Fisioterapia para la parálisis cerebral: ¿cuál es su función?
Escrito y verificado por la médica Mariel Mendoza
La fisioterapia para la parálisis cerebral es un pilar fundamental en el tratamiento, ya que mejora de la calidad de vida de las personas que lo padecen. Tanto en adultos como en niños, permite estimular los patrones de movimiento, reducir las contracturas musculares y, sobre todo, aportar independencia y autonomía.
Una investigación compartida a través de Indian Journal of Orthopaedics destaca que estas medidas terapéuticas son claves para estimular las habilidades motoras, mejorar el estado cardiorrespiratorio y reducir el riesgo de complicaciones. A continuación, detallamos más sobre cómo se implementa y qué funciones desempeña.
¿Qué es la parálisis cerebral?
La parálisis cerebral —más que una entidad— es un grupo de trastornos del desarrollo del movimiento y la postura que causan limitación de la actividad. Se atribuye a una agresión no progresiva sobre el cerebro en desarrollo, durante el período fetal o en los primeros 5 años de vida (cuando aún el cerebro es inmaduro).
Aunque se caracteriza por alteraciones del sistema motor (fino y grueso), suele acompañarse con lo siguiente:
- Trastornos sensitivos.
- Problemas cognitivos.
- Dificultades de la comunicación.
- Trastornos perceptivos.
- Problemas de conducta.
- Dolor.
- Incontinencia urinaria.
- Problemas músculo esqueléticos secundarios.
- Epilepsia.
Por lo anterior, la detección temprana de las discapacidades y la introducción precoz de la fisioterapia constituyen parte esencial del desarrollo de quienes lo padecen.
Clasificación de la parálisis cerebral
En primer lugar, para entender el impacto de la fisioterapia en la parálisis cerebral es necesario clasificarla. De este modo, es posible determinar el enfoque adecuado y su pronóstico evolutivo. A modo convencional, la clasificación se hace de la siguiente forma:
- De acuerdo al daño motor.
- Según la distribución tipográfica.
- En función de la severidad funcional.
Espástica, discinética, atáxica, hipotónica o mixta
De acuerdo al daño motor se clasifican de la siguiente forma:
- Espástica: es la forma más frecuente. Forma un grupo heterogéneo de acuerdo con la distribución topográfica del aumento del tono muscular. La espasticidad se caracteriza por músculos tensos y rígidos con incapacidad para relajarse. Incluye tetraplejía (afectación de las cuatro extremidades), paraplejia (forma más frecuente con afectación a predominio de las extremidades inferiores) y hemiplejia (existe afectación de la mitad del cuerpo con mayor compromiso de la extremidad superior).
- Discinética: se manifiesta con cambios bruscos del tono muscular con la presencia de movimientos involuntarios y la persistencia de reflejos primitivos. Según su presentación clínica, se diferencian en coreoatetósica (corea, atetosis, temblor), distónica y mixta.
- Atáxica: hay una disminución del tono muscular con incoordinación motora, dismetría, desequilibrio y ataxia.
- Hipotónica: es muy poco frecuente. En esta hay disminución del tono muscular con un aumento de la respuesta a los reflejos osteotendinosos.
- Mixta: ocurre cuando el trastorno motor no es puro y combina algunas de las anteriores. Las más frecuentes son la combinación de distonía y espasticidad, o de ataxia y distonía.
La topografía depende de las extremidades afectadas y su severidad en la limitación de actividades diarias
Por su distribución topográfica pueden clasificarse de la siguiente forma:
- Tetraplejía.
- Diplejía.
- Hemiplejía.
- Paraplejia.
- Monoplejía.
Por último, según su severidad funcional, puede ser leve, moderada y grave. En el caso de la severidad leve, no limita las actividades diarias; la moderada requiere de asistencia o apoyo para realizar actividades diarias; entre tanto, la grave requiere de apoyo para todas las actividades.
Fisioterapia en la parálisis cerebral
En el manejo de la parálisis cerebral es necesario un equipo multidisciplinario para una adecuada valoración y atención integral. El tratamiento debe ser individualizado, especializado y sostenido, y acorde al entorno familiar, social y escolar.
Desde el punto de vista del trastorno motor, la base del tratamiento es la fisioterapia. La técnica dependerá de la afectación que presente el paciente y la edad en la que se encuentre.
Tratamiento del neurodesarrollo
También conocido como «NDT» o «método Bobath», se basa en inhibir los reflejos musculares anormales con la reducción del tono muscular. Se utilizan varias técnicas con el objetivo de facilitar una postura normal, diversos patrones de movimientos y reflejos correctos.
Su premisa parte de que la presencia de mecanismos de reflejos posturales normales es fundamental para el desempeño de una habilidad motora. Esto hace referencia a reacciones de enderezamiento y equilibrio, a la inervación recíproca y a patrones de coordinación.
Se busca reducir el tono muscular para mejorar el movimiento mediante el empleo de la movilización de los músculos y las articulaciones rígidas, el estiramiento muscular y la práctica de patrones de movimiento más normales. Asimismo, pretende un desempeño más eficiente y menos esforzado de las tareas funcionales y del soporte de peso.
Terapia de restricción-inducción de movimiento
Conocida por sus siglas en inglés como CIMT, se utiliza en casos de afectación de la mitad del cuerpo para mejorar el funcionamiento del miembro afectado. En este caso, el miembro más fuerte se inmoviliza por un tiempo variable para forzar el uso del miembro discapacitado a lo largo del tiempo.
Seguir patrones
Conocido en inglés como “patterning” se basa en el principio de que el progreso y el desarrollo se guía por una secuencia que está bien establecida y predeterminada. Así, cuando falla, se produce la dificultad en el desarrollo de los siguientes pasos.
Bajo esta premisa, la actividad motora en las personas con parálisis cerebral se puede ver facilitada con la repetición pasiva y prolongada de los típicos pasos secuenciales del desarrollo.
Entrenamiento en cinta rodante con soporte de peso corporal
Esta técnica se basa en el reflejo primitivo del recién nacido y del bebé antes de soportar peso, de ponerse de pie o intentar caminar sobre una superficie plana. En este caso, la persona con parálisis cerebral se le coloca sobre una cinta de correr para simular la marcha con un soporte de peso corporal.
Esto permite mejorar el equilibrio y aumentar la fuerza muscular de los miembros inferiores, lo que facilita la marcha sin apoyo. Ayuda en especial a aquellos con parálisis cerebral espástica, pues potencia la capacidad para caminar y disminuir la asimetría al estar de pie por la distribución del peso.
Ejercicios de estiramiento
En la parálisis cerebral hay un aumento del tono o la resistencia muscular al estiramiento. Por ello, este método se basa en estirar de forma manual para aliviar la tensión del músculo. Así, se consigue lo siguiente:
- Mejorar la serie de movimientos.
- Reducir la espasticidad.
- Mejorar la eficiencia al caminar.
Por lo general, se emplean técnicas de estiramiento rápido o corto, prolongado o sostenido. Asimismo, se puede realizar mediante el uso del efecto del peso corporal y la gravedad; o bien, de forma mecánica, con máquinas o férulas. Esto ayuda a alargar pasivamente el músculo al vencer la resistencia.
Otras formas de implementar este tipo de fisioterapia es con el soporte de peso estático. Para ello, se utilizan mesas basculantes, entablillados con férulas o yeso o bipedestadores. Esto mejora la fuerza muscular antigravedad, reduce la espasticidad, estimula la función motora y reduce la hinchazón.
Ejercicios de fortalecimiento muscular
Como ejercicios funcionales específicos de acuerdo con las discapacidades particulares, se pueden usar bicicletas estáticas, cintas rodantes, ejercicios pliométricos o la estimulación bimanual.
Hidroterapia
En la parálisis cerebral, el uso de bañeras terapéuticas aporta varias ventajas. Además de ayudar a la adaptación psíquica y cardiovascular, permite restaurar el control del equilibrio corporal. La hidroterapia favorece la circulación sanguínea y la regulación de la temperatura, lo que disminuye la frecuencia cardiaca.
El clima cálido de la hidroterapia reduce el tono muscular y, por ende, mejora la espasticidad y permite mayor libertad de movilización. De esta forma, la resistencia y la fuerza muscular se ven beneficiadas. Por otro lado, tiene beneficios relajantes y mejora la coordinación, lo que se traduce en una mejoría en la agilidad física.
El tratamiento de la parálisis cerebral se basa en mejorar la calidad de vida
El principal objetivo del tratamiento de la parálisis cerebral es ayudar a alcanzar el nivel funcional máximo de independencia. Los tratamientos deben ser individualizados y adaptados al entorno.
La fisioterapia para la parálisis cerebral implementa ejercicios de fuerza y de flexibilidad para la postura y la movilidad en general. Además, mejora el dolor y evita los espasmos y las contracturas musculares.
Por lo tanto, mejora el balance, la coordinación, la fuerza, la flexibilidad, el manejo del dolor, la postura, la resistencia y la calidad de vida en general. Como sea, es importante implementar los tratamientos de manera oportuna para mejorar el pronóstico a futuro.
El tratamiento es más efectivo mientras más pronto se haga, ya que durante los primeros años de vida hay plasticidad neuronal, lo que permite el desarrollo o incremento de nuevas conexiones sinápticas.
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