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Guía de cuidados completa para la planta lila o lilo

10 minutos
Moradas, rosas y blancas, las flores de lila son una excelente opción para aportar belleza y aroma al jardín. Con algunos cuidados básicos, podrás mantener tu planta lilo fuerte y radiante.
Guía de cuidados completa para la planta lila o lilo
Vanesa Evangelina Buffa

Escrito y verificado por la odontóloga Vanesa Evangelina Buffa

Última actualización: 05 febrero, 2024

La planta lila o lilo, conocida científicamente como Syringa vulgaris, es un arbusto o árbol pequeño que resalta en cualquier jardín. Sus perfumadas y vistosas flores violetas, blancas o rosa aparecen en la primavera y hacen que, este ejemplar, cautive a quien lo ve.

Su mantenimiento es bastante simple, por lo que es una planta que debes tener en cuenta si quieres que tu patio, terraza o balcón se vea más bonito sin tanto esfuerzo. Con esta guía tendrás toda la información que necesitas para cuidar tu árbol lilo y disfrutar al máximo de su esplendor.

Características de la planta lila

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Sus flores pueden llegar a medir hasta un centímetro de ancho.

Los arbustos de lilos o lilas comunes son especies de hoja caduca que deslumbran con su exuberante floración en primavera. Pertenecen a la familia de los olivos, junto con otras plantas ornamentales como fresnos, forsitias y setos de ligustro.

Una de sus características más destacadas es el dulce aroma de sus flores, que perfuma el aire circundante y atrae polinizadores como abejas y mariposas. Las flores de la lila miden menos de un centímetro de ancho, pero se agrupan en racimos o panículos densos y ramificados, creando una exhibición espectacular de color y fragancia en primavera.

Las hojas de la planta son de color gris o azul verdoso y alcanzan entre cinco y 12 centímetros de largo. Aunque son caducas, no cambian de color en otoño, manteniendo su tonalidad característica.

Crecen entre uno a dos pies por año, lo que les permite desarrollarse de manera gradual, aunque con el tiempo pueden convertirse en árboles.

Tipos de lila

Existen diferentes variedades de planta lilo que varían en apariencia y tamaño. Hemos recopilado un listado de los más destacados, para colocar en el jardín o decorar tu hogar.

  • Syringa vulgaris Katherine Havemeyer: se trata de un arbusto extendido con flores dobles de color azul lavanda y hojas en forma de corazón.
  • Syringa vulgaris Madame Lemoine: se caracteriza por sus flores dobles de color blanco brillante. Mide hasta 15 pies de alto y 12 pies de ancho.
  • Syringa vulgaris Primrose: crece de 10 a 15 pies de alto y de seis a 10 pies de ancho. Destaca por sus aromáticas flores blancas que maduran hasta alcanzar un color amarillo crema.
  • Syringa vulgaris Sensation: destaca por sus flores de color rojo púrpura con bordes blancos.
  • Syringa meyeri Palibin: es una variedad coreana con panículas de flores de color rosa púrpura. Es compacta y de crecimiento lento, ideal para jardines más pequeños o para cultivar en macetas.
  • Syringa Red Pixie: es una lila compacta que produce masas de flores rosadas que se abren, a partir de cogollos rojos. Es perfecta para un jardín pequeño o para cultivar en una maceta grande.
  • Wedgewood Blue: es una variedad compacta de color lila que alcanza una altura de solo seis pies en la madurez. Las flores están contenidas en gruesos racimos de color azul lavanda.
  • Yankee Doodle: se trata de un pequeño arbusto que crece de seis a 10 pies de alto y de cinco a seis pies de ancho. Sus flores son de color púrpura intenso. Es un poco más resistente al frío que otras especies.
  • Belle de Nancy: tiene flores rosadas dobles y crece de ocho a 10 pies de alto y de seis a ocho pies de ancho.

Cuidados para la planta lilo

Los arbustos de lilo son tan atractivos que— a menudo— se los utiliza con fines ornamentales o como puntos focales en el paisaje. También es un árbol para tener privacidad en el jardín, pues son populares para plantar en hileras a lo largo de los límites de las propiedades, donde se podan para formar setos sueltos.

Las variedades más pequeñas y compactas, son adecuadas para plantaciones de cimientos o macetas grandes. De hecho, muchas personas las colocan en los bordes de sus balcones para que sus flores cuelguen hacia abajo en primavera.

Aunque existen distintas especies en esta familia, los cuidados de la planta lilo son comunes a todas sus variedades. Se trata de ejemplares simples y fáciles de atender.

Te contamos qué debes tener en cuenta para mantener este árbol sano, fuerte y asegurar un florecimiento óptimo y exuberante cada primavera.

1. Elige un lugar de plantado adecuado

El lilo es un arbusto extremadamente resistente que puede adaptarse a una amplia variedad de suelos. Puede prosperar en suelos arenosos e incluso arcillosos, aunque lo ideal es optar por un suelo neutro o calcáreo.

Más allá de la composición del suelo, es crucial asegurar un buen drenaje, ya que el lilo no tolera el encharcamiento. Es recomendable plantarlo en un área donde no se acumule el agua para evitar problemas relacionados con el ahogamiento o el exceso de humedad.

¿Cuándo plantarlo?

Lo ideal es plantar el lilo a finales del invierno, momento óptimo para favorecer su enraizamiento. Es importante enriquecer el suelo con materia orgánica antes de plantarlo para proporcionar los nutrientes necesarios para un crecimiento saludable.

2. Asegura buena luz

La cantidad de luz que recibe la planta tiene un impacto directo en su capacidad para florecer. Por lo tanto, es recomendable ubicar el árbol lilo en un lugar al que le llegue abundante luz.

Lo ideal es que la planta esté expuesta, la mayoría de los días, al menos a seis horas diarias de sol directo. Aunque puede tolerar cierta sombra, es importante considerar que una ubicación con poca luz limitará su capacidad para florecer y el crecimiento será más lento.

3. Considera la temperatura

La necesidad de sol no es el único factor que ayuda a que la planta lilo se llene de fabulosas flores. Además del calor, el lilo también requiere un cierto grado de exposición al frío. Aunque pueda sorprender, es capaz de resistir temperaturas de hasta 15 grados bajo cero, sin sufrir daños significativos.

Los arbustos de lilas prefieren climas frescos y secos. No son plantas recomendadas para zonas muy cálidas y húmedas, pues el exceso de humedad puede propiciar el desarrollo de enfermedades fúngicas.

Por otro lado, las lilas pueden tolerar bien temperaturas por debajo del punto de congelación. Sin embargo, es importante protegerlas de los vientos fríos y fuertes, que pueden dañar los botones florales y romper los tallos.

4. Riega con disciplina

Uno de los cuidados esenciales para las lilas es el riego adecuado y constante. A pesar de la relativa facilidad de su cultivo, esta planta no perdona descuidos en cuanto a su hidratación.

Para asegurar un crecimiento saludable y una floración abundante es crucial mantener las raíces bien hidratadas. El riego es especialmente necesario durante la época de flores y en períodos de calor, sobre todo en ejemplares jóvenes y recién plantados.

A pesar de que el riego debe ser frecuente, las lilas prefieren una cantidad moderada de humedad en el suelo. Como te contamos, el drenaje de la planta es muy importante para evitar encharcamientos que favorezcan la pudrición de las raíces y una floración deficiente.

Para las plantas jóvenes, debes encontrar el equilibrio de regar con regularidad para mantener la tierra húmeda, pero no empapada. En los ejemplares maduros, suele ser suficiente el riego durante los períodos de sequía, ya que son más resistentes a la falta de agua una vez establecidos.

5. Poda en invierno

La poda favorece la floración, asegura una circulación de aire adecuada y previene algunas enfermedades. De todos modos, no es un cuidado al que debas prestarle demasiada atención.

Al culminar la floración, durante los meses de primavera y verano, solo será necesario desprender los racimos de flores marchitas, sin tocar las ramas.

En los meses de invierno, cuando la planta está inactiva, elimina las ramas viejas y poda el árbol para darle forma. De todos modos, debes hacerlo con cautela, eliminando no más de un tercio del total de ramas.

6. Abona en primavera

La aplicación de un abono mineral durante la época de floración puede ayudar a conseguir flores más abundantes. Sin embargo, es importante tener en cuenta que este tipo de fertilizante solo se debe utilizar durante este período del año.

Es importante utilizar un fertilizante equilibrado y evitar aquellos con un alto contenido de nitrógeno, ya que esto puede resultar en una floración deficiente. Sigue las instrucciones de la etiqueta para aplicarlo de manera adecuada y evitar problemas de sobrealimentación.

En otoño, lo que sí puedes aplicar es una buena dosis de abono orgánico, como compost, para nutrir el suelo y proporcionar los nutrientes necesarios para la llegada del invierno.

7. Cuida tu planta lilo de las plagas

Otro aspecto importante que debes considerar es la protección de tu planta lilo de diversas enfermedades e insectos que pueden atacarla. Es crucial detectar estos problemas de manera precoz y tomar medidas para evitar su propagación.

Debido a la gran necesidad de riego, el oidio y la virosis son dos enfermedades comunes en las lilas. Con la llegada del calor, es importante estar atentos a otras plagas, como la cochinilla, escamas, barrenadores y las orugas de ciertas mariposas. También puede desarrollarse el mildiú polvoriento.

Controlar la humedad, asegurar buena ventilación y utilizar algún fungicida químico o natural te ayudará a resolver estos problemas.

¿Cómo propagar las plantas de lilas?

Las lilas se propagan con facilidad, a través de brotes que se extienden desde el tronco, lo que hace que su replicación sea una forma económica de obtener nuevos arbustos. El mejor momento para realizar esta tarea es desde finales de la primavera hasta principios del verano, permitiendo que los brotes tengan tiempo suficiente para establecerse antes de la llegada del frío.

Para propagar las lilas, excava alrededor de uno de los brotes y córtalo de la planta principal, asegurándote de mantener las raíces intactas. Luego, replanta el brote en tierra rica en el sitio que desees y mantén la humedad en todo momento (sin encharcar).

Si cultivas lilas en macetas, elige una con al menos 60 cm de diámetro y usa un abono adecuado con un poco de arena o gravilla para mejorar el drenaje.

¿Cómo hacer que florezcan las lilas?

Con los cuidados que mencionamos, tu planta lilo debería florecer cada primavera sin problemas. De todos modos, si notas que las flores lilas ya no son tan abundantes como antes, controla estos aspectos:

  • Asegúrate de que tu planta lilo reciba al menos seis horas de luz solar: la sombra puede ser la causa de que haya menos flores.
  • Controla el nivel de humedad del suelo: evita charcos, pero riega con frecuencia. Puedes agregar mantillo alrededor de la planta para retener la humedad del suelo y suprimir las malas hierbas que podrían competir con la lila.
  • Realiza una poda de rejuvenecimiento: si tu lila ha dejado de florecer, retira un tercio de las ramas más viejas justo después de la floración y repite este proceso en las temporadas siguientes para eliminar las ramas viejas y fomentar el crecimiento de nuevas ramas más vigorosas.
  • Considera plantar distintas variedades de lilas: que florezcan en diferentes momentos, para disfrutar de un período de floración más prolongado.

¿Por qué las hojas de la lila se vuelven marrones?

Si las hojas de las lilas adquieren un tono marrón, debes corregir esta condición con remedios, para que la planta recupere su salud. Sin embargo, este característico color puede estar indicando varios problemas como:

  • Exceso de fertilizante.
  • Exposición prolongada a la luz solar muy intensa.
  • Estrés hídrico por escasez de agua, sobre todo en plantas jóvenes.
  • Una infección bacteriana que se desarrolla en condiciones de crecimiento deficientes.

Bonitas, perfumadas y fáciles de cuidar

Las lilas son plantas de exterior fáciles de mantener, que requieren cuidados básicos como poda, fertilización y riego durante los períodos secos. Sus flores en forma de campana tubular, que cuelgan en racimos, las hacen ideales para decorar terrazas, balcones y patios.

Disponibles en una variedad de colores, desde morado hasta rosa y blanco, las lilas son una opción popular en la ornamentación de exteriores. Su aroma distintivo agrega una sensación de armonía a cualquier espacio, convirtiéndolas en una elección encantadora para embellecer tu hogar.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.