Hábitos que dañan tu talón: ¡No más pasos en falso y con dolor!
Escrito y verificado por el médico Carlos Fabián Avila
¿Te has fijado alguna vez en el modo en que desgastas tus zapatillas? ¿Dónde se suelen desgastar más, en los talones, hacia los dedos o la zona central de la planta del pie? Sea cual sea la respuesta, debes saber que esto puede ser una pista directa de la salud de tu pie y, más concretamente, de tu talón.
No todas las personas caminan sin torcer ligeramente el pie. Algunas tienden a inclinarlo hacia el exterior mientras que otras lo hacen hacia la parte interna. Reconocer la manera en la que pisas te puede ayudar a conseguir las zapatillas adecuadas, sobre todo, para hacer ejercicio. En este artículo te contamos qué hábitos pueden dañar tu talón. ¡Toma nota!
Entendiendo los trastornos de pisada y los problemas del talón
Normalmente, las personas tienen una manera determinada de andar o correr. Mientras que algunos asientan el talón en el suelo de un modo óptimo, hay quienes lo inclinan un poco, lo que provoca que el zapato se desgaste justo en la parte interna. Según esta información, existen tres tipos de pisada:
- Supinador. En este caso, la persona suele apoyar el pie en la zona exterior, y esa parte es la que recibe el impacto al tocar el suelo.
- Pronador. El pronador ejecuta su pisada de forma inversa, es decir, suele pisar con la parte interna del pie, donde se concentra todo el peso del cuerpo.
- Neutro o normal. Aquí, la persona deja todo su peso en el centro y de forma plana, sin inclinarse a un lado u otro.
Seguro que ahora te preguntarás: ¿Y cuál de estas pisadas es la más saludable? ¿Si soy pisador pronador o neutro estoy en riesgo de sufrir algún tipo de problema o lesión? En general, estas diferencias no representan ningún problema.
Así lo ratifica estudio la Aarhus University de Holanda realizado a 936 personas. En esta prueba, los participantes sumaron 163,401 kilómetros con calzados idénticos y no hubo un mayor índice de lesiones entre los que tenían algún tipo de pronación y el resto.
Sin embargo, algunos consideran que una “pronación excesiva (hiperpronación)” puede causar cansancio al andar, dolores de tobillo y rodilla, o molestias al apoyar el pie. En cualquier caso, si tienes algunos de estos síntomas, lo más es aconsejable será que visites al especialista.
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¿Qué hábitos pueden dañar el talón?
En primer lugar, es importante reconocer qué puede ocasionar que, de pronto, las zapatillas se empiecen a desgastar más de un lado que de otro. Esta, por lo general, es la señal más notoria cuando hay trastornos de pisada excesivos. También, existen algunos factores que hay que tener en cuenta. En la lista se encuentran los siguientes:
- Habitualmente, los problemas de talón son más frecuentes en las mujeres que en los hombres.
Está asociado a un desgaste de los huesos y las articulaciones. A partir de los 45 o 50 años se pueden sentir molestias. - Las personas obesas pueden tener más riesgo de sufrir este tipo de problemas de talón, ya que recargan más peso sobre éste.
- Una desviación de columna o alguna lesión puede ocasionar que el eje postural cambie, con lo cual, la forma de andar también cambiará.
Ahora que conoces esta información, de seguro ya habrás identificado si hay alguna señal que debas tener en cuenta, o si, por el contrario, no tienes ninguna tendencia marcada a la hora de caminar. Como ya mencionamos, si notas el desgaste en una zona de tu calzado y siente los pies y los talones adoloridos, ya sabrás a qué se debe.
En lo que al talón se refiere, los principales problemas que suelen afectar esta parte del pie giran en torno a ciertos hábitos: la forma de pisar, el tipo de ejercicio que se realiza, el tipo de calzado que se utiliza y el peso corporal. Sumado a esto, si no se cuida la salud de esta zona, es posible que en algún momento las molestias de talón pueden aparecer.
Por otro lado, es muy común olvidarse por completo de la piel de los talones. Aunque es muy resistente y más gruesa de lo normal, dado que amortigua todo el peso del cuerpo, esto no quiere decir que no necesite de ciertos cuidados. De hecho, es muy sensible y tiende a resecarse y agrietarse fácilmente.
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¿Qué hacer para cuidarlos?
En vista de todo lo anterior, para prevenir (o aliviar, según sea el caso) las molestias, lo primero será cuidar del peso. Intenta evitar el sedentarismo a toda costa. Busca mantenerte activo y en forma, evitando que esos kilos de más supongan una carga añadida para los pies.
El ejercicio siempre es recomendable, pero cuida que no sea demasiado intenso, puesto que también podría ocasionarte problemas en los pies. La natación es una buena alternativa, pero hay muchas otras más, incluyendo el yoga y el pilates.
Por supuesto, ten cuidado con el calzado que usas. Utilizar tacones todos los días y por largos periodos de tiempo, no es lo más saludable para esta parte del cuerpo, pero no por ello vas a elegir siempre un zapato completamente plano. Lo ideal es buscar uno ergonómico, de la talla adecuada.
En caso de duda, un especialista en ortopedia puede decirte cuál es el tipo de zapato que más te conviene, tanto para las actividades normales como para hacer ejercicio. Por último, pero no menos importante: exfóliate los pies y hazte una pedicura completa con regularidad. También, aplícate crema humectante para mantener la piel bien hidratada y, así, evitar las grietas y la descamación.
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- Foot pronation is not associated with increased injury risk in novice runners wearing a neutral shoe: a 1-year prospective cohort study. British Journal of Medicine (2013) https://bjsm.bmj.com/content/early/2013/06/12/bjsports-2013-092202.full
- Pronation in runners. Implications for injuries. Hintermann B, Nigg BM (September 1998). Sports Med. 26 (3): 169–76. doi:10.2165/00007256-199826030-00003. PMID 9802173.
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