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Cómo identificar y tratar comedones cerrados

5 minutos
A nadie le gusta tener comedones cerrados, en especial si son muy visibles. Pese a esto, no hay que caer en la tentación de extraerlos con los dedos tan pronto como aparecen.
Cómo identificar y tratar comedones cerrados
Leidy Mora Molina

Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina

Escrito por Edith Sánchez
Última actualización: 06 julio, 2023

Los comedones cerrados son unos pequeños quistes que aparecen en la piel, que están asociados al acné, y que resultan difíciles de tratar. Se ven como protuberancias o bultos y corresponden a poros obstruidos. Se les conoce también como espinillas o puntos blancos.

Lo habitual es que los comedones cerrados aparezcan en el rostro o en la espalda. Le dan a la piel una textura irregular y áspera. Este tipo de lesiones se forman por la acumulación de células muertas y de grasa.

Muchas veces se pueden tratar los comedones cerrados con productos de venta libre. En otras ocasiones requieren de una intervención profesional. Afectan a personas de todas las edades, pero son más comunes en los adolescentes y los adultos con piel grasa.

¿Cómo son los comedones cerrados?

Los comedones cerrados, en su forma típica, se ven como una protuberancia en la superficie de la piel. Tienen en el centro un punto blanco, aunque no siempre es así. Algunos solo se ven como bultos sin ninguna coloración.

Cuando tienen un diámetro de menos de 1 milímetro se habla de microcomedones. Si son más grandes, se les llama macrocomedones.

A diferencia de las pústulas, que son otras lesiones causadas por el acné, los comedones cerrados no están rodeados por un parche enrojecido. Lo que los distingue de los abiertos es que aquí la piel crece sobre el tapón formado en el poro obstruido. En los abiertos, a los que también se les llama puntos negros, no hay recubrimiento de piel, sino que quedan expuestos al aire.

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Los puntos negros son comedones abiertos, por lo tanto, están en contacto con el aire a través de un orificio.

Causas

Los comedones cerrados se forman cuando un poro se obstruye por la presencia de células muertas y otros desechos. Así las cosas, el sebo, que llega a la superficie de la piel a través de los poros, comienza a acumularse y se endurece.

El sebo es una sustancia aceitosa natural que lubrica la piel. Cuando se acumula y se endurece, debido a un poro obstruido, crea las condiciones para que prolifere una bacteria llamada Propionibacterium acnes.

A veces la piel responde a esas bacterias creciendo sobre el mismo tapón. De este modo, fabrica una especie de bolsillo hermético que encierra a estos microorganismos. En este punto se forman los comedones cerrados.

En algunos casos se acelera la producción de sebo y esto vuelve a una persona más propensa a desarrollar este tipo de comedones. Esa aceleración se produce durante la adolescencia, en los fumadores y en los adultos con piel grasa.

Otros factores que influyen son los siguientes:

  • Excesos en el lavado de la piel.
  • Humedad en el ambiente.
  • Dieta rica en azúcares, lácteos y grasas.
  • Dieta carente de linoleato, una sustancia que suele encontrarse en los aceites vegetales.
  • Cambios hormonales previos a la menstruación.
  • Aplicación de humectantes en exceso.

Abordajes para tratar los comedones cerrados

El tratamiento de los comedones cerrados depende de la gravedad del problema. Sin embargo, lo primero que se debe decir es que no es buena idea extraerlos de forma manual frente al espejo del baño. Esto puede tener varios efectos negativos.

Un comedón mal extraído puede terminar irritado, infectado e incluso formar cicatrices muy difíciles de erradicar. Si se opta por extraerlos, lo mejor es acudir a un esteticista profesional o al dermatólogo.

Tratamientos de venta libre

Hay varios productos de venta libre que pueden ser eficaces para tratar los comedones cerrados, siempre que el problema sea leve. Dentro de los más populares se encuentran los siguientes:

  • Peróxido de benzoílo: reduce las levaduras y las bacterias de la superficie de la piel, así como la inflamación.
  • Ácido azelaico: reduce el crecimiento de las bacterias en los folículos. También alivia la inflamación y restablece el crecimiento normal de las células de la piel.
  • Ácido salicílico: ayuda a descomponer la queratina. Reduce la velocidad a la cual se desprenden las células dentro de los folículos.
  • Retinoides: regulan la exfoliación natural de la piel y aumentan la producción de colágeno. Esto hace que disminuya la cantidad de células muertas y previene la formación de comedones cerrados.
  • Ácido glicólico: aporta una exfoliación natural y esto previene la formación de comedones de todo tipo.

Medicamentos para tratar los comedones cerrados

Si hay un problema severo de comedones cerrados, lo más probable es que el dermatólogo opte por el uso de algunos medicamentos de receta. Lo habitual es que se indique una terapia hormonal.

En casos difíciles es posible que se recete isotretinoína u otros fármacos similares. Sin embargo, esta suele ser la última opción.

Tratamientos profesionales

Es posible que en algunos casos el dermatólogo recomiende tratamientos como la microdermoabrasión, la mesoterapia o las exfoliaciones químicas. Estos procedimientos suelen ser eficaces para mejorar la calidad de la piel y prevenir los comedones cerrados.

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Con la microdermoabrasión se tratan algunos problemas de la piel. No siempre se puede aplicar y debería ser indicada por un profesional.

Un problema molesto

Lo ideal es que cualquiera de las anteriores medidas se complemente con una alimentación saludable. Así mismo, es importante que la limpieza de rutina del cutis se haga de la forma adecuada, sin exageraciones y con los productos correctos.

Los comedones cerrados no son un problema grave, pese a que sean molestos. Sin embargo, pueden convertirse en un gran dolor de cabeza si se tratan de una manera incorrecta.

Lo más indicado es prevenir la aparición de esas protuberancias mediante medidas tan sencillas como una higiene adecuada de la piel. También es muy importante hacerse dos exfoliaciones por semana. No hay que exagerar en esto, pero tampoco descuidarse.


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Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.