Errores que cometemos al intentar dar primeros auxilios
Revisado y aprobado por el médico Nelton Abdon Ramos Rojas
¿Tenemos conocimientos de primeros auxilios? Muchas veces queremos ayudar a alguien que se ha accidentado y, por falta de conocimientos, terminamos haciéndole daño. O queremos curar una herida y elegimos el procedimiento que no es correcto.
Por ello, en este artículo te contamos cuáles son los típicos errores que cometemos al intentar dar primeros auxilios. Tenlos en cuenta la próxima vez que quieras hacer un bien en casa o en la vía pública.
Errores frecuentes en los primeros auxilios
Presta mucha atención a estas equivocaciones habituales al momento de querer asistir a alguien que ha tenido un accidente o herida. Será de gran ayuda que todos tengamos unos conocimientos básicos de primeros auxilios:
Te recomendamos leer: ¿Qué son los Primeros Auxilios Psicológicos y cómo podemos proporcionarlos?
Sacar a una persona del coche de manera apresurada
Es verdad que en muchos casos existe peligro de que el derrame de combustible provoque una explosión y eso nos hace desesperarnos para sacar a los que han quedado atrapado en un coche. Sin embargo, la regla en esta situación es esperar a que llegue la ambulancia. Esto se debe a que no sabemos si alguien tiene una herida cervical o si el movimiento empeorará el cuadro.
Si el accidentado iba conduciendo una motocicleta no se le debe retirar el casco a menos que le dificulte la respiración. En caso de quedar bocabajo se lo ha de dejar en esa posición. Si no queda otra opción que moverlo, es mejor que lo hagan entre varias personas con mucho cuidado.
Poner una quemadura bajo el grifo
En realidad no es un error como tal. Lo que tenemos que hacer si nos quemamos con el horno, aceite caliente o agua hirviendo es introducir el área afectada en un recipiente con agua lo más fría posible (si es con cubos de hielo, mejor).
- No la sacaremos hasta que pasen por lo menos 15 minutos.
La explicación médica la ofrece un representante de la Cruz Roja de Estados Unidos: “el calor de la quemadura llega hasta el tejido subcutáneo. Cuando solo mojamos un poco con agua del grifo aliviamos el dolor y la herida superficial. Pero no prestamos atención a las capas más profundas de la dermis”.
Sin embargo, existen algunos datos que sugieren que el empleo de agua caliente podría retrasar la progresión de la quemadura y proporcionar un beneficio adicional al mejorar la perfusión microcirculatoria.
Bajar la cabeza cuando nos mareamos
Es común que apenas comienzan los síntomas de mareo nuestra primera reacción sea poner la cabeza entre las piernas “para que la sangre baje al cerebro”. No obstante, esto no es lo aconsejado debido a que no ayuda al sistema vestibular, encargado de mantener la estabilidad y el equilibrio.
Si el mareo se produjo por una bajada en los niveles de azúcar en sangre es recomendable tumbarse y poner las piernas en alto. De este modo la sangre fluirá mejor al corazón.
Taponar la nariz cuando sangra
Es una práctica muy común y nos la enseñan desde que somos pequeños. Muchos creen que colocando una bola de algodón en la nariz evitarán tragarse la sangre. Sin embargo, esto no es correcto.
Cuando comienza la hemorragia nasal tenemos que inclinarnos un poco hacia adelante para que la sangre salga y no siga su camino por las vías respiratorias. Taparse con un algodón retiene el fluido pero no acaba con el sangrado, es mejor presionar durante unos segundos.
Soplar el ojo cuando ingresa algo
Estamos caminando por la calle en invierno y no tenemos gafas de sol. El viento hace que vuelen muchas partículas de cualquier tamaño. Las más pequeñas pueden ingresar en los ojos sin permiso y ser muy molestas e irritantes.
¿Cuál es nuestra primera reacción si a la persona que tenemos al lado se le mete algo en la vista? ¡Soplar! Menudo error… Si bien hemos tenido la mejor intención del mundo, podemos causarle lesiones más graves o incluso un daño permanente en un área del cuerpo tan sensible.
En lugar de ello se recomienda echar agua de inmediato para que la partícula, polvillo o agente peligroso salga por sus propios medios. Si se lleva lentillas se recomienda quitarlas lo más rápido posible o colocar un colirio adecuado.
Colocar una cuchara en la boca de un epiléptico
La teoría indica que esta acción se realiza para evitar que la persona que está sufriendo la convulsión se muerda la lengua. Los médicos dicen que esto no es correcto por varias razones.
Primero, porque una cuchara (o cualquier objeto similar) no tiene efectos antiepilépticos y, segundo, porque puede provocar atragantamiento, sobre todo con elementos pequeños. Lo más conveniente es tumbar a la persona de lado en el suelo, lejos de muebles o cosas que la puedan lastimar.
Quitar la venda de una herida sangrante
Cuando nos cortamos y ponemos una gasa es probable que esta se empape de sangre. Un error común es quitarla para colocar una nueva y limpia. Los médicos aseguran que basta ponerla encima de la manchada.
¿Para qué? Para evitar que la sangre pueda seguir saliendo, para ayudar en la coagulación y para prevenir que ingresen agentes infecciosos que vuelan por el aire mientras la herida está “al aire libre”.
Ver también: Tratamientos caseros para eliminar las heridas en la boca
Provocar el vómito al tragar un objeto pequeño
Si se tiene hijos pequeños es preciso saber por qué es una equivocación. Si el niño ingiere un objeto redondo y sin aristas lo expulsará a través de las heces.
En el caso de que trague un elemento cortante, alargado o cuadrado es vital llevarlo al servicio médico más cercano. Pero nunca provocar uno mismo el vómito, porque puede lastimar o quedarse trabado en la garganta.
Dar golpes en la espalda cuando alguien se atraganta
Quizás hayas visto la película donde Robin Williams se disfraza de mujer para estar cerca de sus hijos. En plena cena familiar con la nueva pareja de su exesposa intenta evitar que el hombre se atragante con un trozo de comida. ¿Cuál fue su reacción? Tomarlo por la espalda y empezar a apretarlo para que expulsara el alimento.
Si bien es ciencia ficción, debemos hacen lo mismo en situaciones similares, no dar golpes en la espalda ni hacer que la persona levante los brazos. Otra técnica muy eficaz es golpear 5 veces entre los omóplatos y esperar a que el episodio disminuya su peligrosidad.
Ahora ya conoces los errores más frecuentes a la hora de aplicar primeros auxilios. Difunde esta información y nos podremos ayudar entre todos en caso de necesidad.
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