Granos en el pene: ¿a qué se deben?
Escrito y verificado por el médico Leonardo Biolatto
Los granos en el pene son más comunes entre los adolescentes. Sobre todo, asociados a varones que padecen acné en otras partes del cuerpo. Aun así, hasta los 40 años se considera una situación de frecuente aparición.
El herpes, el molusco contagioso, las úlceras infecciosas y hasta una temprana señal de cáncer podrían ser sus causantes. No obstante, la mayoría de las veces son situaciones que no ponen en riesgo la vida y que pueden solucionarse por sí solas o con tratamientos mínimos.
A continuación, te contamos las causas más habituales de granos en el pene. Se trata de un listado solo orientativo, ya que debería ser un médico quien realice el diagnóstico definitivo.
1. Espinillas o acné en el pene
La espinilla es el típico grano en el pene. Se ve similar a la que se hace presente en el rostro cuando padecemos acné. Estos granos tienden a localizarse en los bordes del glande o cabeza y se hacen más evidentes cuando movemos el prepucio hacia atrás.
Su causa es la obstrucción de un poro de la piel por la grasa natural, denominada sebo. Luego de la obstrucción viene la colonización por bacterias, lo que genera la inflamación.
Para manejar el acné en el pene es recomendable mantener una buena higiene genital, lavando el área con regularidad para evitar la acumulación de bacterias y grasa. Además, se debe evitar tocar o exprimir las protuberancias, ya que esto puede causar irritación, resequedad a corto plazo o dejar cicatrices.
Lo más probable es que los granos desaparezcan por sí solos.
2. Úlceras peneanas
La úlcera es una lesión en sacabocado, con pérdida de un poco del material. En este caso, de la piel del pene. Puede verse como grano cuando pasan los días y comienza la cicatrización.
Se vincula con enfermedades de transmisión sexual (ETS). Por lo tanto, es necesario descartar herpes genital o sífilis. En la primera situación hay dolor bastante intenso, ardor y ampollas. Al contrario, en la segunda no hay dolor.
Otra ETS capaz de generar una úlcera en el pene es el chancro blando. Suele ser muy dolorosa y con un fondo rojo o rosado.
Para el tratamiento de estos granos, es fundamental consultar a un urólogo o especialista en salud sexual. Se podrán recetar antivirales o antibióticos, de acuerdo al diagnóstico.
3. Folículos pilosos
La zona de nacimiento de los vellos de los testículos y de la base del pene pueden aparentar un grano. Es común que generen confusión y consultas médicas porque se presentan en gran cantidad.
Los folículos pilosos son estructuras anatómicas normales. No requieren tratamiento de ningún tipo y no son un peligro para la salud; al contrario, resultan indispensables. Sin embargo, estas estructuras anatómicas también pueden inflamarse e infectarse. Sobre todo, después del rasurado.
La inflamación de un folículo piloso se conoce como foliculitis y es una afección frecuente en los hombres de todas las edades. Por fortuna, son granos que tienden a desaparecer por sí solos al cabo de unos días. Los vellos encarnados también son otra posible causa asociada y, del mismo modo, se resuelven solos.
4. Ampollas por lesiones
Las ampollas son bolsas que juntan líquido por debajo de la piel. Suelen aparecer cuando hay quemaduras de segundo grado o más. Las causas serán la exposición a fuentes de calor, a sustancias químicas o la fricción intensa. Podrán provenir de accidentes, agresiones o, incluso, tras una sesión de sexo intenso.
El tratamiento inicial incluye enfriar la zona afectada con agua a temperatura ambiente durante varios minutos, lo que ayuda a aliviar el dolor y limitar el daño adicional. No hay que romper las ampollas, ya que esto aumenta el riesgo de infección.
Después del enfriamiento, la herida debe limpiarse con una solución salina o agua y jabón suave para prevenir infecciones. En caso de que las ampollas sean grandes o persistentes, es recomendable buscar atención médica para evaluar si se requiere un tratamiento más avanzado, como desbridamiento.
5. Ampollas por herpes
Las ampollas son una manifestación común de la infección por el virus del herpes simple (VHS), que se transmite principalmente a través de contacto sexual. Los granos suelen aparecer como grupos de pequeñas lesiones llenas de líquido, que pueden ser dolorosas y causar picazón.
Aunque no existe una cura para el herpes, los medicamentos antivirales ayudan a reducir la duración y gravedad de los brotes. Siempre es recomendable consultar a un médico para obtener un diagnóstico adecuado y discutir los métodos preventivos que eviten la propagación del virus.
6. Quistes escrotales
Los quistes escrotales son sacos llenos de líquido que se forman en el escroto, la bolsa que contiene los testículos. A menudo, no causan síntomas ni molestias. Los tipos más comunes son dos:
- Espermatoceles: contienen esperma y líquido.
- Quistes de inclusión de piel: se forman por la obstrucción de las glándulas sebáceas.
Algunos varones prefieren la extirpación por motivos estéticos, pero no es necesario tratarlos. En caso de intervenirlos, se realiza un procedimiento llamado espermatocelectomía, bajo anestesia local.
7. Verrugas
Los granos en el pene de color marrón que conservan humedad en su parte superior son sospechosos de verrugas genitales. En especial, si la forma es la de una coliflor. Es importante reconocerlos porque pueden ser infecciones por el virus del papiloma humano o VPH.
Las verrugas por ETS deben tratarse. El virus del papiloma humano puede resultar más perjudicial para la mujer que mantiene relaciones con el varón infectado que para el varón mismo, ya que, en el cuello del útero, es precursor de cáncer.
La presencia de una verruga también podría tratarse de un simple papiloma cutáneo y no estar asociado a ninguna ETS. Este tipo de protuberancia es bastante común en los hombres de mediana edad y no es razón para preocuparse. No obstante, siempre se recomienda la evaluación por parte de un médico especialista para establecer el diagnóstico adecuado.
8. Ampollas blancas
El liquen plano es una enfermedad poco conocida y difícil de diagnosticar. También recibe el nombre de esclerosis del pene y puede aparecer en el glande, en el prepucio o en el cuerpo del miembro, formando una línea de ampollas blancas.
La enfermedad es autoinmune. Es el mismo cuerpo que ataca sus propias estructuras.
No es una infección y no se contagia de persona a persona. Puede resolverse solo en el transcurso de un año, pero, a veces, requiere intervención médica.
Si las lesiones viran a un color rojo y una textura de terciopelo deben analizarse de inmediato. En ese caso se vuelven sugestivas de cáncer de pene.
9. Pápulas perladas
Muchos varones tienen estos granos en el pene, alrededor de la base del glande. Se calcula que hasta un 48 % de hombres entre los 11 y 52 años los presentan.
La pápula es un angiofibroma, es decir, una formación combinada de vasos sanguíneos diminutos y tejido fibroso. Se evidencian como pequeñas perlas blanquecinas de hasta dos milímetros.
No son infecciosas, no requieren tratamiento y no pone en riesgo la salud. Para algunos es una cuestión estética y una preocupación más psicológica que física.
10. Molusco contagioso
El molusco contagioso es una infección viral de la piel, más común en personas inmunosuprimidas. Se caracteriza por la aparición de pequeñas protuberancias redondas, firmes y generalmente indoloras en el pene y otras partes del cuerpo. Presentan un aspecto umbilicado en su parte superior.
La infección se transmite fácilmente a través del contacto directo con la piel infectada o al compartir objetos personales, como toallas o ropa. Cuando las protuberancias aparecen en la región genital, se considera una enfermedad de transmisión sexual.
El molusco contagioso desaparece por sí solo sin necesidad de tratamiento, lo que puede llevar de seis a 12 meses. Sin embargo, existen varias opciones de tratamiento disponibles:
- Crioterapia.
- Aplicación de medicamentos tópicos.
- Raspado o curetaje de las protuberancias.
11. Linfocele
Se trata de una afección benigna del sistema linfático, que tiende a desaparecer por sí sola al cabo de unas horas. Los linfoceles se manifiestan después de la masturbación o de una relación sexual y se deben a que el sistema linfático es incapaz de drenar la linfa del pene, debido a la hinchazón provocada por la erección.
Estos granos no se acompañan de dolor y se localizan en el surco balanoprepucial y en el dorso del pene. Otro nombre que recibe el cuadro es el de linfangitis no venérea del pene.
12. Enfermedad de Peyronie
La enfermedad de Peyronie se caracteriza por la formación de tejido de cicatriz en el pene, lo que provoca una curvatura anormal durante la erección. Este tejido fibroso puede causar dolor y verse como un grano.
La enfermedad se desarrolla de manera gradual. Suele manifestarse por lesiones repetidas en el pene, aunque la causa exacta no siempre es clara. No es congénita y aparece en hombres generalmente de mediana edad.
En la fase aguda, el tratamiento usa medicamentos orales, como la pentoxifilina y el tadalafilo. Además, se recomienda la terapia de tracción peneana. En la fase crónica se realizan inyecciones de colagenasa en el pene y se puede considerar la cirugía.
13. Cáncer de pene
El cáncer de pene es más frecuente en hombres mayores de 60 años, especialmente aquellos con factores de riesgo, como el tabaquismo, las infecciones por VPH y una higiene deficiente. Los síntomas iniciales pueden incluir bultos o llagas que no cicatrizan, cambios en el color y la textura de la piel.
El tratamiento depende del tamaño y la localización del tumor, así como de su etapa. Las opciones incluyen cirugía, quimioterapia y radioterapia.
14. Granos o manchas de Fordyce
Hay un tipo particular de granos que son los de Fordyce. Son puntos pequeños, blancos o amarillos, que no duelen y pueden aparecer en múltiples áreas, como el glande.
Se los confunde con manchas planas por su diminuto tamaño. Se trata de glándulas sebáceas inofensivas y que no requieren tratamiento alguno.
14. Glándulas de Tyson
En el glande hay glándulas que son visibles a simple vista y que pueden confundirse con granos patológicos cuando agrandan un poco su tamaño. Las más conocidas son las glándulas de Tyson, que no representan peligro para la salud. Suelen observarse como pápulas asintomáticas color piel o amarillentas en el prepucio o el frenillo.
¿Se pueden prevenir los granos en el pene?
Si bien no siempre es posible evitar la aparición de granos en el pene, existen medidas que pueden reducir el riesgo de contraer enfermedades que los causan. Los principales consejos son los siguientes:
- Usa preservativos durante las relaciones sexuales.
- Evita irritantes, como lociones o productos perfumados.
- Limpia tu miembro a diario con agua y un jabón neutro.
- Prefiere ropa interior de materiales textiles naturales y no sintéticos.
- Seca bien el área íntima después del baño para evitar la acumulación de humedad.
¿Cuándo consultar al médico?
Siempre que descubras granos en tu pene y tengas dudas, deberías consultar con un profesional de la salud. Aunque la mayoría de las veces te enfrentarás a causas beningas, es preferible tener el diagnóstico adecuado.
Algunas señales de alarma deberían acelerar tu consulta, como las mencionadas a continuación:
- Cambios en la piel: relativos al color o en la textura.
- Persistencia de los granos: aquellos que no desaparecen después de un mes.
- Síntomas adicionales a las protuberancias: como dolor, secreción o ardor al orinar.
- Aparición de los granos después de tener relaciones sexuales sin protección: habrá que descartar enfermedades de transmisión sexual.
Presta atención a tu salud sexual
Diversas condiciones pueden causar los granos en el pene, algunas benignas y otras que requieren atención médica más inmediata. Las pápulas perladas, las manchas de Fordyce, los folículos pilosos inflamados, los vellos encarnados y las ETS son algunas de las más habituales.
Es importante que prestes atención a los bultos en tu miembro, ya que pueden ser un signo de condiciones que necesitan tratamiento. Si los granos son persistentes, están acompañados de dolor, secreción anormal, ardor al orinar o si han aparecido tras una relación sexual sin protección, es fundamental que asistas a un urólogo. Además, mantener una buena higiene genital y realizar chequeos regulares puede ayudarte a prevenir complicaciones.
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