Logo image
Logo image

¿Cómo incrementar los glóbulos rojos en la sangre?

8 minutos
En los adultos hay entre 4 500 000 y 5 400 000 glóbulos rojos. La deficiencia en la cantidad de eritrocitos se denomina «anemia» y el exceso «policitemia».
¿Cómo incrementar los glóbulos rojos en la sangre?
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira

Escrito por Yamila Papa Pintor
Última actualización: 11 julio, 2023

Los glóbulos rojos son un componente fundamental de la sangre y es necesario repasar ciertos aspectos antes de conocer cómo incrementar su concentración de forma natural. Estos también se llaman eritrocitos y son de las células más numerosas de la sangre. Obtienen la energía metabólica a través de la fermentación láctica.

Hay otros datos interesantes sobre ellos: viven en promedio 120 días y un 33 % de su composición es solo hemoglobina, la cual tiene 4 átomos de hierro para fijar moléculas de oxígeno. Además, los glóbulos rojos transportan el dióxido de carbono para ser eliminado en los pulmones.

Factores que influyen en la producción de glóbulos rojos

El proceso por el que se forman nuevos eritrocitos se conoce como eritropoyesis. Este se ve influido por factores internos y externos. Los primeros se refieren a contextos genéticos o condiciones de salud preexistentes que van a requerir tratamientos específicos dependiendo de la causa.

Los factores externos casi siempre están relacionados con la dieta y algunos hábitos de vida. Por ejemplo, la escasa presencia de hierro puede condicionar un tipo de anemia muy prevalente, mejor conocida como ferropénica.

¿Cómo incrementar los glóbulos rojos?

Realizar ajustes en el estilo de vida, como mejorar la dieta, es una parada obligatoria en el camino de la plenitud. Este es un factor fundamental en la mayoría de los casos, con el objetivo de prevenir la anemia. En ocasiones, el uso de suplementos puede ser también útil.

Cambios en la dieta

Para aumentar la cantidad de una forma fácil, sana y natural, te recomendamos realizar algunos cambios en tu alimentación. 

El consumo de alimentos ricos en hierro le permitirá al cuerpo reemplazar el nutriente perdido y estimular la formación de más eritrocitos con su correspondiente hemoglobina. El hierro incrementa los glóbulos rojos y ayuda a que cumplan su función, ya que forma parte fundamental de la molécula de hemoglobina.

1. Integra fuentes de hierro a tu dieta

Some figure
Hay varias formas deliciosas y saludables de incorporar una mayor cantidad de hierro en la dieta.

Siempre que no exista ningún problema digestivo que condicione la absorción del hierro, es importante incluir alimentos ricos en este elemento en la dieta. Según un estudio publicado en la Revista Española de Nutrición Humana y Dietética, esto ayuda a prevenir el desarrollo de anemia ferropénica. Algunos de los alimentos más ricos en hierro son los siguientes:

  • Yemas de huevo.
  • Carne (hígado).
  • Legumbres (lentejas, frijoles).
  • Guayabas y dátiles.
  • Algunas bayas.
  • Ciruelas y uvas pasas.

2. Ingiere más alimentos con cobre

Los adultos necesitan entre 8 y 18 miligramos de este mineral cada día. Las mujeres precisan más que los hombres durante la etapa fértil, ya que pierden cobre durante la menstruación.

Se trata de un nutriente esencial para que las células puedan acceder al hierro. Según una investigación de la Universidad Andrés Bello de Chile, este mineral actúa de forma indirecta en la generación de energía celular y la disminución del estrés oxidativo.

Los alimentos que más cobre aportan son los frijoles, la carne de aves de corral y el hígado, entre otros. Sin embargo, como se requiere en bajas cantidades, es importante mencionar que una dieta balanceada suele proporcionar todos los requerimientos diarios.

3. Consume más fuentes de ácido fólico

La vitamina B9 o ácido fólico favorece la producción de glóbulos rojos. Por ende, si no tenemos la suficiente cantidad de ácido fólico, podemos sufrir anemia.

Según un trabajo publicado en Acta Médica Costarricense, este nutriente juega un papel imprescindible en el funcionamiento del ADN. Hay casos en los que se recomienda unos 400 microgramos para las mujeres en etapa fértil y 600 microgramos cuando están embarazadas. Esto debido a que es necesario para prevenir algunas malformaciones de importancia y en algunos casos, mortales en el feto.

Ahora, ¿de qué fuentes se puede obtener el ácido fólico? Principalmente de los cereales integrales y los frijoles.

4. Ingiere más vitamina A para incrementar los glóbulos rojos

La vitamina A, también llamada retinol o ácido retinoico, es un compuesto muy importante para el desarrollo de células madre de glóbulos rojos en la médula ósea. Además, garantiza el procesamiento de la hemoglobina al permitir la obtención de hierro. Entre los alimentos que más aportan vitamina A, encontramos las frutas cítricas, las zanahorias, el calabacín, carne de res, pescado y lacteos.

5. Aumenta la cantidad de vitamina C

La vitamina C está muy presente en la naturaleza y puede encontrarse de forma abundante en los cítricos. Según una investigación publicada en Medisan, esta vitamina estimula la capacidad del organismo para que pueda absorber hierro y, en consecuencia, incrementar la cantidad de glóbulos rojos. Algunos alimentos que contienen esta vitamina son el kiwi, el tomate, la mandarina, el ajo y los rábanos, entre otros.

6. Incorpora más alimentos con vitamina B12

Una buena cantidad de este nutriente favorece la producción de eritrocitos en la médula ósea y aumenta su presencia en la sangre. De hecho, la deficiencia de esta sustancia lleva a una condición conocida como anemia perniciosa. Para poder proporcionarle al cuerpo vitamina B12, te recomendamos que consumas estos alimentos:

  • Huevos.
  • Carne de ternera.
  • Germen de trigo.
  • Levadura de cerveza.
  • Setas y champiñones.
  • Soja (en cualquier presentación).
  • Pescados azules (salmón, sardina, atún, trucha, etcétera).

7. Evita el consumo de alcohol si quieres incrementar los glóbulos rojos

Some figure
Ninguna cantidad de alcohol es beneficiosa para el organismo, sea la bebida que sea. De hecho, puede tener un impacto en la salud hematológica.

Un estudio publicado en la Revista de Hematología de México explica que la anemia sideroblástica (en la que hay depósitos anómalos de hierro en los eritrocitos) puede ser consecuencia del alcoholismo.

Asimismo, el consumo excesivo de alcohol hace que se produzcan glóbulos rojos inmaduros, sin suficiente hemoglobina. Por ende, la ingesta de esta sustancia es otro de los hábitos nocivos para nuestra salud y repercute de forma negativa en el conteo de eritrocitos.

8. Evita ciertos alimentos

Hay algunos compuestos químicos que pueden interferir con la absorción intestinal de hierro. Según una revisión publicada en Farmacia Profesional, estos son los más importantes:

  • Oxalatos: se encuentran en la remolacha, las espinacas y las nueces. También se han visto asociados con la formación de cálculos renales.
  • Calcio y fósforo: de cierta manera, estos se unen al hierro y forman una estructura de muy difícil absorción. Los lácteos son los ejemplos más representativos aquí.

9. Chequéate de forma periódica

Acude al menos una vez al año al médico y, si el profesional lo indica, realízate un análisis de sangre. Con este estudio se podrán analizar las condiciones generales y los niveles no solo de glóbulos rojos, sino también de colesterol, hierro, urea, creatinina y glucosa, entre otros valores.

Suplementos, medicamentos y otras sustancias

A pesar de que los cambios en la dieta pueden ser muy beneficiosos para mejorar la anemia por déficit de hierro, en ocasiones estos se hacen insuficientes o no son posibles. Por ejemplo, las personas veganas no incluyen carnes rojas o blancas en su alimentación, por lo que podrían recurrir a otras alternativas más allá de la dieta.

Los suplementos de hierro son la opción más indicada. Según explican los expertos de Medline Plus, hay varias formas de presentación que incluyen tanto sulfato ferroso (el más recomendado) como sulfato férrico. Por lo general, basta con una dosis diaria, aunque si se consumen de forma prolongada es necesario un control médico rutinario, al menos anual.

Hay otros tipos de anemia en los que el uso de los suplementos de hierro puede traer beneficios, aunque en ocasiones esto no resuelve el problema. Es el caso de la anemia megaloblástica, que puede ser secundaria a la deficiencia de vitamina B12 o ácido fólico. Según explica un estudio publicado en Nutrición Hospitalaria, los suplementos de estas sustancias pueden ser útiles en el manejo, la prevención y el control de la enfermedad.

En el mercado pueden encontrarse suplementos de muchos otros micronutrientes como vitaminas (A, B6, E) y cobre. Si bien la síntesis de hemoglobina y glóbulos rojos es un proceso complejo que requiere muchas sustancias para su correcto funcionamiento, estos últimos productos suelen tener poco efecto para aumentar los valores de eritrocitos.

También hay otras sustancias que podrían ser de utilidad. El chitosán (un carbohidrato extraído del caparazón de algunos crustáceos) fue evaluado en un estudio con animales de experimentación, obteniendo una respuesta favorable en casos de anemia ferropénica. Sin embargo, todavía hacen falta más investigaciones en seres humanos para establecer su efectividad.

Importancia de la consulta médica y los chequeos periódicos

Recuerda que no todas las anemias se deben a factores nutricionales. Hay influencias genéticas, digestivas e inclusive ambientales que pueden derivar en la disminución de los niveles de hemoglobina.

Por eso, a pesar de seguir las recomendaciones de este listado, si detectas síntomas de alarma es importante acudir con el especialista. Hablamos de cansancio constante, incapacidad para hacer ejercicios, dificultad respiratoria a moderados esfuerzos, palidez en la piel y mucosas o inclusive coloración amarillenta de las mismas.

Es muy importante el seguimiento de los datos que no están dentro de los límites normales. Para finalizar, si hubiese algún trastorno o irregularidad, el médico pautará el tratamiento más apropiado para darle solución.

Es posible incrementar los glóbulos rojos con algunas medidas sencillas

Siempre y cuando la anemia sea leve o moderada, las medidas que acabamos de reseñar en este artículo pueden ayudar a que la situación mejore de manera progresiva. Recuerda que en casos más graves o secundarios de otras enfermedades pueden ser necesarios tratamientos médicos, por lo que la evaluación por parte de un profesional es fundamental.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.