¿Es bueno beber agua con gas todos los días?

Las personas que padecen hernia de hiato o reflujo esofágico frecuente deben evitar el consumo de agua con gas.
¿Es bueno beber agua con gas todos los días?
Sara Viruega

Revisado y aprobado por la farmacéutica Sara Viruega.

Última actualización: 10 julio, 2023

El agua con gas se utiliza a menudo como sustituto de los refrescos o, incluso, de las bebidas alcohólicas. Hay a quien no le gusta consumir agua mineral como tal y beber agua con gas resulta un buen remedio para mantenerse correctamente hidratado.

No obstante, mucha gente se pregunta si consumir agua con gas a diario puede traer alguna consecuencia negativa a nivel de salud. Te vamos a explicar las consecuencias de este hábito y en qué situaciones deberías evitar su consumo.

El agua con gas ayuda en la hidratación

Beber agua con gas resulta una forma eficaz de mantener el organismo hidratado y en un óptimo estado de funcionamiento. Debes recordar que un estado de deshidratación puede resultar fatal, según un artículo publicado por la revista Nutrients.

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El agua es fundamental para llevar a cabo la homeostasis celular, regular la temperatura y garantizar la correcta circulación sanguínea. Bajo este contexto, consumir agua con gas resulta totalmente válido a la hora de garantizar un correcto estado de hidratación. No obstante, se recomienda combinarla con el agua mineral sin gas.

A pesar de tratarse de una bebida altamente refrescante, no se debería de acompañar la comida con más de dos vasos de la misma. Si se siente más necesidad de beber, se debe optar por el agua mineral sin gas.

 



Puede causar molestias gástricas

En el apartado de los inconvenientes, nos encontramos con que el agua con gas puede dificultar la digestión de aquellas personas propensas, por ejemplo, a sufrir flatulencias. El incluir gas de manera exógena en el proceso digestivo puede hacerlo más lento. Por lo tanto, es más probable que surjan molestias estomacales o intestinales que dificulten la realización de las labores diarias.

Existen ciertas personas para las cuales se desaconseja el consumo de este líquido. Un ejemplo son aquellos individuos que sufren de hernia de hiato o de reflujo frecuente. Otros candidatos a restringir este producto en su alimentación son los pacientes de colon irritable, según un artículo publicado en la revista BMC Gastroenterology.

Cuidado con su contenido en sodio

En el mercado podemos encontrarnos con varios tipos de agua con gas. Debemos fijarnos en el etiquetado y sobre todo en la cantidad de sodio que contienen. Un aporte excesivo de este mineral podría aumentar la presión sanguínea, lo cual repercutiría de forma negativa en la salud cardiovascular.

Desventajas del agua con gas
En general, un consumo moderado de agua con gas no repercute negativamente en la salud. No sucede lo mismo cuando sustituye por completo al agua natural.

Por otra parte, no debemos de confundir el agua con gas con la gaseosa. Este último producto contiene azúcar y, por lo tanto, está totalmente desaconsejado. Se encuadra dentro del grupo de los refrescos azucarados y su consumo debe de realizarse de manera esporádica.

Uso como estrategia para consumir menos refrescos

A la hora de abordar la alimentación de un individuo habituado al consumo de refrescos azucarados, incluir agua con gas puede ayudar a solucionar este problema. De este modo, se puede sustituir el consumo de una bebida por otra, ya que a nivel organoléptico presentan ciertas similitudes.

Hay que recordar que el consumo habitual de refrescos es totalmente contraproducente para la salud. Esto se debe a sus altos contenidos en azúcar y aditivos. Por este motivo, disminuir su ingesta es una opción recomendable a la hora de prevenir el desarrollo de enfermedades a medio y largo plazo.

Bebe agua con gas, pero con moderación

El agua con gas resulta una bebida refrescante que tiene cabida en una alimentación saludable. No obstante, debe de consumirse con moderación para evitar posibles problemas gástricos asociados a su consumo.

Además, hay ciertos colectivos que tienen restringida la ingesta de esta sustancia. Los pacientes de patologías gastrointestinales, entre otros, deberían evitar el consumo de bebidas con gas, entre las que se encuentra esta.

Sin embargo, en el resto de los individuos, sobre todo en aquellos que acostumbran a consumir refrescos, beber agua con gas puede suponer varios beneficios. A pesar de todo, no hay que descuidar la lectura de los etiquetados nutricionales. Elegir un producto con poca cantidad de sodio ayudará a evitar problemas de salud en etapas futuras.

Por último, recuerda que agua con gas no es lo mismo que gaseosa. Este último producto presenta azúcar en su composición. Por este motivo, no se incluye dentro de los recomendados y es necesario limitar su consumo.


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  • Armstrong LE., Johnson EV., Water intake, water balance, and the elusive daily water requirement. Nutrients, 2018.
  • Litleskare S., Wensaas KA., Eide GE., Hanevik K., et al., Perceived food intolerance and irritable bowel syndrome in a population 3 years after a giardasis-outbreak: a historical cohort study. BMC Gastroenterol, 2015.

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