Esto es lo que sucede al crujir los dedos

Revisado y aprobado por el médico Carlos Fabián Avila

Escrito por Daniela Echeverri Castro

Última actualización: 05 agosto, 2024

Crujir los dedos es una manía que muchas personas realizan con frecuencia y varias veces al día. No obstante, se viene diciendo hace muchos años que podría llegar a causar problemas en las articulaciones como, por ejemplo, la artritis. ¿Es esto cierto?

Este hábito genera un tipo de placer al practicarse y hay personas que disfrutan haciéndolo varias veces al día sin pensar en los posibles riesgos. ¡Sigue leyendo para informarte!

Por qué crujen los dedos

El líquido sinovial

Las articulaciones son el punto en el que dos huesos se encuentran y se unen. Todas las articulaciones tienen un área llamada cápsula articular.

Esta es la que protege las articulaciones. Además, contiene un lubricante natural llamado líquido sinovial, que es necesario para el movimiento de la articulación. Este líquido influye en el famoso “crujido”, pues dentro de este hay aire, según las investigaciones.

El espacio en la cápsula articular

Al crujir los nudillos, la articulación se separa y amplia el espacio dentro de la cápsula articular. Esto provoca a su vez que los gases disueltos formen burbujas para ocupar el nuevo espacio creado.

Al aplicarle la fuerza a los nudillos, las burbujas formadas escapan con rapidez. Es entonces cuando surge el sonido característico de los crujidos.

Después de este crujido, no es posible repetir la acción al momento. Esto sucede porque las articulaciones deben volver primero a su tamaño normal y los gases deben disolverse en el líquido. Pasados unos quince minutos, es posible que vuelva a dar ese crujido.

¿Por qué muchas personas disfrutan al hacerlo?

Los expertos aseguran que crujir los dedos puede ser un hábito nervioso. Sin embargo, también puede ser una costumbre que genera placer. De hecho, al estirar las articulaciones, se estimulan las terminaciones nerviosas de la zona.

Se cree popularmente que entre el 25 y el 54% de las personas tienen este hábito. Además, es más común en los hombres que en las mujeres, pero no existen evidencias científicas de ninguno de ambos datos.

Lo que sucede al crujir los dedos

Muchas personas tienen la mala costumbre de hacer crujir sus dedos con frecuencia. Esto puede generar molestias en las personas que los rodean.

Pero hacer crujir los dedos puede llegar a causar artritis, inestabilidad en la articulación y pérdida de la fuerza y función de la mano, si bien no existen estudios ni investigaciones cientificas que consigan avalar este hecho. 

Desde el punto de vista científico, hacer crujir los dedos a menudo durante muchos años podría causar daño en el cartílago que cubre la articulación. Sin embargo, aún no hay evidencias suficientes que demuestren que este hábito efectivamente puede dañar la circulación.

Estudios al respecto

Uno de los estudios más conocidos al respecto es el que se ganó el Ig Nobel en 2009 (premios alternativos a trabajos científicos poco convencionales). Donald Unger, un médico californiano, se crujió los nudillos de la mano izquierda durante 60 años.

Lo hizo por lo menos, dos veces por día. Nunca hizo esto con los nudillos de la mano derecha, solo con los de la izquierda. Concluyó que, pasados estos años, no había rastro de artritis alguno.

En una investigación más amplia, llevada a cabo en Detroit en los años 90, se analizaron las manos de trescientas personas mayores de 45 años. Se descubrió que un 84% de los que tenían inflamación en sus manos solían crujirse los dedos.

Sin embargo, los investigadores no fueron concluyentes. No pudieron encontrar una relación directa entre este hábito y las inflamaciones en las manos de estas personas.

De todos modos, es curiosa la relación. Justo las personas que se crujían los dedos con frecuencia en el pasado fueron quienes presentaron molestias e inflamaciones.

Para los fundadores de la osteopatía, ese sonido característico de los crujidos es positivo. Sería una señal de que la técnica se está realizando de la manera correcta. Y, de hecho, consideran que han conseguido modificar una posible mala posición del hueso.

Conclusiones

Las conclusiones de los estudios realizados con el paso de los años están divididas. Hay quienes consideran que este hábito sí puede causar daños en las articulaciones y quienes creen que no hay daño alguno.

Lo cierto es que faltan evidencias científicas que puedan relacionar los crujidos en los dedos con futuros casos de artritis. De momento, se sabe que esta enfermedad es causada por genética, edad y trabajos duros durante muchos años.

¿Cómo podrían ser realmente peligrosos los crujidos?

Por último, dejamos a un lado el tema inconcluso de su relación con la aparición de artritis. No obstante, hacer crujir los dedos sí podría causar otros daños. Por ejemplo, lesiones en los pulgares o esguinces en los ligamentos de los dedos, aunque son pocos los casos. Ante cualquier molestia en esta zona, no dudes en consultar a tu médico.