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Las 7 fantasías sexuales más habituales

10 minutos
Tanto hombres como mujeres pueden tener una gran variedad de fantasías sexuales que involucran desde conexiones profundas hasta experiencias más atrevidas o desafiantes.
Las 7 fantasías sexuales más habituales
Elena Sanz

Revisado y aprobado por la psicóloga Elena Sanz

Última actualización: 09 octubre, 2024

Las fantasías sexuales son escenarios imaginarios que nos permiten explorar deseos que nos excitan o intrigan, sin necesidad de llevarlos a la práctica. Hombres y mujeres las desarrollan por igual, y son más comunes de lo que se piensa. De hecho, la mayoría de las personas hemos fantaseado alguna vez con una experiencia sexual; sea normativa o no.

Existen muchos malentendidos acerca de lo que representan. A menudo se asocian con infidelidad, pensamientos amorales o que todas son sucias o retorcidas. Nada más lejos de la realidad. Inician en la pubertad y se extienden durante toda la etapa adulta. Puedes tenerlas al estar en una relación formal o cuando estás soltero y existen muchos tipos, pero hoy hemos reunido las más habituales.

7 fantasías sexuales más comunes en hombres

De acuerdo con una publicación de Sexes, los hombres tienden a fantasear más con imágenes explícitas y relaciones impersonales, reflejando un enfoque más visual y directo hacia la sexualidad. Esto les permite explorar el placer físico sin las complejidades emocionales de las relaciones románticas. Y aunque cada uno tiene sus propios gustos y experiencias, ciertos temas tienden a repetirse con mayor frecuencia.

1. Sexo en grupo

Una de las fantasías más recurrentes tanto en hombres como en mujeres es la idea de participar en encuentros sexuales con más de una persona al mismo tiempo. Suele estar relacionada con el deseo de experimentar variedad y cantidad en un solo escenario, lo que proporciona una sensación de placer amplificado. Para muchos, la idea de satisfacer o ser satisfecho por múltiples personas es excitante.

Al hablar de sexo en grupo nos referimos tanto a las orgías (es decir, encuentros de más de cuatro personas) como a los tríos. 

Sin embargo, esta fantasía no siempre implica un deseo real de llevarla a cabo en la vida cotidiana. Muchas veces, los hombres que tienen este tipo de fantasía no buscan relaciones abiertas ni encuentros múltiples en la realidad, sino que disfrutan del juego mental que les permite explorar un contexto sexual sin restricciones, alejados de las normas sociales convencionales.


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2. Tener sexo en público

El riesgo de ser descubierto o el hecho de llevar a cabo un acto sexual en un lugar prohibido es un potente detonante de fantasías para muchos hombres. La posibilidad de ser sorprendidos añade un componente de adrenalina que intensifica la experiencia. Lugares como parques, baños públicos o espacios abiertos son escenarios comunes imaginados, ya que ofrecen la combinación perfecta entre lo clandestino y lo excitante.

De hecho, es esto último lo que alimenta la fantasía. El arrebato de adrenalina que se produce en el cuerpo muchos lo traducen como placer. Un cubículo de un avión, un área apartada de una playa, un automóvil estacionado en el centro de una ciudad y demás son un espacio idóneo para quienes apuestan por esta fantasía. También se le conoce como cruising.

3. Dominar

El sadomasoquismo se cuenta entre las fantasías sexuales más populares en hombres y mujeres. Toda relación sexual que tenga que ver con cierto tipo de sumisión o dominación, y que esta implique un porcentaje de dolor, se puede considerar sadomasoquista.

En esta fantasía, el hombre suele asumir un rol de poder, donde tiene el control absoluto de la situación y de la pareja. Esto puede involucrar el uso de ataduras, órdenes o prácticas que refuercen su dominio. El atractivo de esta fantasía sexual radica en la satisfacción que otorga el poder y la capacidad de influir en el placer del otro.

A pesar de que el aspecto dominante es el centro de la fantasía, es importante señalar que este tipo de deseo no siempre se asocia con prácticas abusivas o violentas. En muchos casos, esta fantasía se desarrolla dentro de un marco consensuado donde ambas partes encuentran placer en la dinámica de poder y sumisión.

4. Ser dominado

Aunque muchas fantasías masculinas suelen enfocarse en el dominio, también es común que los hombres fantaseen con ceder el control y ser dominados por su pareja. En esta fantasía, el hombre permite que su pareja tome el mando, lo que puede implicar situaciones en las que se siente vulnerable o está a merced de la otra persona.

El atractivo de esta fantasía radica en el descanso mental y emocional que ofrece. Ceder el control y dejar que la pareja tome las decisiones puede ser una experiencia liberadora para aquellos que en la vida cotidiana están acostumbrados a tener el control. Al igual que la fantasía de dominación, esta también suele desarrollarse en un contexto consensuado y de respeto mutuo.

5. Sexo con una persona desconocida

Tener sexo con un desconocido de manera casual es otra de las fantasías sexuales más frecuentes en los hombres. Engloba a los amigos con beneficios y a las aventuras de una noche. Pueden surgir cuando la persona tiene una pareja estable, y no siempre lo hace en un contexto de insatisfacción sexual.

Este tipo de fantasía no necesariamente implica un deseo de infidelidad o promiscuidad, sino que juega con la idea de vivir una experiencia intensa sin las complicaciones emocionales que puede tener una relación estable.

Se ha sugerido que quienes materializan estas fantasías suelen reportar mayores niveles de placer, y lo hacen alejados de una relación de intimidad. Es decir, el placer surge porque se desconoce todo acerca de la otra persona; no como sucede con el sexo de pareja en el que media un alto grado de intimidad.

6. Fantasías sobre figuras de autoridad

La fantasía de mantener relaciones sexuales con figuras de autoridad como profesoras, jefas o mujeres que representan algún tipo de poder es otro tema recurrente.

Para muchos hombres, el atractivo radica en la inversión de roles tradicionales, donde se sienten atraídos por alguien que representa un tipo de control o dominio en sus vidas.

7. Experiencias homosexuales

Aunque algunos hombres no se identifican como homosexuales o bisexuales, las fantasías sobre experiencias sexuales con personas del mismo sexo son más comunes de lo que se suele admitir.

Este tipo de fantasía no siempre está vinculado a la orientación sexual, sino que puede estar motivado por la curiosidad, la búsqueda de nuevas sensaciones o el deseo de experimentar algo diferente y prohibido.

7 fantasías sexuales más comunes en mujeres

A diferencia de los hombres, las fantasías de las mujeres suelen estar más relacionadas con el romance y la sumisión. Algo que refleja su interés en la conexión emocional y el contexto relacional, donde la intimidad y el placer de ser deseadas juegan un papel crucial. Estas son las más frecuentes.

1. Tener sexo casual

El misterio y el anonimato son factores que alimentan la fantasía del sexo casual, permitiendo que la mujer explore el deseo sin las presiones o expectativas de una relación establecida. Además, este tipo de fantasía puede estar vinculado al deseo de vivir lo prohibido, lo que aporta un componente de riesgo que muchas veces resulta atractivo.

La idea de encontrarse con un desconocido puede ser emocionante y liberadora, ya que ofrece la oportunidad de experimentar una conexión física sin compromisos emocionales, lo que permite una exploración más audaz de la sexualidad.

2. Fantasías de sumisión o ser dominada

Las fantasías de sumisión son una exploración de la vulnerabilidad en un entorno seguro y consensuado. Imaginarse entregando el control puede ser, para muchas mujeres, una experiencia liberadora. En estas fantasías, el acto de ceder el poder no implica debilidad, sino una profunda confianza en su pareja.

La sumisión permite a la mujer dejar de lado las preocupaciones del mundo exterior, sumergiéndose en un espacio donde puede ser cuidada y guiada, lo que a menudo intensifica el placer.

Aunque estas fantasías se consideran normales y comunes, la evidencia señala que su expresión puede estar influenciada por factores culturales y religiosos. Las creencias sociales que a menudo modelan la percepción de la sexualidad y el papel de la mujer en las relaciones, puede afectar cómo se viven y se interpretan este tipo de fantasías.

3. Tener sexo con una expareja

Para muchas mujeres, la fantasía de tener sexo con una expareja es una de esas ideas que pueden evocar una mezcla de nostalgia y deseo. Imaginar revivir esos momentos íntimos y apasionados que una vez se compartieron con alguien que se conocía tan bien puede crear escenarios muy excitantes.

De hecho, un trabajo divulgado en Journal of Adolescent Research, menciona que casi la mitad de las parejas que terminan una relación mantienen uno o varios encuentros sexuales en el futuro. Por tanto, tener sexo con una expareja es algo que muchas personas materializan en la realidad.

4. Encuentros románticos y apasionados

En este mundo de fantasías, la conexión emocional se entrelaza con la atracción física. Imaginar encuentros románticos y apasionados con un amante perfecto evoca imágenes de cenas a la luz de las velas, miradas intensas y un deseo palpable. Para muchas mujeres, estos momentos son el epítome de la intimidad, donde el amor y el deseo se fusionan creando una atmósfera de pasión inigualable.

El enfoque en lo romántico no solo satisface el deseo físico, sino que también alimenta la necesidad de conexión emocional. Estas fantasías permiten a las mujeres vivir situaciones donde se sienten deseadas y valoradas, explorando la intimidad de una manera que trasciende lo físico.

5. Juegos de roles

El sexo con algún tipo de componente teatral puede ser muy excitante para las mujeres. El juego de roles consiste en desarrollar un papel ficticio de manera consensuada. Por ejemplo, paciente-doctor o profesor-estudiante. Se trata de una experiencia muy amplia que permite integrar o no fetiches sexuales.

Esta clase de fantasías puede añadir una dimensión de emoción y sorpresa a la intimidad, ya que cada sesión puede ser diferente y única. Al sumergirse en estos personajes, las mujeres pueden explorar dinámicas de poder y fantasías ocultas como el sexo kinky que pueden no sentirse cómodas de manifestar en la vida real.

6. Ser deseada por múltiples personas

La fantasía de ser el objeto de deseo de varias personas a la vez es un juego de validación y empoderamiento. Imaginarse rodeada de hombres que la desean no solo alimenta la autoestima, sino que también transforma a la mujer en la protagonista de su propia historia de seducción.

Esta fantasía permite explorar la idea de ser el centro de atención, disfrutando de la emoción de ser deseada por muchos al mismo tiempo.

7. Sexo con otra mujer

Al igual que los hombres, la fantasía de tener relaciones sexuales con una pareja del mismo sexo es un espacio seguro para explorar la curiosidad y la sexualidad. Aunque muchas mujeres que fantasean sobre esto no desean indagar en la bisexualidad en la vida real, la idea de experimentar con una mujer puede ser muy emocionante. 

La exploración de estas fantasías se convierte en una forma de autodescubrimiento, permitiendo a las mujeres ampliar su perspectiva sobre el deseo y la conexión íntima.

Las fantasías sexuales son comunes tanto en hombres como en mujeres

Lejos de los estereotipos y los roles de género, es importante reconocer que las fantasías sexuales son una parte natural y saludable de la sexualidad humana, independientemente del sexo. Tanto hombres como mujeres experimentan deseos y anhelos que pueden manifestarse en formas diversas y creativas.

Así que recuerda que estas fantasías no solo son un reflejo de la imaginación, sino que también pueden ser una herramienta poderosa para explorar la propia identidad sexual y emocional.


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