Gripe intestinal: síntomas, tratamiento y dieta

Escrito y verificado por la médica Elisa Martin Cano

Escrito por Elisa Martin Cano

Última actualización: 24 mayo, 2023

La gripe intestinal es una infección vírica que puede afectar a cualquier persona. Produce malestar estomacal, por lo general acompañado de diarrea y vómitos. En la mayoría de los casos se resuelve de manera espontánea y solo se tratan los síntomas que ocasiona.

Sin embargo, hay ciertas personas que presentan mayor riesgo, así como situaciones en las que puede complicarse y requerir vigilancia médica. En este artículo te contamos en qué consiste y cómo se trata esta infección.

¿Qué es la gripe intestinal?

La gripe intestinal, también conocida como gastroenteritis vírica, es una inflamación del estómago y los intestinos producida por virus. Existen muchos tipos de virus capaces de producir esta infección. Entre los más importantes se encuentran, por ejemplo:

• Rotavirus: este virus es la causa más frecuente de gripe intestinal en niños.
• Norovirus: es el causante de la mayor parte de infecciones intestinales en adultos.
• Adenovirus: produce, sobre todo, gripe intestinal en niños menores de dos años. Este virus normalmente produce síntomas durante más tiempo que los anteriores.

El contagio se produce de persona a persona. El virus puede encontrarse en las heces y los vómitos de las personas afectadas. Si una persona va al baño y queda algún resto de virus en sus manos, es posible que contagie a otra persona cercana.

Es por esto que, para la prevención del contagio, lo más importante es una adecuada higiene de manos. También es recomendable no compartir cubiertos, toallas y demás artículos personales con personas que estén pasando por una infección de este tipo.

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Síntomas de la gripe intestinal

Como su nombre indica, la gripe intestinal es una infección que produce síntomas similares a cualquier gripe. Estos son fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, cansancio, etcétera. Además de estos, aparecen otros más específicos del sistema digestivo como son los siguientes:

• Náuseas.
• Vómitos.
• Diarrea líquida.
• Dolor tipo cólico.
• Malestar de estómago.

La deshidratación es la complicación más importante de esta afección. Puede producirse si hay vómitos y diarrea sin un correcto aporte de agua. Se debe estar alerta ante la aparición de ciertos síntomas que indicarían deshidratación grave, como:

• Mareos.
• Somnolencia.
• Sensación de sed.
• Disminución del número y la cantidad de micciones.

La duración de los síntomas varía dependiendo del tipo de virus y de la persona a la que infecte. Normalmente, los síntomas están presente durante 3 a 7 días.

¿A quiénes afecta?

Como ya hemos comentado, la gripe intestinal puede afectar a cualquier persona. Si bien es cierto que dependiendo del grupo de edad serán más frecuentes unos u otros tipos de virus, no toda la población tiene el mismo riesgo de complicaciones.

Los grupos más vulnerables son los niños, los ancianos y las personas con depresión del sistema inmune. En ellos, los síntomas pueden darse de forma más severa y durante más tiempo comparado con un adulto que estaba previamente sano. Por esto mismo, es necesaria una vigilancia más estrecha, requiriendo, incluso, el ingreso hospitalario.

Por otro lado, la época del año también influye en la incidencia de la gripe. En verano, con las altas temperaturas, se produce una mayor tendencia a la deshidratación.

Tratamiento de la gripe intestinal

La gripe intestinal no tiene un tratamiento específico. Como ya se ha comentado, el virus se termina eliminando del organismo y los síntomas remiten de forma espontánea al cabo de los días.

Sí es posible tratar los síntomas generales, como la fiebre o los dolores musculares, con analgésicos y antipiréticos comunes. Sin embargo, lo más importante es prevenir la aparición de complicaciones, destacando la deshidratación. Es vital mantener al enfermo bien hidratado. 

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Dieta durante la gripe intestinal

• Es recomendable basar la dieta en alimentos ricos en agua, como pueden ser cremas, purés, caldos, zumos, etcétera.
• Si es necesario, el paciente deberá recibir un aporte extra de agua y azúcar con suero oral o bebidas para deportistas. Es importante la toma continua de pequeños sorbos, sobre todo tras cada vómito o diarrea.
• Se deben evitar comidas muy grasas o muy azucaradas, así como alimentos con alto contenido de fibra.
• Evitar alcohol, cafeína y bebidas carbonatadas.

Conforme remitan los síntomas, se irán reintroduciendo en la dieta poco a poco todos los alimentos.

En conclusión, la gripe intestinal suele ser una patología benigna que normalmente se resuelve en unos días sin tener mayores consecuencias. Sin embargo, es importante vigilar el estado general de la persona, y estar atento ante cualquier signo de alarma que precise la revisión de un médico.