Importancia del cuidado dental
Escrito y verificado por la odontóloga Vanesa Evangelina Buffa
Prestar atención al cuidado dental no solo evita las enfermedades bucales más frecuentes, sino que también ayuda a proteger la salud general y a tener una mejor calidad de vida. Con una cavidad bucal sana, las funciones de la boca se pueden cumplir sin inconvenientes. Además, llevar una sonrisa cuidada y bonita aportan una mejor apariencia, dando confianza y seguridad a las personas.
Mantener el cuidado dental no es complicado. Con prácticas simples y cotidianas es posible. En este artículo te contamos sobre la importancia de conservar la boca sana y cómo lograrlo.
Cómo la falta de cuidado dental afecta la boca
Una cavidad bucal sin el cuidado dental adecuado aumenta el riesgo de sufrir varias de las enfermedades orales más frecuentes. Esto ocasiona molestias, dolor y dificultad para comer, masticar y hablar.
La apariencia de la sonrisa también se ve afectada al sufrir patologías bucales. Es común que los pacientes se avergüencen de su aspecto y tengan problemas de confianza y autoestima. A continuación mencionamos las patologías bucales más comunes que se producen o agravan por la falta de cuidado dental.
Caries dental
La caries es una de las enfermedades más frecuentes en la población mundial. Afecta tanto a personas adultas como a niños, pudiendo comenzar desde que aparecen los primeros dientes en la boca.
Se trata de la desmineralización de los tejidos duros de las piezas dentarias. Esta pérdida de minerales sucede por la acción de los ácidos que producen las bacterias de la boca al fermentar los hidratos de carbono de la dieta.
La mala higiene dental favorece el acúmulo de placa bacteriana sobre las superficies dentarias. La proliferación de estos microrganismos y una dieta rica en azúcares predispone a sufrir la patología.
Al inicio, la enfermedad se ve como una mancha blanca que con el avance de la patología se torna marrón o negra. Además, aparecen huecos y orificios por la pérdida de tejido dentario.
Cuando no se recibe tratamiento oportuno, la lesión puede continuar hasta afectar la pulpa del diente. Esto ocasiona complicaciones como dolor, inflamación e infecciones.
Los empastes son el tratamiento de elección para limpiar y luego reconstruir los dientes afectados por caries. Pero en algunos casos son necesarias las endodoncias.
Las extracciones son el último recurso, pero se debe saber que esta patología puede ocasionar la pérdida de la pieza dentaria. De ahí la importancia del cuidado dental para evitar este padecimiento.
Gingivitis o enfermedad de las encías
La gingivitis es la inflamación del tejido gingival producida por el acúmulo de sarro y placa bacteriana. Las encías se hinchan, duelen, se vuelven rojas y sangran al mínimo roce. Por ejemplo, durante el cepillado de dientes.
Para revertir esta patología, el cuidado dental es fundamental. La higiene y las limpiezas profesionales permiten controlar y eliminar la placa bacteriana y el sarro que originan el problema.
De esta manera, los tejidos pueden volver a su estado normal. Si, por el contrario, no se buscan medidas para tratar la afección a tiempo, la misma puede evolucionar a una periodontitis.
Periodontitis
La periodontitis, enfermedad periodontal o piorrea es el proceso inflamatorio e infeccioso de los tejidos que sostienen los elementos dentarios. Es así que se comprometen las encías, el cemento que recubre las raíces de los dientes, el ligamento periodontal y el hueso alveolar.
El paciente presentará sus encías hinchadas, rojas, sensibles y sangrantes. Además, aparecen las llamadas bolsas periodontales, que se forman por el desplazamiento de la unión de la encía con el diente en dirección a la raíz.
La movilidad dentaria, los grandes depósitos de sarro, la supuración y el feo olor en la boca completan el cuadro. La reabsorción del hueso que sostiene los dientes hace que las piezas dentarias se muevan. Incluso, en los casos avanzados pueden salirse.
El odontólogo es el encargado de realizar el tratamiento adecuado para frenar la destrucción de tejidos y favorecer su recuperación. Esta patología está asociada a enfermedades sistémicas y complicaciones de la salud general del paciente. Por esta razón, evitarla con el cuidado dental oportuno es fundamental.
Maloclusión
La maloclusión es la relación inadecuada de las piezas dentarias superiores con las inferiores y de la misma arcada entre sí. Esta mordida incorrecta interfiere en las funciones de la boca, como comer y hablar, y en el aspecto de la persona.
Si bien la predisposición genética tiene una gran influencia en el desarrollo de estos trastornos, los hábitos disfuncionales cumplen un papel determinante en muchos casos. Es así que la respiración bucal, la costumbre de chuparse el dedo o el uso prolongado del chupete influyen en el desarrollo de varios de los problemas de mordida. La pérdida prematura de los dientes también promueve las maloclusiones.
Para corregir esta alteración en la manera de morder, los tratamientos de ortodoncia son necesarios. Existen diferentes alternativas que se eligen según la edad y las necesidades del paciente.
Halitosis o mal aliento
El mal aliento es otro padecimiento de la boca bastante frecuente. Se trata de la presencia de un olor desagradable en la cavidad bucal.
La mayoría de las veces se origina por causas presentes en la misma cavidad, como placa bacteriana, sarro, caries, enfermedad periodontal o infecciones. En menor medida, se puede deber a causas externas a la boca, como enfermedades sistémicas.
El cuidado dental es fundamental para evitar y revertir este tipo de afección. De todos modos, buscar el origen del problema también es vital para solucionar la problemática.
Cáncer bucal
La presencia de células malignas en los tejidos orales da origen al cáncer bucal. Si bien su aparición muchas veces no se puede evitar, los hábitos nocivos y la falta de cuidado dental pueden predisponer a su aparición.
Esta patología se puede presentar como manchas, llagas que no se curan o bultos o tumoraciones. Además, puede haber dificultad para masticar, tragar o hablar, movilidad de las piezas dentarias y pérdida de peso sin causa aparente.
Estar atentos al aspecto de los tejidos blandos de la boca ayuda a detectar las anomalías a tiempo. Por otro lado, los controles odontológicos frecuentes son fundamentales para abordar las lesiones que pudiesen aparecer de manera precoz.
Consecuencias de la falta de cuidado dental en la salud general
La falta de cuidado dental no solo afecta los tejidos de la cavidad bucal. Las bacterias de la boca pueden complicar la salud general del paciente.
La proliferación exagerada de los microorganismos de la boca puede llegar por el torrente sanguíneo a diversos órganos y tejidos del cuerpo. El arribo de las bacterias de la boca a otros sitios lejanos genera diferentes problemas de salud.
Como ya mencionamos, la periodontitis está asociada a varias patologías sistémicas y complicaciones en la salud general de quien la padece. En el caso de que la enfermedad periodontal suceda en una mujer embarazada, aumenta el riesgo de parto prematuro y de nacimientos de niños con bajo peso.
Existe un fuerte vínculo entre la piorrea y las enfermedades cardiovasculares y la diabetes. Esta afección oral puede favorecer la aparición de este tipo de patologías o complicar los cuadros ya existentes.
La presencia de infecciones en la boca, por ejemplo, altera los niveles de azúcar en la sangre, dificultando el control de la diabetes. En el caso de que los microrganismos de la boca colonicen el tejido pulmonar, aumentará el riesgo de neumonías bacterianas.
Cómo ocuparse del cuidado dental
El cuidado dental es la manera más sencilla para evitar los problemas que mencionamos y mantener la boca saludable. A continuación mencionamos algunos aspectos a tener en cuenta para atender la salud oral.
Higiene dental
Ocuparse de la higiene oral es fundamental para eliminar la placa bacteriana y evitar su acúmulo. Para esto se recomienda realizar un correcto cepillado dental después de cada comida o al menos tres veces al día.
Se ha de utilizar un cepillo de cerdas blandas y pasta dental con flúor. El instrumento se coloca inclinado sobre la unión del diente con el tejido gingival. Los movimientos deben ser suaves, pero con la presión suficiente para barrer las bacterias.
Hay que procurar alcanzar todas las caras de todos los elementos dentarios de la boca y la zona de las encías. Además, se debe higienizar la superficie de la lengua, donde también se acumulan microorganismos y restos de alimentos.
El cuidado oral debe complementarse con el uso de hilo dental para eliminar la placa bacteriana acumulada entre los dientes. El mismo debe pasarse por la zona entre cada pieza dentaria al menos una vez al día. El uso de cepillos eléctricos, interdentales o irrigadores puede facilitar las maniobras.
Los enjuagues bucales también son buenos aliados a la hora de cuidar la boca. Los colutorios favorecen el control bacteriano, la protección de los elementos dentales y aportan un aliento fresco y limpio.
Alimentación saludable
Una dieta sana, nutritiva y equilibrada trae beneficios a todo el organismo. Es importante llevar una alimentación variada que incluya frutas, verduras, carnes, lácteos y pescados.
El aporte adecuado de vitaminas, minerales y antioxidantes fortalece las piezas dentarias y mantiene los tejidos blandos saludables. Por otro lado, el consumo de alimentos ultraprocesados, ricos en azúcares y ácidos, se debe evitar o al menos reducir. Los refrescos, la bollería industrial y las golosinas favorecen el desarrollo de las patologías orales más frecuentes.
Evitar hábitos nocivos
La práctica habitual de ciertas costumbres pueden resultar nocivas para la salud oral. Mordisquear objetos, comerse las uñas o apretar los dientes ocasiona daños en los tejidos bucales.
Los hábitos disfuncionales, como la respiración oral, la deglución atípica, el uso prolongado del chupete o el biberón y la succión del dedo deben corregirse tan pronto como sea posible. Estas costumbres afectan el correcto desarrollo de los maxilares y predisponen a maloclusiones.
Se debe evitar el consumo de tabaco, drogas y bebidas alcohólicas. El uso frecuente de estas sustancias predispone a la aparición de varias enfermedades, como el cáncer y la piorrea. Además, conllevan a halitosis y manchas en los dientes.
Visitar al odontólogo de manera frecuente
Las visitas al dentista cada seis meses son un aspecto fundamental en el cuidado dental. Los controles periódicos permiten detectar cualquier problema de manera temprana y solucionarlo de manera inmediata.
Los tratamientos precoces son más conservadores, económicos y cómodos para el paciente. Además, el pronóstico de las enfermedades es más favorable y se evitan complicaciones y molestias a futuro.
Es común que cada cierto tiempo el odontólogo sugiera realizar una limpieza profesional. Con este procedimiento se eliminan los depósitos de placa bacteriana, sarro y manchas que el paciente no logra quitar por sí mismo.
En general, se recomienda hacer al menos una profilaxis profesional al año, aunque puede que el dentista recomiende hacerlas más seguidas. Según la edad del paciente y sus necesidades, el odontólogo puede indicar otras medidas preventivas que ayudarán a mantener la boca saludable. La colocación de flúor o la realización de selladores son algunos ejemplos.
Ocuparse del cuidado dental
El cuidado dental es muy importante para sentirse bien y evitar el desarrollo de enfermedades orales y generales. Y como has visto, no implica mucho esfuerzo ni dinero.
Con la incorporación de prácticas de higiene, el cuidado de la dieta y la eliminación de hábitos perjudiciales es posible tener una boca sana. Las visitas al dentista son igual de importantes a la hora de mantener la salud oral.
Ocupar unos minutos del día en el cuidado dental es una inversión en salud que otorga muchos beneficios. Llevar una sonrisa bonita y sana es posible y depende mucho de ti.
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