atención a los siguientes signos:
- Sientes que tú quieres más a tu pareja que ella a ti, y esto te lleva a sentir miedo, a ceder y a ser complaciente a fin de no perder su compañía.
- La relación es desequilibrada; es decir que inviertes más de lo que recibes y sientes que tus opiniones y deseos no son tenidos en cuenta.
- Experimentas sentimientos encontrados y muy intensos frente a tu pareja. Por un lado, la amas; por el otro, la odias. Esta polarización es un signo de inestabilidad y de un vínculo poco saludable.
- Pensar en dejar a tu pareja o en que esta rompa el vínculo te causa una enorme ansiedad y un terrible miedo. Pese a que la relación te hace sufrir, te sientes incapaz de seguir adelante por tu cuenta.
Trabajar la autoestima y el merecimiento
Es importante que comiences a cultivar tu amor propio y a construir una autoestima sólida. Revisa lo que piensas de ti, la forma en que te hablas y lo que toleras en tu vida. Hacer cambios al respecto por uno mismo puede ser complicado, por lo que tal vez el acompañamiento profesional te ayude en este objetivo.
Priorizarte y dejar de complacer
Para salir de los enganches emocionales, has de tomar la decisión de colocarte en una posición de prioridad y comenzar a actuar en consecuencia. Esto significa acostumbrarte a escuchar tus necesidades y emociones, y atenderlas siempre en primer lugar. Piensa en todo lo que haces por la persona que amas y hazlo primero contigo.
Poner límites y ser asertivo
Para dejar de participar en relaciones desequilibradas, tóxicas o abusivas, has de aprender a poner límites. Para esto, puedes recurrir a la comunicación asertiva y practicarla con frecuencia. La misma te invita a expresar con respeto, pero con firmeza, lo que crees, sientes y necesitas. Te permite negarte, hacer peticiones y proteger tu integridad sin miedo.
Estar dispuesto a soltar
Esta última parte es la más compleja, pero una de las más necesarias. Para evitar los enganches emocionales, has de estar dispuesto a soltar. Tener una pareja comporta muchas ventajas y es posible que ames profundamente a la otra persona. No obstante, has de estar abierto a la posibilidad de que la relación termine y saber que podrás seguir adelante.
Es precisamente el miedo al cambio, al abandono y a la soledad lo que te ata a la relación aunque esta te dañe. Así, estar dispuesto a soltar cuando el vínculo deje de ser saludable, previene la dependencia emocional.
La psicoterapia puede ayudarte a salir de los enganches emocionales
Salir de una relación de pareja adictiva y aprender a relacionarse de una forma saludable no es en absoluto sencillo. No se trata solamente de tomar la decisión de cambiar, sino que has de contar con los recursos, las herramientas y el apoyo necesario.
Con frecuencia, el apoyo profesional se hace imprescindible, pues no puedes olvidar que esta es la forma de vincularte que has aprendido y no conocer otra. Muchas veces, hay heridas emocionales pasadas que sanar. Así, si te encuentras en esta situación, no dudes en iniciar un proceso de psicoterapia.
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