¿Qué hacer si mi hijo se golpea en los dientes de leche?

Escrito y verificado por la odontóloga Vanesa Evangelina Buffa

Última actualización: 30 octubre, 2024

Aunque los traumatismos en los dientes de los niños pueden ocurrir por distintos motivos (caídas, durante momentos de juego o accidentes domésticos) y a cualquier edad, estos se acumulan luego del primer año de vida, en la edad preescolar y entre los 8 y los 10 años. Por su mayor exposición, las piezas dentarias más afectadas son los incisivos centrales superiores.

Cuando los dientes golpeados son los de leche, hay acciones especiales que debes tomar: conservar la calma, contactar con un especialista y, ante todo, evitar acomodar los dientes. Estas son algunas de las recomendaciones que te servirán para abordar la situación de forma segura, tratar las posibles heridas y ayudar a preservar la dentadura que todavía no asomó, pero que en el futuro será fundamental.

1. Mantén la calma

El momento del traumatismo dental de tu hijo puede generar tensión, nerviosismo y malestar, pero debes actuar con consciencia y enfocarte en atender a tu pequeño. No te asustes, si ves mucha sangre. Puede que la situación genere intranquilidad; sin embargo, no siempre es síntoma de gravedad.

Es importante que no le demuestres tu ansiedad al niño y mucho menos que lo regañes o le pidas explicaciones. Deberás ayudarlo a que él también se tranquilice.

Limpia con cuidado las heridas, usa un paño limpio y agua. También, haz presión sobre ellas para frenar el sangrado.

Pasados unos minutos, podrás observar las consecuencias del golpe. Deberás inspeccionar la boca con delicadeza para no reabrir las heridas. Observa si falta un trozo de diente, si las piezas dentarias se mueven o no están en la posición habitual.

Además, mira si se ha salido un elemento o si el niño no puede morder de manera correcta. En este momento es importante valorar si las piezas afectadas son temporarias o definitivas.

2. Define si debes llevar al niño al dentista

Si tu hijo se golpea en los dientes de leche, deberías llevarlo al odontólogo para que el profesional evalúe la situación. Por lo tanto, programa una cita con el dentista. Lo que tenemos que definir es si esta consulta será de urgencia o puede retrasarse hasta conseguir un turno.

Es conveniente comunicarte de inmediato con el odontopediatra, si detectas alguna de estas situaciones:

• Falta un trozo de diente.
• El niño no puede morder igual que antes.
• Se han salido uno o más dientes de la boca.
• Hay un corte profundo en los tejidos blandos.
• Los dientes se mueven o están en una posición anormal: salen de su ubicación habitual hacia un costado (luxación), hacia afuera (extrusión) o hacia dentro (intrusión).

En estos casos, es pertinente actuar con rapidez. El profesional explorará la boca y tomará radiografías dentales en el consultorio. En función del diagnóstico se realizará el tratamiento pertinente.

Si el niño perdió la consciencia, está desorientado o presenta vómitos luego del golpe, será necesario acudir con urgencia a una guardia hospitalaria.

3. Conserva los fragmentos del diente si se rompió

Hay que mencionar la fractura dentaria al momento de comunicarse con el odontopediatra para que nos asesore sobre cómo actuar hasta llegar a la clínica. En el caso de encontrar el fragmento del elemento roto, se lo puede llevar a la cita odontológica. Se lo debe transportar en agua destilada o leche tibia.

El profesional evaluará si es adecuado usarlo o restaurar la pieza rota de otra manera. Pero nunca se deben intentar pegar las partes en casa.

4. No reinsertes un diente de leche que se ha caído

La salida por completo de una pieza fuera de la cavidad bucal se llama avulsión dentaria. Y aunque notarlo puede resultarte estresante, recuerda mantener la calma. Este tipo de pieza perdida no debe reinsertarse en la boca. Por lo tanto, no hace falta buscarla ni llevarla al consultorio.

En general, los dentistas prefieren no volver a insertar los dientes de leche en su espacio. El procedimiento podría dañar el elemento permanente que se está formando debajo.

De acuerdo a la edad del niño y el tiempo que falte para la salida del diente definitivo, el dentista buscará la mejor terapéutica. Puede considerar un aparato o una prótesis que acompañe el crecimiento para guardar el espacio y prevenir malposiciones.

5. No acomodes un diente que se corrió de su lugar

Un diente que se mueve tras un golpe y queda hundido hacia dentro o hacia un costado, debe reubicarse de inmediato. Pero es algo que hará el odontólogo en la clínica. El dentista evalúa los daños y reubica la pieza en su sitio con instrumental acorde. Luego, la inmoviliza con férulas por un tiempo.

Si notas posiciones extrañas de los dientes cuando tu hijo se golpea en la boca, no toques la zona. Tampoco trates de acomodar las piezas por tus medios.

Cuidados en el hogar después de la atención del dentista

Tras pasar el momento de urgencia y recibir el tratamiento oportuno, habrá cuidados a considerar para favorecer la recuperación de la boca en la casa:

• Evita el uso de chupetes, tetinas o que el niño se chupe el dedo. Esto genera fuerzas excesivas en la zona traumatizada que dificultan la recuperación.
• Prepara una dieta blanda y fría. Ofrece a tu hijo alimentos blandos, fáciles de comer y frescos para disminuir la inflamación de la zona. Yogures, helados, gelatinas y batidos son buenas opciones.
• Presta atención a las complicaciones. Deberás observar y controlar la zona golpeada. Fíjate si hay inflamación de la encía, pus, cambio de color de la corona o que el diente comienza a moverse antes de tiempo.
• Mantén la higiene oral. La higiene bucodental no se debe descuidar a causa de un traumatismo. El cepillado deberá realizarse con movimientos suaves y puede que el odontólogo indique utilizar algún gel antiséptico especial.
• Acude a las revisiones. El odontólogo te indicará la frecuencia de las consultas.

Prevenir los golpes en los dientes te ahorrará preocupaciones

Los juegos y la exploración hacen casi inevitable sufrir alguna caída que termine en llanto o que aparezca algún moretón. Pero algunos cuidados simples pueden disminuir las chances de que los pequeños se lastimen.

Procurar que los espacios donde se desplazan sean seguros es un buen comienzo. Se deben retirar mesas pequeñas, alfombras y otros objetos peligrosos cuando los bebés inician a caminar. Adicional, es buena idea evitar los andadores.

Es importante enseñar a no jugar de manera violenta. Aunque a ellos les parezca divertido, golpear a otros niños con objetos o dar empujones puede llevar a traumatismos.

Enseñanzas como no correr en los bordes de la piscina y usar la escalera al salir de la misma, o evitar saltar de los columpios en movimiento también son importantes. Al practicar deportes o andar en bicicleta y patines se debe colocar la protección adecuada.

Con los cuidados necesarios puedes disminuir las posibilidades de que tu niño sufra un golpe grave. Y si de todos modos tu hijo se lastima los dientes de leche, ahora ya sabes cómo actuar.