Formas de preparar el ajo
Revisado y aprobado por la nutricionista Maria Patricia Pinero Corredor
¿Quieres saber cómo comer y preparar el ajo? Los beneficios de este alimento son conocidos desde la Antigua Grecia. Entonces, Hipócrates, considerado como el padre de la medicina moderna, ya lo empleaba como tratamiento en distintas enfermedades y patologías. Si bien es cierto que no sustituye la obligada visita al médico, es muy recomendable incluirlo en nuestra dieta.
Hoy en día, es la Fundación Española del Corazón (FEC) una de las instituciones que recomienda incluir este ingrediente en la dieta. Esto no es casualidad, ni un capricho. El ajo tiene propiedades en cuanto al campo de la saludque resultan fundamentales: es diurético, depurativo, antiséptico, antibacteriano, etc.
Por este motivo, es importante saber cómo se tiene que tomar en los diferentes casos, puesto que cada afección requiere de una manera especifica para su preparación.
¿Cómo puede comerse el ajo?
El ajo se puede comer de muchas maneras. Entre ellas, frito es exquisito para acompañar con todo tipo de platos a los que les queramos potenciar el sabor. ¿Quién no lo ha comido con gulas o con alguna verdura?
Sin embargo, otra de las opciones para consumirlo e igualmente beneficiarte de todas sus propiedades es hacerlo crudo. Por esta razón y para combatir los resfriados se recomienda comer de dos a tres dientes de ajo por las mañanas.
No obstante, como es raro que, nada más levantarse de la cama, apetezca notar tanto sabor en la boca, se puede hacer de distintas formas. Una de ellas es machacarlo y agregarle jugo de medio limón o de naranja para tratar de evitar un poco el sabor tan fuerte que tiene. Otra manera es consumirlo en forma de pastillas naturales, que puedes encontrar en cualquier herbolario.
Así podrás garantizar un adecuado aporte de vitamina C, nutriente que ha demostrado (como bien corrobora la siguiente investigación desarrollada en la Universidad de Otago) tener la capacidad de mejorar la respuesta inmune frente a enfermedades infecciosas.
Tomar el ajo crudo todos los días es recomendable para beneficiarte de todos sus nutrientes. Eso sí, tienes que saber y ser consciente de que el ajo provoca muy mal aliento a quienes lo consumen con cierta frecuencia. El sudor también suele oler más fuerte. Por esta razón, es importante que lo tomes con el limón, o masticar luego un trocito de canela, esto te puede ayudar un poco. Si lo vas a consumir fuera de casa, prueba a llevar un cepillo de dientes a mano o incluso caramelos de menta que camuflen el olor del ajo.
Preparar el ajo por decocción
Otra manera de tomar y preparar el ajo es utilizando la decocción. Para este método se deben coger unos tres o cuatro dientes de ajo y ponerlos a hervir en un litro de agua.
Esta manera de consumirlo es preferible para aquellos a los que no les guste el sabor fuerte. Puesto que mediante el hervor se pierde una gran parte de su fuerte sabor y, por supuesto, su olor desagradable. Además, es menos incómodo de ingerir, ya que se puede beber dos veces durante todo el día.
Así también son menos fuertes los malos olores corporales que despide la persona que lo consume.
Sin embargo, sigues aprovechando todas las propiedades del alimento. Una de ellas es, por ejemplo, su poder de mejorar el sistema de defensa del organismo, según apunta un estudio publicado en The Journal of Nutrition.
Preparar el ajo macerado con vinagre
Su sabor es demasiado fuerte, aunque a muchas personas les agrada sin importar el mal olor que puede provocar. Incluso aseguran que no les preocupa cómo les quede su aliento y otras partes de su cuerpo, ya que solo les importa estar sanos, y con la incorporación del ajo a una dieta balanceada lo lograrán.
Por otro lado, se recomienda prevenir las enfermedades evitando su aparición. Y, para esto, el consumo de ajo es relevante sin importar tanto de qué manera se tome. Pero recuerda: no sustituye ningún tratamiento médico o medicamento. Es solo un delicioso complemento.
Además, con esta preparación podrás ayudar a reducir el riesgo de desarrollar patologías de tipo cardiovascular; ya que el ajo, según un estudio publicado por la Sociedad Americana de Nutrición, ha demostrado tener cierta potencialidad en este aspecto.
Además, el vinagre tiene efectos farmacológicos debido a varios tipos de polifenoles, micronutrientes y otros compuestos de los que se compone. Por eso, tal y como recoge un trabajo publicado en 2018 por la Universidad de Castilla la Mancha, también es utilizado en las dietas cardiovasculares. No obstante, trata de incluir otra serie de alimentos cardioprotectores, como puede ser el aceite de oliva.
Incluye ajo en la dieta
Ahora que ya lo sabes, ¡ponte manos a la obra e incorpóralo a tu dieta! Si prefieres no consumirlo ni en ayunas ni solo, prueba a irlo introduciendo en tus platos poco a poco. Tiene un sabor tan característico y sabroso que en poco tiempo verás como lo echas en casi todos tus preparados. ¿A qué esperas para cocinarlo?
Ten en cuenta que además es recomendable que incorpores otros hábitos saludables a tu modo de vida. La práctica de ejercicio físico de forma diaria y la alimentación equilibrada son dos pilares fundamentales para asegurar el correcto funcionamiento del organismo. Del mismo modo, es esencial garantizar un adecuado descanso, de lo contrario las funciones fisiológicas podrían verse afectadas.
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