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¿Para que sirve la fosfatidilserina? Usos y contraindicaciones

8 minutos
No es casualidad que la fosfatidilserina sea catalogada como el «fosfolípido cerebral». Las investigaciones respaldan sus efectos positivos para mejorar la memoria y otras funciones cognitivas.
¿Para que sirve la fosfatidilserina? Usos y contraindicaciones
Anna Vilarrasa

Revisado y aprobado por la nutricionista Anna Vilarrasa

Última actualización: 01 agosto, 2024

Presente en grandes cantidades en el cerebro y las células nerviosas, la fosfatidilserina se ha catalogado como uno de los «neuronutrientes» de mayor importancia para la salud cognitiva. Esta sustancia grasa (fosfolípido) estimula la sinapsis entre las células cerebrales, además de fortalecer la memoria, la concentración, la capacidad para resolver problemas, entre otras habilidades.

Aunque está distribuida por todo el cuerpo, dado que todas las células la requieren para la conducción de impulsos a través de la membrana celular, el cerebro y el tejido neural concentran la mayor parte. Sin embargo, su síntesis tiende a reducir con la edad y puede verse alterada por varios factores. De ahí el interés por obtenerla a través de algunos alimentos y suplementos que la contienen.

Pero, ¿cuándo se recomienda? ¿Cómo se consume? Hay una serie de dudas respecto a sus funciones y los efectos de sus formas exógenas. Por eso, en esta oportunidad queremos abordar de manera más detallada sus beneficios, posibles riesgos y las principales fuentes que la contienen. ¡Sigue la lectura!

¿Qué es la fosfatidilserina?

La fosfatidilserina es un ácido fosfolípido que se encarga de cubrir y proteger las células nerviosas del cerebro y de intervenir en su capacidad para comunicarse entre sí (sinapsis). También posibilita la entrada y salida de nutrientes de cada célula y colabora en la eliminación de desechos metabólicos que se derivan de procesos químicos del interior de la membrana celular.

Entre otras cosas, participa en la activación de enzimas, la liberación de neurotransmisores, la reparación de células dañadas, las funciones locomotoras y el uso óptimo de la glucosa por parte del cerebro. Representa entre un 11,4 y un 14,4 % de la corteza cerebral y entre un 16 y 21,1 % de la sustancia blanca y la mielina.

Sin embargo, se ha observado que sus niveles tienden a reducir con la edad, lo que a su vez está asociado con el desarrollo de enfermedades del sistema nervioso central, como la enfermedad de Alzheimer, el párkinson, el trastorno depresivo mayor (TDM), el accidente cerebrovascular, entre otras.

Por fortuna, es posible obtener fosfatidilserina exógena a través de suplementos diéteticos. Estudios en animales y de laboratorio sugieren que estos tienen el potencial para reponer este fosfolípido en el cerebro, siendo útil para reducir el riesgo de deterioro mental, pérdida de la memoria, entre otros problemas cognitivos.

Un fosfolípido es una sustancia grasa que contiene fósforo, presente en las membranas celulares. Hace parte de los lípidos derivados del glicerol y su estructura es similar a la de los triglicéridos. 

6 beneficios potenciales de la fosfatidilserina

El interés por la fosfatidilserina como complemento nutricional ha crecido de manera considerable en los últimos años. Los estudios preliminares apoyan sus propiedades para la salud cognitiva, en especial entre adultos mayores y en pacientes con enfermedades del desarrollo neurológico o con trastornos neurodegenerativos. Veamos de manera más detallada sus beneficios potenciales.

1. Fortalece la memoria y otras funciones cognitivas

Uno de los beneficios más destacados de la suplementación con fosfatidilserina tiene que ver con la protección y el fortalecimiento de la memoria. Esto se debe a su intervención en el metabolismo de la glucosa por parte de las células cerebrales que, al proporcionar energía, coadyuva en la neurogénesis, es decir, el nacimiento de nuevas neuronas.

Asimismo, tiene que ver con su capacidad para estimular la producción de acetilcolina, un neurotransmisor que participa en la sinapsis neuronal y que es clave tanto para la memoria como para los procesos de aprendizaje, la capacidad de atención y la concentración.

En una pequeña investigación divulgada en Journal of Clinical Biochemistry and Nutrition, los adultos mayores con deterioro cognitivo leve que tomaron fosfatidilserina durante un periodo de seis meses experimentaron mejoras en su memoria

2. Colabora en el control de la depresión

Una de las funciones de la fosfatidilserina es estimular la segregación de dopamina, un neurotransmisor que se distingue por su papel como regulador del estado de ánimo. De forma simultánea, ayuda a reducir los niveles altos de cortisol, un factor biológico involucrado en la aparición de la depresión.

Por ahora, no hay estudios amplios y concluyentes que respalden estos efectos. Una investigación en Mental Illness asocia el uso de un suplemento de fosfatidilserina y ácidos grasos omega-3 DHA y EPA con una disminución de la depresión mayor en la vez. Sin embargo, no se logró esclarecer si dichos efectos tuvieron lugar por la fosfatidilserina, el DHA, el EPA o la combinación de todos.

3. Ayuda a reducir el estrés

La fosfatidilserina ha exhibido potencial para reducir la respuesta a la liberación de la hormona adrenocorticotrópica (ACTH) y, por tanto, para regular los niveles de cortisol, hormona asociada al estrés físico y mental.

A través de un estudio compartido por Lipids in Health and Disease, los investigadores informaron que la suplementación con un complejo de fosfatidilserina y fosfatidilserina/ácido fosfatídico (PAS) fue útil para normalizar las desregulaciones del eje hipotálamo-pituitario-suprarrenal, vinculadas al estrés crónico.

4. Beneficia la recuperación muscular

Asociado al efecto anterior, la fosfatidilserina se ha vuelto un suplemento de interés para los deportistas debido a su capacidad para mantener a raya el cortisol, una hormona que también tiene efectos a nivel físico al incrementar la descomposición del tejido muscular.

Según hallazgos compartidos en Journal of the International Society of Sports Nutrition, la fosfatidilserina es un suplemento útil para reducir el estrés inducido por el ejercicio y prevenir el deterioro causado por el exceso de actividad.

5. Disminuye el riesgo de enfermedades neurodegenerativas

Además de contribuir al fortalecimiento de la memoria mediante la neurogénesis y la sinapsis, este fosfolípido inhibe la neuroinflamación y desempeña un papel neuroprotector. Por ello, los suplementos dietéticos se recomiendan como coadyuvantes para la prevención del alzhéimer, el párkinson y otras formas de demencia.

6. Tiene efectos positivos contra los síntomas del TDAH

La evidencia preliminar sugiere que los complementos nutricionales de fosfatidilserina pueden ser útiles para reducir los síntomas de falta de atención en niños con TDAH. En particular, parece que favorece el fortalecimiento de la memoria auditiva y el control de la impulsividad.

En otro estudio, un suplemento de fosfatidilserina y ácidos grasos omega-3 tuvo efectos prometedores en la mejora de la falta de atención, la memoria auditiva y el estado de ánimo en niños con trastorno de déficit atencional e hiperactividad (TDAH). Sin embargo, hacen falta estudios más rigurosos y concluyentes.

¿De dónde se obtiene la fosfatidilserina?

En el pasado, los suplementos de fosfatidilserina se obtenían de las células cerebrales de las vacas. No obstante, dada la preocupación por la enfermedad de las vacas locas, se desarrollaron alternativas a partir de otros ingredientes como la soja, el repollo, los huevos, las vísceras de pollo, el pescado graso y el girasol.

Los complementos de este fosfolípido se pueden conseguir como sustrato aislado; no obstante, es más frecuente su mezcla con otros nutrientes como la vitamina B, el folato, el omega-3, entre otros. Estas combinaciones, de acuerdo a los hallazgos, potencian sus efectos sobre la salud cerebral.

Riesgos y contraindicaciones de la fosfatidilserina

La mayoría de las personas toleran bien los suplementos de fosfatidilserina. Aun así, ciertas veces —en especial tras ingerir dosis superiores a 300 miligramos— provoca efectos secundarios como los siguientes:

  • Gases
  • Dolor de cabeza
  • Náuseas y vómitos
  • Malestar estomacal
  • Dificultades para dormir

Ahora bien, debido a sus efectos, los suplementos de fosfatidilserina pueden causar interacciones con algunos medicamentos. Por ejemplo, disminuye la eficacia de los fármacos anticolinérgicos, como la atropina, la benzotropina y la oxibutinina.

Por otro lado, se desaconseja su uso simultáneo con medicamentos anticoagulantes, fármacos antiinflamatorios para el tratamiento de la artritis, antihistamínicos, antidepresivos y suplementos para incrementar el rendimiento deportivo. En todos estos casos, lo más prudente es consultar primero al médico.

Hasta la fecha no se ha establecido su seguridad durante el periodo de embarazo y lactancia. Tampoco en niños o pacientes con enfermedades crónicas diagnosticadas.

La fosfatidilserina no está aprobada por la Administración de Medicamentos y Alimentos de EE. UU. (FDA) para el tratamiento de enfermedades. Sin embargo, la entidad reconoce la seguridad de los suplementos obtenidos del pescado, la lecitina de soja y el girasol.

¿Cuál es la dosis sugerida de fosfatidilserina?

A día de hoy no se ha determinado una dosis estándar de fosfatidilserina; esta puede variar de acuerdo a la fuente y a la calidad de otros ingredientes activos del suplemento. De acuerdo con la Clínica Cleveland, en promedio un adulto puede ingerir entre 100 miligramos (mg) y 200 mg de este fosfolípido por día. Otras fuentes sugieren dosis de hasta 300 mg al día, dividas en tres tomas.

Los suplementos vienen en presentaciones como tabletas o cápsulas orales. Su forma de consumo puede variar de acuerdo al fabricante, por lo que se recomienda consultar la etiqueta. En general, es posible tomarlos con o sin alimentos.

¿Qué hay que recordar?

La fosfatidilserina es un fosfolípido que abunda en las células cerebrales y en todo el sistema nervioso. Interviene en la liberación de neurotransmisores y en la comunicación neuronal; además, previene la neuroinflamación, actúa como antioxidante, facilita la absorción de nutrientes y optimiza el metabolismo de la glucosa a nivel cerebral.

Por ello, se asocia con la protección de la memoria y de otras funciones cognitivas. Su disminución debido al envejecimiento y otros factores está relacionado con un mayor riesgo de deterioro cognitivo y enfermedades neurodegenerativas y del desarrollo neurológico. No obstante, los hallazgos preliminares sugieren que las fuentes exógenas de fosfatidilserina reducen estos efectos.

Como sea, se requieren estudios más amplios y concluyentes para corroborar sus efectos en la salud humana. Por ahora, aunque estos suplementos suelen ser seguros para la mayoría de los adultos sanos, se sugiere su ingesta bajo supervisión médica.


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