Inteligencia fluida e inteligencia cristalizada: ¿qué son y cómo diferenciarlas?

Escrito y verificado por el psicólogo Andrés Carrillo

Última actualización: 18 octubre, 2022

La inteligencia fluida e inteligencia cristalizada son dos maneras de usar la información para resolver situaciones en nuestro entorno. En términos generales, una persona inteligente es aquella que mejor se adapta a los cambios. Por lo tanto, una de las características de los inteligentes es la resolución de problemas.

El psicólogo Raymond Cattell pudo demostrar que no existe una sola inteligencia. Cattell propuso que la inteligencia, cuando es fluida, se basa en la lógica para salir de apuros imprevistos. Por otro lado, habló de que la cristalizada ayuda en situaciones conocidas.

¿Qué es la inteligencia fluida?

Este tipo de inteligencia se manifiesta cuando las personas son capaces de emplear recursos lógicos para resolver situaciones novedosas. En tal sentido, se entiende que el conocimiento previamente adquirido no resulta determinante.

La inteligencia fluida tiene su mayor auge durante las etapas tempranas del desarrollo humano. Antes de llegar a la adolescencia, los jóvenes resuelven la mayoría de las situaciones empleando aptitudes primarias. Nos estamos refiriendo a la capacidad de inducción, deducción, clasificaciones figurativas, entre otras.

Esta clase de inteligencia disminuye con el pasar de los años. Resulta lógico pensar que no se tiene la misma flexibilidad de pensamiento a los 60 años que a los 11. Esto ocurre como consecuencia del deterioro cognitivo.

Para medir la inteligencia fluida existen diversos testeos que se encargan de determinar la capacidad biológica que tienen las personas de seguir aprendiendo. En otras palabras, estos instrumentos miden la potencialidad del cerebro para adquirir nuevos conocimientos.

¿Qué es la inteligencia cristalizada?

En cuanto a la inteligencia cristalizada, tenemos que es el conjunto de información que una persona ha obtenido y puede usar para resolver problemas. Se basa en la comprensión de significados conocidos y la evaluación de experiencias previas.

En este marco, el conocimiento permite solventar situaciones de forma mecánica. Por ejemplo, manejar un automóvil es un proceso que una vez conocido se puede repetir de manera automática. Algo parecido sucede al recorrer un mismo camino varias veces.

Por supuesto que para alcanzar la inteligencia cristalizada, antes debemos emplear recursos lógicos. En un inicio, el conocimiento llega mediante la inteligencia fluida y luego se cristaliza. En neurociencia, este proceso se conoce como la formación de baterías neuronales.

Resumiendo lo planteado hasta ahora, el nivel de inteligencia innata con el que una persona nace, evoluciona según sean sus experiencias de vida. En condiciones normales, todos podemos automatizar el aprendizaje. Si bien es cierto que algunos lo hacen con mayor facilidad que otros.

¿Cómo diferenciar la inteligencia fluida y la inteligencia cristalizada?

Resulta sencillo establecer las principales diferencias entre ambos modelos de inteligencia. Sucede que la inteligencia fluida y la inteligencia cristalizada no tienen demasiado en común. Como ya hemos mencionado, una funciona por medio de la lógica, mientras que la otra opera desde la experiencia.

Veamos algunos ejemplos para tener todo esto más claro. El primer caso sería cuando un niño explora su medio ambiente y aprende de las cosas que le rodean; en este escenario, la inteligencia fluida es protagonista. Mientras que en otro supuesto, un adolescente que viaja diariamente a la universidad emplea la inteligencia cristalizada.

1. Una es innata y la otra se puede potenciar

Todos los niños tienen capacidades diferentes. Algunos son buenos para las matemáticas; otros lo son para el arte. Independientemente de que sean buenos en algo, siempre podrán potenciar (cristalizar) esa habilidad.

2. Una es de origen genético y la otra proviene del ambiente

Durante años se ha investigado sobre el origen de la inteligencia. Antes se pensaba que tenía un único punto de partido. Ahora sabemos que una de ellas proviene de la carga genética y la otra depende de las experiencias.

3. La inteligencia cristalizada mejora con los años y la fluida disminuye

El deterioro en la conectividad neuronal hace que sea más complejo adquirir nuevos conocimientos con el envejecimiento. Sin embargo, la información que ya ha sido aprendida, se sigue potenciando por medio de las experiencias.

Es importante destacar que ambas inteligencias tienen diferentes funciones. Por un lado, la fluida sirve para resolver problemas, empleando la intuición; ayuda a pensar de manera abstracta. Por otro lado, la inteligencia cristalizada es más compleja y se encarga de comprender el mundo por medio de la experiencia.

¿Cómo sacar el máximo provecho de estas inteligencias?

Dependiendo de nuestro rango de edad, podemos aprovechar más una inteligencia que otra. Se trata de hacer un ejercicio de introspección y aceptar que en el momento presente contamos más con un tipo de inteligencia.

En el caso de las personas jóvenes, entre los 12 y 25 años es recomendable optar por resolver problemas desde la creatividad. Eventualmente, de esas experiencias comenzarán a surgir las bases de su inteligencia cristalizada.

Una vez que las personas alcanzan cierta edad, desde los 26 años en adelante, las estrategias cambian. En este rango de edad es importante aprovechar la experiencia y enfocarse en resolver problemas desde la lógica.