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9 infusiones que ayudan a la memoria

10 minutos
El romero, la centella asiática y el brahmi son hierbas con potencial para incidir de forma positiva en la memoria de personas sanas y con enfermedades neurodegenerativas. Descubre cómo prepararlas.
9 infusiones que ayudan a la memoria
Maria Patricia Pinero Corredor

Revisado y aprobado por la nutricionista Maria Patricia Pinero Corredor

Última actualización: 27 junio, 2025

Si comenzaste a hacer sudokus y crucigramas porque no recuerdas dónde dejaste las llaves o los lentes, considera acompañar estos pasamientos con una infusión para la memoria. Plantas como el ginkgo biloba, la salvia o la melisa pueden convertirse en «abono» para tu función cognitiva y prevenir enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer.

Este efecto se debe a que estas y otras hierbas poseen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, que favorecen la oxigenación cerebral, protegen las neuronas y mejoran su funcionamiento. Así que, si te preguntas cuáles remedios caseros te ayudan a proteger tu «biblioteca de recuerdos» y ninguno viene a tu mente, descubre la respuesta a continuación. Eso sí, recuerda que ninguna bebida sustituye el tratamiento médico.

1. Brahmi y pimienta negra

La acción conjunta de estos extractos incide de forma significativa en la memoria. Así lo demuestran estudios en animales, en los que se evidenció el aumento de los niveles de serotonina y dopamina. Por eso, con este dúo puedes preparar una infusión para tu memoria.

Para ser más precisos, el brahmi (Bacopa monnieri) contiene unos compuestos químicos llamados bacósidos que tienen la capacidad de regenerar un área cerebral clave de la memoria: el hipocampo. Por su parte, la pimienta negra (Piper nigrum) contiene piperina, que eleva la biodisponibilidad de compuestos neuroactivos, es decir, sustancias químicas que impactan en el funcionamiento del sistema nervioso.

Ingredientes

  • 1 cucharadita de hojas de brahmi
  • 1 pizca de pimienta negra molida
  • 250 mililitros de agua
  • 5 mililitros de miel (opcional)

Preparación

  1. En una olla, calienta el agua. No permitas que supere los 95° C para evitar que al hervir se degraden los bacósidos, afectando su eficacia neuroactiva.
  2. Incorpora el brahmi y la pimienta negra.
  3. Tapa y permite que repose por 10 minutos.
  4. Transcurrido ese tiempo, cuela y bebe la infusión tibia. Si lo deseas, puedes endulzar con miel.
La dosis recomendable de esta infusión es de una taza por la mañana. No superes esta cantidad para evitar náuseas. Además, está contraindicada si tomas medicamentos para el alzhéimer o la tiroides.

2. Salvia, romero y melisa

La combinación de estas hierbas ha mostrado ser efectiva para mejorar la memoria verbal de personas sanas, por lo que puedes aprovechar sus bondades en una bebida. En primer lugar, la salvia (Salvia officinalis) se asocia a la mejora de la memoria de trabajo.

En cuanto al romero (Salvia rosmarinus), esta hierba participa en la formación de nuevas neuronas, ya que sus compuestos naturales (ácido carnósico y apigenina) aumentan el factor neurotrófico cerebral (BDNF). Este último actúa como un fertilizante de tu «jardín» repleto de neuronas, que estimula su crecimiento, las ayuda a mantenerse saludables y mejora la conexión entre ellas.

A esta pareja se suma la melisa (Melissa officinalis), que es rica en terpenos, unos compuestos orgánicos relajantes, antiinflamatorios y antioxidantes, al tiempo que tienen efectos neuroactivos. Por ello, esta planta se caracteriza por la regulación del estrés derivado del declive cognitivo. En este sentido, se ha observado la mejora de la pérdida de memoria en la enfermedad de Alzhéimer en estudios realizados con modelos de animales.

 Ingredientes

  • 1 cucharadita de hojas secas de salvia
  • 1 ramita de romero fresco
  • 5 o 6 hojas de melisa
  • 300 mililitros de agua
  • Zumo de limón (opcional)

Preparación

  1. Calienta el agua, pero asegúrate de que no supere los 90° C para evitar que se degraden los terpenos, presentes en la melisa.
  2. Incorpora la salvia y el romero. Tapa y deja reposar por cinco minutos.
  3. Transcurrido ese tiempo, agrega la melisa. Tapa y deja reposar por no más de cinco minutos.
  4. Cuela de inmediato y, si deseas endulzar, añade un poco de miel.
Ingiere una taza diaria por un mes y después descansa por dos semanas. Si sospechas embarazo, sufres de epilepsia o tomas anticoagulantes, evita su consumo.

3. Centella asiática y ginkgo

La centella asiática (Gotu kola) es una planta medicional originaria de Asia, muy conocida en la medicina ayurvédica, que actúa con eficacia frente al deterioro cognitivo leve y el envejecimiento cerebral. En particular, contiene triterpenos y asiaticósidos que protegen contra el estrés oxidativo; a su vez, ensayos en ratas han evidenciado el incremento de un 30 % del BNDF: sí, el abono —que mencionamos en líneas anteriores— para la formación de tus neuronas.

Por su parte, el ginkgo (Ginkgo biloba) aporta flavonoides y ginkgólidos que mejoran el transporte de oxígeno y nutrientes al cerebro.

La idea de combinarlos en una infusión se debe a que el ginkgo facilita la llegada de los compuestos de la centella al cerebro. No pierdas de vista que esta última repara los tejidos de las neuronas.

Ingredientes

  • 1 cucharadita de hojas secas de ginkgo
  • 1 cucharadita de hojas frescas de centella asiática
  • 250 mililitros de agua
  • 1 rodaja de jengibre (opcional)

Preparación

  1. Calienta el agua sin que llegue a su punto de ebullición, para evitar la degradación de las propiedades del ginkgo.
  2. Vierte el agua sobre las hojas de ginkgo. Tapa y deja reposar por no más de 10 minutos.
  3. Incorpora la centella asiática. Tapa y deja reposar por cinco minutos.
  4. Cuela de inmediato y bebe tibia. Si deseas endulzar, usa miel.
Se recomienda no superar las dos tazas diarias. Está contraindicada durante el embarazo y en personas que toman anticoagulantes.

4. Té verde y limón

Esta popular bebida contiene un antioxidante conocido como EGCG y L-teanina que elevan la dopamina y las ondas alfa del cerebro, lo que se traduce en mejoras en la memoria y el enfoque. Para aprovechar estas virtudes, se aconseja incorporar zumo de limón para mejorar la absorción de antioxidantes.

Ingredientes

  • 1 cucharadita de hojas de té
  • 250 mililitros de agua
  • Zumo de limón

Preparación

  1. Calienta el agua a 80°C.
  2. Deja infusionar por tres minutos.
  3. Añade limón y bebe tibia.
Se recomienda el consumo de dos a tres tazas al día.

5. Ashwagandha

El extracto de esta raíz protege contra el deterioro cognitivo, que se asocia al estrés crónico, debido a que ayuda a reducir el cortisol. Asimismo, los antioxidantes que posee combaten el daño celular que deriva en mejoras para la memoria y el enfoque. A su vez, los withanólidos que contiene disminuyen el beta-amiloide que se asocia al alzhéimer.

Ingredientes

  • 1 cucharadita de raíz seca
  • 250 mililitros de agua

Preparación

  1. Calienta el agua hasta que alcance su punto de ebullición.
  2. Agrega la raíz seca de ashwagandha y deja infusionar por 10 minutos.
  3. Toma la bebida tibia.
La dosis recomendada es de una taza al día. Eso sí, está contraindicada en caso de embarazo.

6. Gingseng

Esta planta es conocida en la medicina tradicional china por su potencial para reducir el deterioro cognitivo, vinculado a la edad. Y es que los componentes activos del ginseng (Panax ginseng) facilitan la circulación cerebral y disminuyen la inflamación de las neuronas.

En particular, el ginsenósido Rg2 se asocia a la protección de la memoria en modelos de animales con demencia vascular. Esto es posible debido a que previene la muerte de las neuronas, que se conoce como apoptosis.

Ingredientes

  • 1 cucharadita de raíz seca de ginseng
  • 250 mililitros de agua

Preparación

  1. Calienta el agua hasta que alcance su punto de ebullición.
  2. Añade la raíz seca de ginseng al agua y déjala hervir por ocho minutos.
  3. Cuela y bebe la infusión tibia.
Esta planta está contraindicada en personas que sufren de la presión arterial. Si tomas algún medicamento, primero consulta con tu médico antes de ingerir esta infusión.

7. Canela

Los estudios aseguran que los componentes bioactivos de la canela mejoran la memoria y el aprendizaje. Esto se debe a que facilita la comunicación entre las neuronas y aumenta el flujo sanguíneo cerebral. Además, sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias reducen el estrés oxidativo en el cerebro e inhiben proteínas asociadas a la enfermedad de Alzhéimer. Puedes aprovechar estas bondades mediante la ingesta de una infusión.

Ingredientes

  • 1 rama de canela o 1 cucharadita de canela molida
  • 250 mililitros de agua

Preparación

  1. En una olla, calienta el agua sin que llegue a hervir.
  2. Añade la canela, tapa y deja reposar por entre cinco y siete minutos.
  3. Bebe tibia.
Procura no superar el consumo de dos tazas al día. Eso sí, esta bebida está contraindicada en caso de embarazo, así como en pacientes con diabetes o enfermedades hepáticas.

8. Menta

El mentol que contiene esta hierba mejora la oxigenación de las neuronas, la capacidad para recordar información y la concentración. Incluso, su aroma estimula la memoria a largo plazo y de trabajo, así como el estado de alerta.

Ingredientes

  • Entre 5 y 7 hojas de menta o una cucharadita de hojas de hojas secas
  • 250 mililitros de agua

Preparación

  1. Calienta el agua sin que alcance el punto de ebullición.
  2. Incorpora la menta, tapa y deja reposar por unos cinco minutos.
  3. Cuela y bebe la infusión tibia.
La dosis recomendada es de una a dos tazas diarias. 

9. Cúrcuma y pimienta negra

La curcumina presente en esta hierba posee propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que ayudan a la memoria y protegen contra enfermedades neurodegenerativas. Además, la cúrcuma (Curcuma longa) promueve la formación de nuevas neuronas. Para un mejor aprovechamiento de sus bondades, es conveniente combinarla con pimienta negra para mejorar la biodisponibilidad, como ya mencionamos antes.

Ingredientes

  • 1 cucharadita de cúrcuma en polvo o raíz fresca rallada
  • 1 pizca de pimienta negra
  • 250 mililitros

Preparación

  1. Hierve el agua e incorpora la cúrcuma y la pimienta.
  2. Baja el fuego y cocina por 10 minutos.
  3. Tómala la bebida tibia.
Toma una taza al día. Si tienes problemas hepáticos, primero consulta a tu médico antes de ingerir esta bebida. 

¿Cómo cuidar tu memoria?

Tu banco de información requiere de atención y entrenamiento diario. En este sentido, los hábitos saludables son la clave para su cuidado. A continuación, te compartimos algunos:

  • Estimula tu mente. Hacer juegos, crucigramas y sudokus, leer o realizar algún pasatiempo te ayudarán a entrenar a tu cerebro. Incluso, puedes proponerte aprender un nuevo idioma o tocar un instrumento para fortalecer la neuroplasticidad.
  • Realiza ejercicio físico. La actividad aeróbica, por al menos 150 minutos semanales, permite la oxigenación de tu cerebro, ya que aumenta su flujo sanguíneo y promueve el crecimiento de neuronas.
  • Duerme lo suficiente. Durante el sueño profundo, tu cerebro archiva recuerdos y elimina toxinas, como las proteínas asociadas al alzhéimer.
  • Interactúa con otras personas. La oxitocina y la dopamina que liberas cuando pasas tiempo con otras personas protege a tu cerebro del deterioro cognitivo.
  • Come sano. La dieta para un cerebro saludable incluye frutas, verduras de hojas verdes y granos, así como proteínas magras, ya que ayudan a prevenir el deterioro cognitivo.

Aprovecha las hierbas para prevenir el deterioro cognitivo

Como has visto, para potenciar tu memoria y proteger a tu cerebro del deterioro cognitivo puedes incorporar a tu vida diaria infusiones de hierbas como ginseng, té verde y menta, e incluso es posible tomarlas combinadas, como es el caso de la centella asiática y el ginkgo biloba.

Eso sí, recuerda llevar une estilo de vida que ayude a mantener tu cerebro sano, que incluya un sueño reparador y actividad física. Además, estas bebidas de ninguna manera sustituyen el tratamiento médico para una enfermedad degenerativa. Por eso, si notas que una pérdida de memoria en aumento, lo mejor es que acudas a un especialista.


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Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.